Palabras Sin Contexto

Adiós

De pronto, cada pensamiento se convertia en un recuerdo casi al instante. El camino cada vez se ponía más largo y solitario. Caminaba en medio de la noche sin dejar huella alguna.

Estaba perdido en caminos que conocía muy bien.

Miré al cielo y tome un respiro, y la estrella que traía entre mis labios volvió a brillar. Lentamente iba perdiendo su calor conforme pasaban los minutos, y yo seguía caminando.

El frío carcomía mis huesos, pero eso no me importaba. Tenia que llegar a tu casa y pasar delante del umbral de tu puerta y sentir ese miedo que me diría que no estoy muerto.

Las luces estaban apagadas sin embargo, depronto ya no tenía idea del porque yo estaba ahí. Tenía mucha sed y hambre. Y tú perro también.

El me reconoció, se acordó de aquellas veces en que lo sacábamos a pasear juntos, y se acercó a mí. Me rodeo y me olfateo. Me ladró, algo pasaba con mi olor. Y luego empezó a hacer un ruido extraño, creo que lloraba.

"Lo siento perrito, perdoname si ya no vengo a verte. Esque han pasado cosas", le dije.

La estrella estaba por consumirse y logré darle un beso justo antes de que desapareciera. Lo que alguna vez fue, quedó inerte entre mis dedos, así que la miré con tristeza y una lágrima rodó por mi mejilla, porque me recordó mucho a ti.

Seguí mi camino en medio de los ladridos de tu perro y los recuerdos que una vez allí sembramos, pero que ahora no son más que fantasmas grises que me atormentan.

Al doblar la esquina volví a olvidar donde estaba y porque. Sólo tenía una sensación agonizante en mi mente... algo había ocurrido allí, bajo las luces de aquel poste y las las ramas de aquel arbusto.

De pronto apareciste y miré tu rostro por última vez y tus hermosos ojos café. Y en ellos, vi a un chico sonriente, llenó de vida muy parecido a mi.

Entonces, cogí otra estrella, y me perdí.