VII

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   Mi brazo, ya no me duele, lo puedo mover con bastante naturalidad, no está caliente, creo que estoy curado... Pero, ¿Cómo? ¿Habrá sido ella?

   Por el destello de su varita, se puede ver que no está demasiado lejos de donde estoy, este enorme tronco, creo que de alguna manera detuvo mi caída, en el suelo se pueden ver algunas estacas del mismo... Gúltar me había dicho "Contigo empezaremos a formar un ejército" más bien parece mi equipo de rescate personal, no soy un gran luchador, solo les hago perder el tiempo...

   —Creo que llegó la hora de al menos dar mi vida por ellos, de ofrecerle algo a este mundo.

   —¡Ya basta! ¡Aléjate de ellos!

   Con ese enorme grito todo quedó en calma, nadie se movía asombrados al verme...

   Todo está en calma, nada se mueve, pero aun el humo se está disipando no puedo ver con absoluta claridad, me siento extraño de nuevo, es eso de antes creo que se llama adrenalina, pero al parecer esto es como mil veces más fuerte.

   —¿Quieres destrucción? ¿Quieres morir? Dime... ¿Qué quieres maldita bestia?

   El ogro soplo con todas sus fuerzas en dirección a mí, su aliento es terrible, como una cloaca de más de mil Klips, no hay más neblina, los demás están atónitos de verme, su cara de asombro es como la de una persona al ver un fantasma.

   Voltearé hacia atrás a ver si hay algo detrás de mí...

   —No... ¿No puede ser?

   Es un enorme hoyo, ese árbol está al borde ser consumido por un enorme cráter, y... Ahí, ahí... Estaba yo, postrado con suma calma, ¿Habré muerto? No lo sé... Pero si ahora estoy aquí es por algún motivo... Y creo saber cuál es...

   Todo a mí alrededor comienza a revolotear dando giros rápidos envolviéndome en un remolino de tierra y aire, del suelo brota una gran corriente de aire, la cual solo podía ver, más no sentir, estelas azules me envuelven de alguna manera... ¿Qué pasa?

   Mi cuerpo se está alistando en posición de ataque dejando ligeramente mi torso hacia atrás mientras me encorvo un poco para posicionar con mayor precisión mi centro de gravedad con el punto indicado de equilibrio.

   Los brazos están a la altura de la cabeza; Los dos al casi juntarse forman un semicírculo, en el centro de esa imaginaria esfera comenzó a revolotear sin cesar una energía de color blanca con un toque de azul en el borde, lentamente más y más partículas llegan a ella.

   Mis extremidades no aguantan la presión, no puedo hacer nada estoy estático de nuevo viendo como mi cuerpo pelea por si solo... Tampoco es la primera vez que lo hace, es como un arma secreta dentro de mí. Como otra personalidad, que solo sale a relucir justo cuando la necesito, al parecer es el único poder que tengo. Estoy rodeado de Héroes fuertes con poderes distintos. Que por supuesto usan a su propia voluntad mientras que yo... Dependo de otra parte de mí mismo, para luchar. Bueno, debo aguantar lo más que pueda para que sea lo que sea que esté planeando sin decirme a mí mismo... Funcioné.

   —¡Gúltar! Échame una mano, distráelo... ¡Vamos! ¡Ve ahora!

   Gúltar se puso en marcha en cuanto terminé de hablar, poco a poco se veía exhausto el gigantesco Ogro por alguna razón inaparente, no sé aún que es lo que estoy haciendo, tampoco conozco que está planeando mi cuerpo, la bola de energía se hace cada vez más y más grande, mientras mi control sobre ella desciende cada vez con el pasar de los segundos, de pronto comenzaron a salir rayos tenues de luz de esa conglomeración de energía...

   Tegna está delante de mí... Todos tienen una manía con protegerme, o acaso pensará que soy su puta. Ha, la verdad de aquí la puedo ver, poco... Pero puedo, sus piernas son hermosas, no son ni delgadas ni gruesas, simplemente están muy bien proporcionadas, lleva unos shorts, los cuales dejan ver mucho de esas hermosas piernas, sé que ella está enamorada profundamente de Gúltar, pero... Como quisiera que me prestase atención.

   En qué demonios estoy pensando. Debo seguir conteniendo esto. Está esfera se hace cada vez más grande, mis brazos no aguantarán más, a Gúltar se le ve cansado peleando cuerpo a cuerpo con la bestia, sus golpes son certeros pero su posición es la que me tiene un poco preocupado. Y yo aquí mirando deseoso a Tegna. Lamentándolo mucho soy un caso perdido.

   —Guao, esta bola es enorme, mis dedos sienten el revólver del Wakfu.

   Se siente como el nido de muchas abejas encima de mis dedos todas al mismo tiempo posadas.

  —AAhhhgrrr... Mucho poder...

Mis ojos se desviaron de la batalla de nuevo, está vez no estoy ni en la isla, como tampoco en mí ciudad natal... Como por menos en alguna parte del mundo.

—Otra vez este puto cuarto...

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2016 ⏰

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