Su voz es demasiado baja, no puedo entender bien lo que me dijo. Pasado ese comentario una Feca apareció con otros nueve miembros detrás de ella, la Feca es una mujer alta, mide casi un metro con ochenta centímetros, su pecho... Bueno, podríamos decir que talla mediana, su figura esbelta y definida, de sus piernas se observaban sus músculos definidos, un verdadero espectáculo al ojo, su piel pálida con suaves toques de rosado que hace que su rostro resalte con el rubor de sus mejillas, sus ojos penetrantes de color azul zafiro, tan atrapantes como la comida para un milubo, en su brazo izquierdo un escudo de energía que revolotea por el Wakfu que corre a través del.
Sus ojos se tornaron de color rojo carmesí, seguido gritó con una descomunal fuerza...
—¡¡Gúltar!! ¡Ven aquí! ¡Pedazo de vago!
Ese grito me hizo retroceder un poco, mientras Gúltar ligeramente se esconde detrás de mí con las orejas gachas.
—Protégeme chico, ella está loca...
Solo puedo pensar en. ¿Cómo mierdas, piensas que yo, pueda contra ella? Solo su voz me hace temblar...
—Hola, chico. Lamento que te envuelvas en este asunto... Pero necesito que me entregues a la basura que se está escondiendo detrás de ti.
Sé que solo pocas veces he tomado decisiones estúpidas en mi vida, aunque creo que esta vez no es una excepción a la regla. Gúltar necesita a un amigo, no puedo dejarlo tirado como lo hacen todos. Eso no es lo que querría mi hermano, aunque dudo bastante de lo que voy a hacer...
—¡No! ¡No te lo entregare! —Dije con el tono más firme que pude.
—¡Él es mi amigo! —Me levanté y logré ponerme en posición de batalla, mientras Gúltar estaba de rodillas detrás de mí. No sé que estoy haciendo, ni mucho menos en que me puedo meter. Pero aun así... —¡Si lo quieres, tendrás que matarme!
Los Zafiros de ella se tornaron de nuevo de color azul, su cara de sorpresa es algo que jamás, repito. Jamás pienso olvidar.
Su escudo está al frente obligando al cuerpo a estar un poco retrasado, lo que claramente me indica que se está preparando para enfrentarme. De pronto la Feca es interrumpida desde atrás de su posición. Por una, Hermosísima Aniripsa, la cual solo de verla no puedo respirar bien, no es el mejor momento para que una cosa como esta pase. Su cuerpo tiene un brillo leve, sus alas de plumas tan blancas como las nubes y su piel tersa rosada pálida, sus labios carnosos entintados con color rojo intenso además de luminosos como el fuego en la más oscura noche de invierno, que con cual dulzura combinaba con su vestido en el mismo atrapante color, el mismo tenía unos bordados en dorado. Una delicada flor se estaba posando frente a mí, solo pude sonreírle como cual tonto mira a la flor naciente... Estaba en una posición de ataque en la cual ella me volteo a mirar soltando una pequeña sonrisa y con su voz angelical, se dirigió a la Feca...
—¿Qué estás haciendo? Es solo un simple chico. —Su Comentario, me duele quiero impresionarla. Pero al parecer solo soy un simple chico, la Feca por su lado siguió con la conversación sin inmutarse.
—No me importa lo que sea. Se está interponiendo entre el desgraciado de Gúltar y yo...
—Tegna, te lo he dicho más de treinta mil veces, no puedes hacer que alguien te amé a la fuerza... Eso no es digno de una dama...
No puedo contener la risa que nace en mi interior, ella está dispuesta a enfrentarme solo por obligar al vago de Gúltar a que la amé.
Las carcajadas escapan de mi boca mientras trato de contenerlas tapando mis labios con la palma de mi mano.
Tegna por su lado está sumida en vergüenza me mira fijamente con una mirada petrificante, como si quisiese envolverme en hielo o quizás diamante, mientras, Gúltar sigue despavorido detrás de mí, las carcajadas de aquella hermosa chica era como escuchar a los ángeles reírse con suma dulzura... Su mano tapaba sus musicales risas, las cuales quería contener aún más que yo, ya que era su amiga la que se estaba poniendo en evidencia.
Creo que por fin me siento medio a gusto con ellos, es como si alguien de verdad me respetase, como si fuese mi lugar, como si ellos fueran mis amigos, de verdad puedo sentir la calidez de la compañía con otros, al fin disfruto de las personas quienes están a mi alrededor...
Todo fue interrumpido por un gran terremoto, el cual nos sacudió a todos cayendo al piso sin poder contener aquella fuerza, la Aniripsa, quien inteligentemente desplegó sus bellas alas para levitar levemente encima de aquel extraño césped...
Un rugido surgió de entre los arboles hizo que los corazones de todos temblasen, provenía de una enorme bestia parece un gran Ogro, pero con demasiados esteroides, por lo que puedo ver de reojo mide como cinco metros de alto, mientras que su gran barriga resalta, tiene muchas runas por todo su cuerpo, las cuales divagada mente reconozco había estudiado algo, aunque muy poco acerca de las runas en aquel momento, es más... Lo poco que conozco, lo sé gracias a mi querido amigo Dathuz, quien amablemente me ha enseñado, siendo mi maestro durante años... Él cuerpo de la bestia es color gris como el concreto y sus runas de color blanco, en su cabeza estaban dos cuernos bastante pequeños, sus patas son pesuñas negras como la noche, de él brota un aura siniestra, al verlo, mi corazón dejó de latir por algunos segundos, nosotros. Todos, quedamos completamente paralizados al ver aquella bestia...
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Flujo del Stasis
FantasyEl mundo de los doce, una vez llamado Dofus y otra Wakfu... Por entonces en el antiguo mundo las cosas florecían de manera apacigua con sus habitantes. Las tragedias ocurren, los seres benignos resplandecen en los instantes menos esperados, el do...