Miro por la ventana de mi habitación, demonios era tarde, de nuevo me había quedado dormido, todo en mi puta vida son fiestas y mas fiesta, pero era lo único que me hacía olvidar todo, algún día tendría que dejar todo esto fuera de mi vida, pero mientras tanto dejaría que todo fluyera con el paso del tiempo.
Hoy era fin de semana y como siempre, Max, mi mejor amigo se encargaba de organizar fiestas e invitar a todo el instituto, no éramos los más populares, pero se nos conocía por follar con cuanta chica bonita se nos cruzaba, no es que fuera verdad, pero con esos simples comentarios o te ayudaban a relacionarte o te hundían como un jodido idiota.
Max estaba organizando una buena fiesta, yo me encargaba de emborrachar a la gente y besar a cuanta chica bonita se cruzará en mi camino.
Era tarde y tenía que arreglarme para ir a la fiesta, algunas sólo quería quedarme en casa y disfrutar de mi día, pero me jodia toda la semana trabajando y tenía que disfrutar un rato.A Max, lo conocí cuando íbamos en la primaria, recuerdo que el me salvo de que me dieran una paliza, esos chicos eran dos años más grande que yo y eran 3 malditos mocosos, recuerdo que yo me negaba a darles mi almuerzo, pero ellos arrojaron toda mi comida al suelo casi haciéndome llorar, Max apareció y los alejo de mi y me compartió del suyo, después de eso fuimos inseparables, pero todo cambio cuando entramos a la preparatoria, yo ya no era más el chico débil y flacucho con varios años de entrenamiento había hecho músculo, el chico débil de la primaria había quedado atrás: alto, piel canela, pelo castaño,barba, un tatuaje en el brazo izquierdo y ojos color miel eran algunas de las características que tenia y hacían que nunca pasara desapercibido para nadie y eso con solo 19 años de edad.
Ahora era yo quien tenía que salvar el culo de Max.
No es que fuera el mejor, pero la vida te enseña a enfrentarte a todo sin tener miedo, mi vida no era la mejor pero al menos trataba de fuera así.
Algunas veces me encargaba de hacer carreras de motos clandestinas, no era el mejor negocio, pero te dejaba una gran cantidad de dinero, lo suficiente para pagar las deudas y dormir en la calle, además tenía un pequeño taller de autos.
Max, era el chico de las fiestas en su casa, también con 19 años de edad, parecíamos hermanos, todos comentaban eso, él es un poco más bajo que yo, para ser exactos 10 centímetros más bajo, mide 1.70 m, ojos color verdes, cabello negro, su cuerpo es algo parecido al mío, a excepción de que a él no le gustaban los tatuajes a mi me encantan y sin barba.
Sus padres se la pasaban viajando por negocios, Max siempre ha sido el chico rico que todo soluciona con dinero, no es algo de lo que me queje.
En cambio, yo, sólo vivo con mi madre, es enfermera, no vivimos mal, nos gustaba trabajar a ambos así que el dinero no nos hace falta pero tampoco nos sobra,cuando las clases terminan en el colegio lo primero que hago es ir a mi pequeño taller mecánico, no es la gran cosa pero es mío, mi madre por su lado que se la pasa todo el día en el maldito hospital, turno de noche, nunca la veo, son raras las ocasiones que coincidimos, mi padre por su parte, es mejor no hablar, él desgraciado nos abandono cuando yo era un niño de 6, años se fue con otra mujer y nunca más volví a saber de él.Hola bebés espero que les agrade esta historia, espero contar con sus votos.
Estaré subiendo capítulos los miércoles.
Los quiere Fany
Besos
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DANIEL
Fiksi RemajaLa vida es una mierda, las cosas que más quieres te las arrebata de las manos como agua, Samantha era especial para mi, pero como todo en la vida, eso nunca dura para siempre. Aquello ojos color avellanas reflejaban pureza y amabilidad, pero todo...