Nagisa retrocedió aún más luego de escucharlo decir aquello, ¿bolsa de alimento? Su labio tembló, no, no le podía estar pasando eso, ¿por qué había ido a buscarlo? No comprendía. Miró su sonrisa torcida y esa mirada clavada en su cuello, no tenía escapatoria.
—Mi marca sigue ahí, ¿intentas ocultarla? —le preguntó el vampiro dándose cuenta del maquillaje que había empleado para taparla. Nagisa no respondió—. Ven conmigo.
Rei tomó a Nagisa de la mano y lo haló hacia los baños. Cuando Nagisa vio hacia donde lo llevaba, intentó resistirse aún más, pero su fuerza no era nada a comparación de Rei. Una vez dentro cerró la puerta poniéndole el pestillo. Nagisa aprovechó que lo había soltado para huir lo más lejos de él, lo cierto era que no tenía por donde escapar, estaba encerrado con un chupasangre en los baños de la escuela.
—¿Qué quieres?, ¿por qué estás aquí? —no pudo evitar que su voz sonara asustada.
—Tú ya sabes lo que quiero, no hagas preguntas estúpidas —respondió acercándose a él.
—Los vampiros no hacen eso, no buscan a los humanos que muerden —todo su cuerpo temblaba, el nunca fue bueno para ese tipo de cosas, ahora moriría en un simple baño, que buena manera de despedirse del mundo.
—Exacto, porque ningún humano sale vivo de esto. Yo te dejé vivir —Nagisa se quedó sin palabras, eso era verdad, lo había dejado con vida, ¿pero por qué?—, en pocas palabras me perteneces.
¿Pertenecerle? Claro, sólo lo veía como una bolsa de alimento. Se mordió el labio, pero esa acción hizo que el vampiro acortara toda distancia entre los dos. Nagisa sintió nuevamente su cercanía, su olor… Rei puso ambas manos en su cuello pero sin lastimarlo, con su pulgar masajeó el área donde lo había mordido antes, intentando quitar el maquillaje poco favorable a la piel perfecta de ese humano.
Pasó su lengua por encima de los puntos ya cerrados en su piel. Con su otra mano sujetó la parte de atrás de su cuello, tocando y acariciando sus cabellos. Sus colmillos se fueron alargando, si lo mordía del otro lado era probable que tuviera más marcas, y aunque Rei era cuidadoso en ese aspecto para evitar futuras cicatrices, casi siempre quedaban pequeños puntos, imperceptibles a simple vista, pero cicatrices de igual forma.
—¿Por qué me dejaste vivir? —escuchó su voz. Había estado a punto de morderlo.
¿Por qué? Rei sabía la respuesta, estaba consciente de que no era precisamente por su preciosa sangre, había algo más en ese chico que le gustó, atracción física, algo que nunca le había sucedido con otra persona, ni siquiera en su raza.
—Porque me resultas físicamente deseable —la mandíbula de Rei bajó al suelo.
—¿QUÉ? —Rei tomó su barbilla para hacer que lo mirara con atención.
—Eres mi humano ahora porque te he marcado —Nagisa no tuvo tiempo de pensar a qué se refería.
Sintió unos helados labios posarse sobre los suyos casi de manera fantasmal. Quedó helado, ¡lo estaba besando! Sintió su cuerpo flaquear, pero, gracias a que se mantenía pegado a la pared y frente a él tenía al vampiro, no cayó. Rei se hizo paso entre su boca metiendo su lengua y saboreando cada rincón del pequeño, todavía con el alma fuera del susto y la sorpresa.
—Mío —declaró luego de cortar el beso. La cara de Nagisa tomó un tono rojo luego de procesar todo lo acontecido.
Tuvo que sujetarse de su chaqueta negra para evitar caer, inmediatamente después de decirle aquello Rei lo mordió volviendo a abrir las viejas heridas de su anterior mordida. El dolor fue mil veces peor, Nagisa gimió por la sensación ardiente debido a los colmillos, pero no perdió la conciencia.
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MONSTER † Makoharu †
RandomPareja: Makoharu Está historia no es mío, tanto que la ame no se puede copiar! Gracias ∞