Sin darme cuenta llegué hasta un lago precioso donde habían flores por todas partes y se transpiraba paz.
De repente empecé a escuchar mi nombre de alguien que no lograba reconocer, hasta que me di cuenta de que era Tate quien me llamaba. Intenté esconderme pero me resbalé y caí a la orilla del lago, desde donde pude ver como Tate corría hacia mí.-¿Estás bien?
-Sí-dije tratando de levantarme.
-Ven-dijo Tate mientras me ayudaba.
-Me duele el tobillo-dije intentando caminar.
Sin decir nada, Tate me cogió con cuidado entre sus brazos y me llevó a una zona más alejada donde me dejó cuidadosamente sobre la húmeda hierba.
Desde aquel día, Tate y yo nos veíamos cada día. Recordábamos algunas cosas que hacíamos de pequeños y solíamos venir a este lago, donde nos quedábamos tumbados en la hierba mientras reíamos al decir las formas que observábamos en las nubes.
En menos de un mes empezaría las clases y estaba aterrorizada pero me calmaba pensar que Tate estaría a mi lado.
La relación con mi padre era neutra, fingía que se preocupaba por mí y yo que le hacía caso pero cada uno llevaba su vida y en el poco tiempo que estaba en casa, trataba de estar con Tate o encerrada en la habitación.
Después de varias horas fuimos a casa y antes de entrar, de forma inconsciente abracé a Tate. Me alegró que respondiese a aquel abrazo pues me sentía protegida a su lado.
-Nos vemos mañana-dijo con una pequeña sonrisa tras separarse un poco sonrojado.
Al entrar en casa vi a mi padre haciendo la cena, así que le saludé y me dirigí a la habitación para ponerme ropa cómoda.
-Voy a salir pero te he dejado la cena hecha-dijo tras llamar a la puerta de mi habitación-cualquier cosa me avisas
-Está bien - dije saliendo de la habitación, viendo lo arreglado que iba.
...
Mi padre no había dormido en casa pero no era de extrañar, casi nunca estaba aquí.
-Hoy quiero llevarte a un sitio especial - escribió Tate.
Tras responder a su mensaje me levanté de la cama y tras limpiar un poco la casa me arreglé de forma simple. No solía arreglarme mucho y aunque tenía inseguridades hacia mi aspecto físico, reconocía que con Tate no me sentía tan mal. Aunque una parte de mí pensaba que sí no fuésemos amigos de la infancia, nunca se hubiese fijado en mí.
Después de unas horas escuché como el timbre de casa sonó, por lo que cogí mis cosas y salí, viendo a Tate con una enorme sonrisa.
-Estás preciosa-dijo mientras cerraba la puerta.
Comencé a caminar a su lado mientras cubría mis mejillas sonrojada con varios mechones de mi cabello y le miré un poco nerviosa.
-¿A dónde vamos? - pregunté curiosa.
-Desde luego no iremos a un sitio más bonito que tú - dijo mientras soltaba una pequeña risa.
En aquel momento mi sangre hervía y aunque no me podía ver, aseguraba que estaría como un tomate.
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Visto con otros ojos -Tate Langdon y Tú-
Fiksi Penggemar_______ Del Prado es una joven que aparenta ser feliz como se supone que todos a su edad han de serlo, pero tras ser abandonada por su madre a los 12 años, se ve obligada a vivir con su padre, desatendida completamente y maltratada, decide autolesio...