—¿Sigues aquí?
—No lo sé...—Respondo titubeante frente a la pregunta de Gúltar, quien como siempre me mira fijamente con sus penetrantes ojos marrones.
—Parece que no estás en este plano...
—¡¿Y qué esperabas?! ¡Casi me ahorcas! ¡Tampoco sé que fue de Dathuz! ¡Mierda! ¡Dathuz!
—No te preocupes por él... Esta muerto... No pude sentir su energía, no seré él más inteligente que conocerás eso lo admito, pero debes creerme que sé cuándo algún guerrero a abandonado su lucha...
—¡Debo estar con él! —Gúltar se acerca bastante a mí con la mirada desenfocada, posa su brazo en mi hombro mientras levanta la cara me dice.
—Vamos, acéptalo... Es mejor así. Sí de verdad era tú amigo le daremos una sepultura digna... Pero por ahora debemos prepararnos para la llegada de la bestia, no estoy seguro de si mí equipo llegará antes o después de lo inevitable, sin embargo no estamos en condiciones de bajar la guardia de esa manera.
Cuando ahonde en los ojos de Gúltar no vi rastros de duda en sus palabras, incluso me da miedo cruzarme con alguien así, por lo que me ha demostrado no es alguien peligroso con las personas que conoce, aunque después de lo dicho dudo si me conviene seguir a su lado...
—Deja de perder la mirada, te necesito aquí. No soy lo suficientemente inteligente para asimilar por todo lo que estás pasando. Te aseguró que no saldremos de esta si no ponemos los dos de nuestra parte.
—No puedo asimilar, lo que me estas pidiendo... ¡¿Cómo planeas qué luché?! Cuando no quiero seguir en este mundo...
—Lo puedas asimilar o no... La verdad es que no me importa, puedes luchar porque en tu interior el Wakfu es fuerte, tú energía no es como las demás, estás lleno de melancolía y de odio. Eso es evidente, pero no debes dejar que te consuman sentimientos como esos... Yo te aseguró que si deseas combatir lo podrás hacer, en ti veo a alguien que alguna vez quiso ser un aventurero. ¿Me equivoco?
La verdad es que no estás equivocado, pero no me atrevo a decirlo abiertamente, Dathuz solía ser mi único amigo quería ser como su padre, siempre fue mi deseo... Uno que... Jamás cumplí, ahora mi mejor amigo me dejo por mi culpa, no dejaré nunca de darle vueltas, creo que es mejor que solo me deje ir...
—No te equivocas.
¡¿Pero qué mierda acabo de decir?! Ahora Gúltar me tomará por alguien que tiene agallas, cosa que no tengo.
—Lo sabía. —Gúltar se alejó lentamente mirando hacia el horizonte, mientras yo solo me encojo de hombros pensando en todas las cosas que hice al lado de mi mejor amigo.
—No espero que seas mi amigo, ni mucho menos que me tengas estima... Solo me gustaría tener alguien en quien confiar, lo que se avecina no es algo de lo que haya tenido algún tipo de conocimiento...
Gúltar no volteó a ver, está de espaldas a mí. Mientras yo sigo inamovible en el mismo lugar.
—¿Puedo confiar en ti?
—Esto...
—¡No! No contestes por favor, demuéstramelo con tus actos, es mejor de ese modo...
La brisa movía musicalmente las hojas violetas de los árboles, mientras el sol acariciaba con delicadeza el pasto azul verdoso del suelo, Gúltar se sentó suavemente al lado del pie del árbol, mientras que yo solo puedo nadar profundamente en mis pensamientos, mirar lo que está bien y está mal...
Solo estaré poco tiempo con él. Se ve que lo necesita, pero debo prepararle el funeral a mi hermano, no puedo dejar eso así como así...
—Oye... ¿Cómo a qué hora dijiste que llegaban tus amigos?
—Te equivocas, ellos no son mis amigos. Son mi equipo, estamos juntos por conveniencia, aunque hemos llegado a desarrollar cierto... Afecto unos a otros. Pero no somos más que mercenarios de alto nivel, no tengo amigos, nunca los he tenido. Y a cómo voy jamás los tendré...
—Eso no responde a mi pregunta, aunque me siento algo mal por ti... Pareces buena persona. —Gúltar volteó su cabeza hacia mí con un gesto rápido y brusco.
—En eso te equivocas, de nuevo... —De nuevo giró al horizonte mientras se encogía de hombros.
—No, no lo creo... Eres bastante alegre. Aunque bueno, te faltan varios tornillos, eso no me lo puedo guardar.
—En lo de los tornillos creo que no te equivocas, sin embargo no dejo de ser una mala persona, quiero cambiar... Lo intento. Pero lo que le hicieron a mi madre... Mi historia, de donde provengo... Siempre me han visto como un bicho raro. Sin titubear nunca, ella me defendió y me cuido. Estaré siempre en deuda, creo que todos siempre estamos en deuda con un ser que nos educa que aguanta nuestras rabietas, travesuras y demás. Nunca podre pagárselo, siempre trato de ser mejor. Y lo prometí... Por ella.
—No sé qué responder a eso... Solo lo siento.
—Está bien gracias. Algún día te contare de lo que hablo... —La voz de Gúltar se resquebrajaba con cada palabra que articulaba, mientras yo miro expectante no quiero incomodarlo de ninguna manera.
Los minutos pasan Gúltar sigue en el mismo lugar mientras que ya yo estoy sentado a unos pocos centímetros de él, al pie del árbol.
—Mierda... —Grazna Gúltar mientras se levanta a toda velocidad y viene en dirección hacia mí.
—¿Qué, que pasa?
—Es ella, creo que tengo que esconderme esto me queda grande...
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Espero que les haya gustado mi historia, les agradecería si así es... Que me regalaran un comentario o una estrellita :P
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Flujo del Stasis
FantasyEl mundo de los doce, una vez llamado Dofus y otra Wakfu... Por entonces en el antiguo mundo las cosas florecían de manera apacigua con sus habitantes. Las tragedias ocurren, los seres benignos resplandecen en los instantes menos esperados, el do...