Punto de colisión

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Los rayos matutinos se colaban por mi ventana anunciando el nuevo día que se avecinaba, me pare en seco al recordar la noche anterior. No había señales de mis dibujos vivientes, ni escuchaba el ruido convencional de Miriam por las mañanas, quizás ya se habría marchado.

Bajé aún en pijama buscandola, entonces  visualize la nota amarilla pegada al frigorífico que me informaba de su ubicacion.

Helena

Fuí a trabajar,
por favor no te metas en más problemas. Sabes donde localizarme.

Lo usual pensé con abatimiento mientras arranque la nota y la arrugaba un segundo después.
No tenía ganas de desayunar y las dudas me embargaban, no me metería en problemas como ella creía, sólo saldría a un pequeño paseo.

Miré en la habitación de Miriam sólo para cerciorarme de que no estuviera y así fue. Tomé mi mochila con lo que creí sería necesario y salí por la puerta principal sin temor a nada. Sin embargo, algo me hizo girar la mirada y detenerme a contemplar mi casa, algo me decía que no regresaría.

Camine sin rumbo fijo hasta una cafetería en la esquina de un viejo edificio, mire por fuera del ventanal y contemplé su interior. No había nadie y sin embargo lucía bastante acogedora, queria entrar y olfatear el aroma fuerte del café recien hecho. Me resigne.

Y si todo aquello había sido sólo un sueño?

Un producto de mi subconsciente? Algo que había creado para distraerme de la inminente depresión que se avecinaba?
Lo que siguió a continuación me sacó de mi grave error. Nuvia y Garret se vieron reflejados en el vidrio del establecimiento persiguiendo quien sabe que. Me gire en seco moviendo ambos brazos para llamar su atención, sin éxito. Empecé a correr en su dirección, tomando diferentes callejones y quedándome sin aliento a ratos. Al dar la vuelta a una avenida fue cuando al fin se detuvieron reteniendo a Umy entre sus brazos.

-Helena!-exclamaron Garret y Nuvia al unísono. Muy a mi pesar no pude corresponder el saludo. Estaba exhausta.

-Sueltenme!-grito Umy-porque no pueden dejarme en paz!?

-Si dejarás de huir quizás podríamos.-respondió Nuvia bastante molesta, tan impropio de ella.

-Al fin hablaras-dije al fin-ya no puedes dudar de lo que te he dicho.

-De que estás habla....-dijo quedandose a media frase cuando contempló el papel que levanté frente a su rostro. En el se encontraría a ella misma dibujada con cada detalle que la caracterizaba y gracias a un buen golpe de suerte la fecha de varios meses atrás.

Garret y Nuvia también pudieron contemplarlo, abriendo mucho los ojos y soltando el agarre en el que tenían a Umy. Esta se acercó lentamente como un gato a su presa sin apartar la vista de el. Enseguida levanto la mano y acarició los bordes que la tenían impresa en el papel, aún sin creerselo.
Solté el dibujo para que pudiera tomarlo y la visión que tuve fue indescriptible, tres de mis bocetos vivientes al fin veían la realidad de las cosas. No estaba loca y ahora lo sabian, podrían confiar en que jamás les había mentido, ahora más que nunca Umy no dudaría de mis palabras y así podría saber al fin dónde había visto a mi hermano.




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