POV Lauren.
Tras jugar a los "Locos juegos de Camila", como ella misma lo había nombrado, nos retiramos a nuestro pequeño establecimiento. Eran las 9 p.m. y pronto servirían la cena, pero de momento teníamos un rato para relajarnos.
Nos dimos cuenta de que se podía sacar una pequeña cama que, a pesar de su tamaño, podía acogernos a las dos si nos juntábamos bien. Estábamos mirando al techo calladas, sin decir nada, y a decir verdad disfrutaba del momento. No estábamos en peligro ni haciendo alguna locura, simplemente una al lado de la otra.
Inesperadamente ella giró todo su menudo cuerpo para mirarme y me cogió de la mano. Besó delicadamente esta y noté como luego sonreía sin razón aparente.
- Este sería el momento en una novela para jóvenes románticos donde te pido que nunca nos bajemos de este tren – rompí el silencio con mi mirada fija en el techo aún.
- Pues pídemelo. Te lo dije, en este tren podemos ser quienes queramos. Tal vez es tu única oportunidad de tener a alguien tan genuino a tu lado
- Entonces tendré que aprovechar – me incorporé un poco y la besé. Ella comenzó a acariciar mis manos y sin previo aviso se posicionó encima de mí.
Como había dicho la morena, esta podía ser mi única oportunidad de desmelenarme y aprender lo que es hacer lo que se quiere cuando se quiera. Tal vez tener a la más joven encima de mí y dejarla hacer cualquier locura me ayudaba a salir de la rutina, a vivir cosas nuevas y a dejar mi recta y aburrida, pero segura, vida.
Desde luego la de ojos chocolate había escogido una vida de cambio constante y un desequilibrio que yo no podría aguantar ni un día entero, pero por tener mi propia historia loca de amor no iba a pasar nada ¿No?
- ¿Te he dicho ya lo que me encantan tus besos? – pasó su lengua por mi boca arrancando un suspiro que hizo sonreír a la morena sobre mis labios. Y debo decir que sentir su sonrisa entre nuestros besos era la mejor sensación del mundo.
- A pesar de sonar cliché, a mí me encantas tú – mis manos viajaron por su espalda hasta su culo y, a pesar de mi vergüenza inicial con mi ahora "novia", dejé que mi cuerpo reaccionara a sus besos y sus caricias. Apreté ese culo hecho por los mismos dioses y no pude evitar soltar un pequeño gemido que provocó una sonrisa egocéntrica en ella.
Los besos pasaron a ser aún más calientes y la necesidad creció en nuestros cuerpos. Ya no me conformaba con estrujar su culo con mis manos, sino que necesitaba sentir sus besos por todo mi cuerpo. Le di acceso total a mi cuello, lo que aprovechó para dejar húmedos besos y pequeñas mordidas que hacían que me retorciera bajo su agarre y pidiera silenciosamente por más.
- No sabía que me desearas tanto Jauregui – su voz, normalmente divertida y alegre, pasó a ser mucho más oscura y profunda haciendo que todos mis pelos se erizaran y mi cuerpo se dejara hacer todo a su antojo.
Ella me tenía controlada y yo no podía evitar que me encantara. Decidí que la proximidad de nuestros cuerpos todavía era poca, asique con mis piernas acerté a juntar nuestros cuerpos chocando así nuestras caderas y sacando un gemido de sus labios carnosos.
- ¿Estás segura? No soy como todas las personas con las que has estado – me miró a los ojos para asegurarse de que estuviera bien.
En este punto no podía ni pensar lógicamente, toda mi sangre había desaparecido del cerebro haciendo que mi cuerpo fuera el que controlara toda la situación. Estaba deseosa de su cuerpo y de ella, y sabía perfectamente que ninguna de las personas con las que había estado podía ser como Camila, principalmente porque ninguna me despertaba tantos deseos ni me calentaba tanto como ella.
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Cordura contra Deseo |Camren|
Fanfiction"- E-Espera... ¿Por qué has hecho eso? - Uhm... Simplemente quería. Nunca hiciste algo en el momento en el que lo querías ¿Verdad?" ¿Qué pasa cuando metes en un viaje en tren de ocho horas a la Cordura y la pones frente al Deseo? *Minific #356 En F...