Nadie le había preguntado nunca a Astoria cómo había hecho Draco para proponerle casamiento, ya que entre las familias sangre limpia todos los matrimonios eran iguales: se casaban por arreglo y conveniencia. No era una novedad que Astoria Greengrass, ahora Malfoy, se hubiese casado con Draco por un arreglo entre sus padres, lo que sí era novedoso era cómo ambos se habían enamorado perdidamente el uno del otro, hecho que los hizo a inmensamente felices. Astoria se sentía orgullosa de que su hijo, Scorpius Malfoy haya sido concebido con amor. Porque entre las familias puras el amor solía sobrar, aunque siempre se terminaba queriendo a los hijos propios, pero a Astoria ese hecho siempre le había parecido algo cruel e inhumano y se sentía agradecida de saber que el caso de su hijo había sido diferente. Por ello aquella sonrisa radiante que iluminaba el rostro de la ex-Slytherin no se borraba con nada, ya que siempre que recordaba cómo había comenzado su increíble historia de cuento de hadas no podía evitar que la felicidad se asomara en su rostro.
Todo comenzó durante su cuarto curso en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. El Señor Tenebroso había regresado y estaba juntando aliados, preparándose para su golpe final, aquel que desencadenaría el más grande cáos en la historia de la Magia y coronaría a Voldemort en la cima de todo. No era un problema para ella ni para su familia sangre limpia, que si bien no eran mortífagos estaban muy de acuerdo con los ideales de estos. Su familia no sería perseguida ni mucho menos, más bien estaría aliviada de librarse los sangre sucia que invadían el mundo. A Astoria este asunto la tenía sin cuidado, si bien no era fiel seguidora de la importancia de la pureza de la sangre como lo era su familia, tampoco le afectaba que se esté dando caza a cientos de magos hijos de muggles. Los Greengrass, por su parte, se preocuparon por el futuro de la de su familia y su descendencia. Tenían pensado comprometer a sus hijas dentro de dos años pero con todo el asunto de la Guerra Mágica los planes se habían alborotado y los sangre pura habían decidido actuar antes de lo previsto. Daphne Greengrass, la mayor de las hermanas, debía decidir si contraer matrimonio con Theodore Nott, un Slytherin, o con otro sangre pura de Ravenclaw que Astoria no conocía pero por el cual Daphne parecía estar especialmente interesada. Mientras Daphne se decidía el matrimonio de Astoria ya había sido arreglado y firmado por ambas partes. Astoria Greengrass, la hermosa hija menor del matrimonio, se casaría con nada más ni nada menos que Draco Lucius Malfoy. Un mago sangre pura muy respetado entre los de su categoría. Si bien el acuerdo matrimonial había sido firmado por sus padres y si bien Draco había ignorado a Astoria durante el resto de su año en Hogwarts y durante los dos años posteriores a la Segunda Guerra Mágica, la chica jamás perdió la emoción de saber que contraería matrimonio con el amor de su infancia, su inalcanzable y guardaba con aún más pasión la esperanza de que el chico se terminara enamorando de ella tanto como ella lo estaba de él. Y eso fue exactamente lo que sucedió. Aunque le llevó un tiempo.
Luego de que sus padres firmaran el contrato de matrimonio, Astoria se había convertido en la persona más feliz del planeta. Se levantaba y se iba a acostar con una radiante sonrisa que se extendía por todo su precioso rostro, alegrando a aquellos que la cruzaban. Astoria pasó de ser la pedante sangre limpia de cuarto curso a ser la radiante prometida de Draco Malfoy, aunque éste hacía todo lo posible por ignorarla. La Slytherin no olvidaría, lamentablemente, aquella noche en la que Draco irrumpió, la muchacha aún se preguntaba cómo, en el dormitorio de las mujeres hecho una furia, la tomó del brazo y dijo, escupiendo las palabras "tenemos que hablar, Greengrass". El rubio le lanzó una mirada tan fría y sobradora que hizo que la muchacha se encogiera de miedo, y saliera obediente detrás de él, con las miradas y los comentarios burlones y sorprendidos de sus compañeras de cuarto.
—¿Qué diablos te pasa? —le escupió el rubio, soltándola como si el mero contacto con la muchacha le provocara la mayor de las repulsiones.
Astoria retrocedió unos pasos al llegar a su sala común, pasmada ante el maltrato de su prometido.
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Delirium - Multifandom
FanfictionLas historias más locas se encontrarán en este conjunto de one-shot multifandom. ¿Pensaste alguna vez en la historia de tus personajes secundarios favoritos, imaginándola, ya que el autor original jamás se adentró en sus vidas? ¿Parejas inimaginable...