All Of Me: "Ninfas Y Otras Drogas"

Capítulo 5: Bar "El Sueño"

Victoriana

Jeremy volvió exactamente después de cinco minutos. Juro que consideré correr para no enfrentar este momento, pero hubiera sido algo grosero y a mí no me educaron de esa forma.

—Lamento si te hice esperar—. Lo único distinto que le vi al chico fue que ahora llevaba una chamarra azul.

—Descuida.

—De acuerdo. Vamos —, Se disponía a salir cuando mi voz le hizo voltear.

— No es necesario que hagas esto. En verdad yo puedo hacerlo sola.

Él me miró por un momento. Y después una sonrisa se extendió por su rostro, — No seas necia. No me molesta.

¿Me llamó necia?

Me tomó del brazo y me guió hasta la calle.

Oh Dios mio. El sol está dando todo.

Apenas puse un pie en el pavimento, pequeñas gotas de sudor se arremolinaron en mi frente. Jeremy llevaba una chamarra, ¿Cómo podía soportarlo?

Si el infierno tiene una temperatura, sin duda esta estaría cerca de serlo.

.

Caminamos.

Para mí era sin rumbo fijo, pero supongo que Jeremy tiene muy en claro el lugar en el que quiere llegar.

El camino se vuelve pesado e incluso el silencio que reina entre nosotros es muy espeso, hasta que él lo rompe: — Así que... —, Me mira. —¿Un orfanato?

Suspiro en mi interior mientras que asiento con la cabeza.

— ¿Mixto?

Lo busco con la mirada hasta que me encuentro con sus ojos, en verdad parece querer platicar.
— No. Sólo de mujeres.

Él mueve la cabeza asintiendo.
— ¿Y cómo te sientes? Me refiero a... Después de haber pasado tanto tiempo ahí, ¿Cómo te sientes fuera?

Sí. Dieciocho años es mucho tiempo. Lo analizo y suelto mi respuesta sin mirarlo.
— Pérdida.

Él se para en seco.

Yo vacilo si lo hago o continuo caminando. Pero al final realizo el mismo movimiento, volteo detrás de mí encontrándome, quizá, con un Jeremy confundido.

— ¿Pasa algo? ¿No era por aquí donde está el trabajo?

— No, no es eso. Sólo que... — Camina hasta estar delante de mí. Por lo que me obligo a alzar la barbilla para mirarlo bien.
— Se debe sentir feo estar perdida.

Arrugo la frente. No me esperaba eso.
— Yo... No sé porqué dije eso.

— Por que eso es lo que sientes.

Niego con la cabeza mientras que me viro con la misión de seguir caminado. Pasaron unos cuantos segundos hasta que Jeremy caminó de nuevo. Escuchaba sus pesados pasos detrás de mí.

No quería seguir hablando, prefiero el silencio antes de seguir contándole cómo me siento. Nunca sabes cuándo las personas pueden sacar ventaja de tu debilidad.

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— Hemos llegado — dijo Jeremy.

Miro a verlo con cara de sorpresa, pero él de inmediato pasa a un lado de mí.

Debe ser una broma.

Él debe estar confundido.

Miro el enorme letrero que por el momento se encuentra apagado: Bar "El Sueño".