Cordura contra Deseo |Camren|

Capítulo 8: Las Camren ft Allysin y Norminah.

POV Lauren

Según llegamos al buffet perdí de vista a la latina, eran las 15:00. Como ella había predicho, la comida ya estaba preparada y se dispuso a atacar como un lobo grande y malo.

Me vi perdida en una cola esperando a que se sirvieran otros. Cómo la mayoría de mujeres ahí presentes tenían el pelo castaño y largo como mi pequeña acompañante probé con algo que sabía que no fallaría, empecé a fijarme en los culos de las pasajeras. Lo sé, si fuera un hombre me llamarían pervertido, pero estamos en el Siglo XXI, por lo tanto, también me llamarían pervertida a mí. Solucionado.

Me quedé mirando un culo bastante... wow. Esa sería la palabra perfecta. Sus perfectas piernas de color me fascinaron de lo trabajadas que estaban y su croptop me dejó ver unos abdominales más calientes que el infierno. Tras admirarla varios segundos (que seguramente serían minutos en los que la gente vería mi baba caer) algo me tapó la vista. Una rubia de bote alta y perfectamente maquillada como una diva, tenía cierto parecido a Beyoncé por lo que me quedé mirándola.

- No te vale estar babeando por mi novia, ahora me miras a mí – suspiró exageradamente y se volteó a mirar a lo que era su novia parece ser – Normani, dile a esta que pare de ser tan pervertida y friki - ¿Veis? Silgo XXI señoras y señores, donde la iguald- oh no, espera, de eso aún no tenemos – Estoy harta de que nos confundan con Beyoncé y Rihanna

- Bueno cariño, la belleza y el talento tienen su precio – la morena se acercó dejándome ver su asombrosa y blanca sonrisa, no era como la de Culobello, pero igualmente. Oh espera... yo estaba buscándola a ella – Soy Normani, la próxima bailarina, cantante y actriz que verás en la televisión y oirás en la radio. Y esta es mi increíblemente atractiva y malota Dinah Jane – La alta me miró y alzó su cabeza como saludo mientras que la morena se limitaba a sonreír.

- Uhm... encantada, soy Lauren. ¿Habéis visto a una chica un poco alborotada por aquí? – pregunté queriendo salir de esa situación ya. La mirada de la Dj esta no me gustaba mucho, era una novia protectora, pero el atractivo de su novia no le ponía fácil eso de no ser su guardaespaldas.

- ¿Os acordáis de la chica increíblemente graciosa que nos encontramos antes engullendo bananas fritas? – Una mujer bajita apareció al lado de las novias mientras intentaba aguantar en su pequeño cuerpo una enorme risa. Esa descripción me suena a Camila – Bueno me ha enseñado una canción muy graciosa – Oh no, los ponys no. Moriría entre terrible sufrimiento antes que oírla de nuevo.

- ¿Se llama Camila por casualidad? – pregunté con cautela. Esperaba que no se hubiera inventado un nombre estúpido o haberselo cambiado por el mío. Si lo hubiera hecho empezaría a dudar de que de verdad se llamase Camila, pero estaría segura de que sería esa chica que engullía platanitos fritos.

- Se hizo llamar Princesa Consuela Banana hammock – interrumpió Dinah mientras las demás se reían por la ocurrencia de mi pequeña acompañante. Definitivamente era mi Culobello – Una cosa que no comprendo... ¿Si la estás buscando a ella que hacías mirando el culo a mi novia? – alzó una ceja y miré como se posaban en mí tres miradas inquisitorias.

- ¿Le mirabas el culo a Mani? Eso no es de Dios... - la rubia más pequeña negó con la cabeza – aunque para no mirárselo con esos abdominales también – susurró. Todas la oímos y nos quedamos mirándola, yo atónita, las otras dos con una mueca divertida en su rostro – Uhm... tal vez me iré a rezar con el padre tres aves maría – y se retiró de allí justo como había aparecido, intentando aguantarse la risa.

Miré atónita a las dos novias esperando una respuesta a lo que acababa de pasar. Ellas negaron con la cabeza simultáneamente. Cuando abrí la boca para hablar un cuerpo me saltó a la espalda, si no hubiera cogido su enorme culo juraría que era un hombre por lo planchada que estaba delante, como dicen, no se puede tener todo en esta vida.