Capitulo VI

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Al día siguiente marqué rumbo nuevamente al palacio del té.

Al llegar se repitió la misma escena del día anterior, la misma secretaria estaba en la misma mesa pero esta vez tenía una enorme botella de vidrio en una mano, ahora bebía vodka, qué sorpresa.

—Baja las escaleras.—me dijo.

—¿Escaleras?—miré alrededor. Un camino de escaleras salió a la luz tras la amigable secretaria.

Aquel día mi sarcasmo se hallaba desbordante, woah.

—Mi nombre es Poe.—me dijo antes de que me dedicase a bajar las escaleras.

—¿Como el escritor?—pregunté. Ella asintió, yo solo me giré y bajé las escaleras.

Estuve bajando un rato, a penas llegué a suelo firme un joven me recibió.

—Mi nombre es Atlas.—me tendió la mano, yo examiné esta y luego correspondí su saludo.

—Alaska.—

Atlas tenía el cabello corto, de un profundo color negro y unos ojos de color gris que parecían congelar todo a su alrededor. Realmente era bien parecido, no puedo mentirme diciéndome lo contrario.

—Lindo cabello.—comentó y me invitó a seguirlo por el pasillo, eso hice.

Hacía unas semanas me había teñido el cabello de blanco, originalmente había sido negro.

—Seré tu guía por las instalaciones y tu mentor hasta que puedas valerte por ti misma.—dijo. Yo solo asentí y seguí caminando.—Se suponía que este puesto estuviese ocupado por Evan, pero se han presentado... Ciertos inconvenientes.—me miró de reojo y siguió caminando.—Como sea, espero que disfrutes tu estancia en la cede, será como tu segundo hogar.—se detuvo frente una puerta.

—Vamos a iniciar probando tus capacidades, luego iremos con el estudio teórico y por último una prueba de campo.—abrió la puerta.—Esta habitación posee las mismas propiedades que la recepción de el palacio de él té, puede modificar su entorno a gusto y crear objetos tangentes como inteligencias artificiales y objetos materiales, su nombre es Poe, nombre cortesía del genio que la creó, Winston W. Poe.—

Y aquello explicaba el que la secretaria cambiase de forma. Realmente estaba sorprendida. Estas personas vivían, prácticamente, en el futuro.

—Debes sobrevivir a, por lo menos, 5 de las 10 pruebas de entrenamiento.—dijo.—Si mueres, pues, espero que ya hayas escrito tu testamento.—abrió la puerta, yo tragué y lo miré.

—Estas bromeando.—fruncí el ceño.

—Sería una broma muy divertida.—una sonrisa se marcó en su rostro.

—No es divertido de ninguna forma.—me giré y entré a la habitación, él entró junto a mí, cerrando la puerta tras el.

Atlas se dirigió a un panel que se encontraba paralelo a la puerta, seguidamente comenzó a, aparentemente, configurar la habitación.

Se giró hacia mi.

—Suerte.—

Y la habitación llena de paneles negros se tornó una jungla, Atlas, de igual forma, desapareció.

Frente a mí habían tres altares pequeños con tres objetos.

Un espejo, una piedra y una soga.

En el espejo estaba escrito.

"Úsalos como te sea conveniente y logra tu objetivo."

Cual fuese el que fuese el susodicho objetivo.

No Practical Hunter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora