Cordura contra Deseo |Camren|

Capítulo 13: Despedida.

POV Lauren

Con las maletas en la mano, nos miramos. Ella no podía parar de sonreírme sin embargo yo no podía sonreír. Cosa que la morena notó.

- ¿Sabes? Hay dos visiones en la vida – se acercó a mí y puso sus manos sobre mi cuello intentando buscar mi mirada que estaba en el suelo desde hace minutos – Los que se quedan tristes por lo que acaba – me dio un tierno beso en la nariz – o los que se alegran porque está a punto de comenzar algo diferente, y no sabes el qué, lo que es más emocionante aún.

Sus palabras me animaron un poco y traté de convencerme, "no estés triste porque se acaba, sé feliz porque simplemente pasó" pensé. Nuestras miradas se juntaron y ambos cuerpos se balancearon cuando el tren dio el parón final. Oí como la pequeña tragaba saliva fuerte y noté mi garganta seca.

Esto era el final.

Ella me agarró de la mano y con la libre cogió su maleta. Imitando su gesto salimos ambas del tren. Noté como me faltó el aire, las piernas me temblaban y esa vieja sensación de seguridad ante la vida que antes siempre me caracterizaba se había esfumado. Había caído a manos de las locuras de la latina con ojos chocolate.

- Tengo miedo a soltarte la mano – dije apretando un poco nuestras manos entrelazadas.

- Te diría dramáticamente como en las novelas juveniles que no me la sueltes, pero... ya hemos hablado de esto Ojitos Serpiente. Además las novelas cursis de jóvenes no me van – dejó un beso en mi frente y de repente me soltó la mano – ¿Tienes un bolígrafo?

La miré extrañada, pero no quise discutir sobre sus tonterías o dudar de ella en este momento. Sabía que yo la importaba, así que traté de pensar que esto era por una buena causa. Rebusqué entre mi bolso de mano y encontré un boli, tan pronto como lo hice ella salió corriendo dejándome con su maleta. Lo único que pude ver fue su maravilloso culo moviéndose en aquellos pantalones ajustados. Maldita sea, y que yo me haya acostado con esa belleza... Debía reconocer que desnuda estaba mejor que vestida.

Esperé un rato, sin dudar ni un segundo de que volvería. Tenía su maleta aquí y sinceramente no quería pensar que se iría sin despedirse correctamente. Llegando como se fue (corriendo como una loca) cogió mi mano y mirándose su muñeca empezó a pintarrajear algo en mi propia muñeca. Miré al instante cuando terminó y me encontré unos números raros.

- ¿Qué demonios es esto Camila? – miré extrañada mi muñeca.

- Es nuestro número – juntó nuestras muñecas.

Los números no formaban una fecha, ni parecía algún número que nos hubiera marcado.

- Es el número del tren

La miré a los ojos y se me paró el corazón por un instante. Sus manos puestas detrás de la espalda, una sonrisa sincera con la lengua en medio y una mirada inocente hicieron que mi corazón diera un vuelto.

- ¿Quieres entonces que recuerde el número del tren? – la seguí mirando por un rato más viendo que no hablaba – Bueno, de Nuestro tren – me autocorregí esperando que así dijera algo.

- No es que sea un número de tren, ni de Nuestro tren. Es nuestro número, simplemente eso. Es el número en el cual fuiste mi ayudante psicóloga, mi novia, mi esposa, la madre de nuestros hijos... Este número representa nuestra vida. Este número hizo que yo aprendiera un poco de cordura y que tú la perdieras completamente – cogió nuestras manos y juntó nuestras frentes – Quiero que nuestra pequeña vida quede grabada, porque igual que no tuvimos realmente un comienzo, pretendo que no tengamos un final.

Una lágrima rodó por mi mejilla. No era exactamente una lágrima de tristeza, era una en la que se mezclaban la alegría de haberlo vivido con la tristeza de que eso no volvería a repetirse.

- Alguien normal te quitaría la lágrima de la cara, pero... veo cierto atractivo en este momento – se alejó de mi un poco contemplándome – Sí, como sospechaba eres realmente preciosa incluso llorando. Además, tómatelo como una excelente forma de tener nuestra propia lluvia – la miré extrañada – Sí, en el momento donde los protagonistas de una película romántica se despiden siempre está lloviendo o hay un huracán o simplemente te disparan, mueres y no tienes ni un final decente.

- Para no gustarte mucho los clichés románticos tu pareces el perfecto personaje de uno de ellos.

Camila se llevó la mano al pecho y se arrodilló con cara de dolor. En seguida me preocupé y me agaché con ella.

- Lo que me has dicho... Me ha dolido en la patata – dramatizaba en el suelo mirando al cielo, ya estrellado – si este es mi fin, que las estrellas y la luna vean mi final a tu lado.

- Camila basta – la golpeé mientras sonreía – me asustaste.

- ¿Tan fea soy? Vaya... - se levantó y me ofreció la mano para que yo también lo hiciera – Quiero que esperes unos minutos ¿Vale?

Camila sacó su móvil y comenzó a trastear ante mi atenta mirada. ¿Qué demonios estará haciendo ahora? Pasamos varios en silencio. Yo hasta pensaba ya que me estaba tomando el pelo.

- Hoy es 27 de Julio ¿No? – despegó su mirada del móvil para mirarme. Ni siquiera contesté con palabras. ¿Acaso estaba tratando de que la diera el número de móvil para vernos y quedar de forma indirecta? - ¡Listo! – gritó sobresaltándome.

- ¿Listo el qué? – intenté mirar la pantalla de su móvil, pero no me dejó.

- Tengo un plan, y lo vas a seguir a raja tabla porque confías en mí y soy una excelente estratega y persona – cuando oí esas palabras temblé, no era una persona a la que siempre le salieran los planes bien.

Cogió el bolígrafo de nuevo y esta vez cogió mi otro brazo. Qué me dibujaría ahora ¿Un unicornio y un dragón?

- Entra en este email con la contraseña. Te encontrarás un boleto de viaje para el año que viene. Mismo día, misma hora, mismo comienzo, mismo destino. Y esta vez yo tengo boleto también.

Me quedé mirando mi brazo. La cuenta de mail era CamzdeLolo y la contraseña era CamrenForever. No pude parar de sonreír.

- Esto significa que....

- Que no es nuestro fin – completó ella con una enorme sonrisa.

Creo que la boca me dolería una semana después por cómo sonreía ampliamente ahora.

Esto no era el fin.

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Hey! Espero les guste :3

Apostemos ¿Qué pasará en el epílogo?

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