Cigarrillo ~ Francisco Durán

548 21 11
                                    

¿Cuánto sufre uno teniendo un platónico? Demasiado, mi amor platónico Francisco Durán se está divorciando, como el dijo esta muy triste y yo también me pongo triste al saber eso si tan solo pudiera ayudarte Francis.
Pienso todo esto mientras estoy en una discoteca en el piso de arriba, viendo como todos bailan y yo estoy apartada fumando y pensando en "mis asuntos".
De la nada alguien me toma por la cintura y me dice
-¿Me invitas?- seguido de decirlo me arrebata de las manos mi cigarrillo.
Reconozco la voz al tiro, es Francisco Durán, volteo para verlo fumar luego de un rato de silencio me da mi cigarrillo de vuelta y me susurra a la oreja
-Gracias, preciosa- me da un beso en la mejilla y se va.
Se me pusieron los pelos de punta y quedé paralizada.
Luego de una hora lo vi en el piso de abajo en la barra, al lado de la pista de baile, decidí bajar e irme a bailar. Me pide a su costado y empecé a bailar, el me miraba mientras yo movía mis caderas al compás de la canción la cual era perfecta para la ocasión (n/a: reggeaton no por si a caso) el me miraba sonriendo, y de un momento a otro me tomo de la mano y me llevó hacía un lugar en donde no había nadie.
Me estrechó contra la pared con suavidad y me comenzó a besar, obviamente yo le seguí.
-¿Cómo te llamas?- me preguntó con voz ronca
-Paz- respondí con tono firme- ¿Prefieres ir a mi casa?-
-Me encantaría- dijo
(...)
Cuando ya estábamos en mi casa miró impresionado todos mis discos, tenía todos los discos de Los Bunkers pero también tenía todos los de The Beatles y The Kinks, tengo 3 de Sting y todos los de Nirvana, y seguiría diciendo pero son demasiados.
-Bueno ¿vinimos a mirar discos, o a otra cosa?- pregunté, Francisco me comenzó a besar y sacar la polera, yo hice lo mismo con la suya, enrosqué mis piernas en su torso y nos dirigimos a lo que Francisco creyó era mi habitación, en realidad era la de huéspedes, pero ¿qué más da? Vinimos a lo que vinimos.
A la mañana siguiente, me desperté y Francisco ya no estaba, me maldecí a mí misma porque mi platónico vino, tuvimos sexo y se fue.
Me dirigí al comedor y ahí había una nota con mi nombre
Paz:
Tuve que irme por una de la que pronto será mi ex- esposa, me gustaría haber sido más cortés y haberme despedido en persona.
Pero lo bueno es que anoche la pasamos la raja, perdón digo súper bien, y espero que se vuelva a repetir, así este es mi número: 991******
Llámame!
-F.D
-Uh, claro que se repetirá primor- dije con la nota en mis manos.

one shots - los bunkersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora