El primer día de clases fue uno de los peores. En la primera hora, entré a una clase equivocada. Así que terminé aprendiendo un poco de administración, ese día.
Classic – Mkto
En la segunda hora conocí a la chica que gritaba tanto el día del examen. Realmente, fue muy amable.
- Hola, soy Melissa ¿Como te llamas? – dijo con su voz chillona.
Me quedé sorprendido durante un momento, ya que no conocía personas que hicieran eso, presentarse tan pintoresca y bulliciosamente, pero igual le respondí:
- Soy Nick.
- Mucho gusto Nick – dijo con su voz chillona.
Ese día no vi a Tayly, pero conocí a mis compañeros de carrera. Pasé esos días pensando en Tayly y preguntándome: Si ella se veía tan segura de que aprobaría el examen, ¿Por qué no ingresó?
Un día, en clase de lenguaje, yo acababa de ingresar al salón. Estaba resignado, pensando que no la volvería a ver nunca más en la vida. De pronto, alguien tocó la puerta y asomó la cabeza dentro del salón. Era ella, era Tayly.
- Miss, ¿Puedo entrar? Se me hizo tarde en mi anterior clase – puso una cara de suplica y apoyó todo su peso en la pierna derecha.
- Está bien, pasa – le dijo la profesora. Mi corazón latió rápido, estaba feliz por volverla a ver.
Me miró desde la puerta, sonrió un instante, había un lugar vacío al lado mío. Estaba por dirigirse hacia mí, cuando una de sus amigas la llamó desde el otro lado del salón.
- ¡Tay! ¡Ven, te hemos guardado un sitio! – gritó una de ellas. Ella era tan hermosa como Tayly, su cabello era lacio, era castaña, con unos mechones californianos, y se veía que estaba a la moda. Así que el hecho de que su amiga se sentara al lado de alguien que no lucia como un modelo de revista, le causaba entera desesperación y repugnancia
Y aunque no hubiera un sitio para que Tayly se sentara al lado de ellas, le pidieron el favor a uno de los chicos que moría por ellas, para que se sentara en otro lugar y así, Tayly pudiera estar al lado de ellas.
Al concluir la clase, Tayly y sus amigas salieron del salón halándola del brazo. Ella me mostró una cara de tristeza, y disculpas; mientras una de sus amigas le contaba lo "paja" que iba a estar la fiesta del "Finde", en casa de Rasec.
Mis amigos, se acercaron a mí y fuimos a nuestra siguiente clase. Yo no pude hablar más con Tayly ese día, ya que sus amigas siempre estaban sobre ella, como unos buitres cuidando a un moribundo.
Pero ese día me enteré que ella estaba estudiando otra carrera, así que la vería sólo los martes y viernes en clase de comunicación.
La verdad, es que eso era suficiente para mí. Me conformaba con sólo estar a metros de ella. Ya quería que fuera martes o viernes, para volverla a ver.
Yo iba a la biblioteca, todos los días, con mis amigos. Melissa era muy buena en los cursos, así que decidí acercarme a ella, para poder aprender más cosas. Tener personas así a tu lado, ayuda a que seas mejor. Ariel, su otra amiga era muy divertida. Horu, era un maestro de la pintura. Y Donovan, tenia un muy buen gusto musical, el cual era afín al mío. Y creo que no hace falta recalcar que, todos eran muy buenos en lo que hacían. Recuerdo que mientras estaba en las salas de estudio con ellos. Yo era feliz.
Llegó el martes y mi primera clase fue Comunicación. Yo estaba muy emocionado, Tayly llegó más temprano que sus amigas. Se sentó a mi lado y conversamos por un momento, antes de que viniera la profesora.
- Hola – dijo ella, sentándose en el asiento que estaba a mi costado derecho – Siento lo de la vez pasada, mis amigas me quieren mucho, y casi no me sueltan para nada jajaja – ella rió – Ya sabes, amigos.
- No, no te preocupes, – dije embobado, su sonrisa era lo más hermoso en este mundo – no pasa nada.
- Sí, ellos son muy buenos.
- Disculpa ¿Tú estás estudiando Derecho, cierto? – pregunté.
- Sí, me gustaría, un día, poder hacer que las cosas funcionen mejor por aquí – dijo refiriéndose al país.
- Sí, eso sería muy bueno – sonreí – no dudo que serás una buena abogada. Ojalá un día me defiendas... – ella me miró extrañada – No, no es que vaya a hacer algo malo... – ella sonrió de nuevo – Sólo quería decir que si sucediera... Pero claro que no quiero que suceda... Bueno, sí, pero sólo para ver que tal... – ella se rió de nuevo – Bueno, mejor no... Ya no sé lo que estoy diciendo.
- Eres muy lindo, me haces reír – la profesora ingresó en ese momento a la clase –. Bueno, chico malo, la profesora ya llegó, así que me voy. Mis amigas me llamaron para que les guardara sitios. Y aquí está muy lleno.Sí, no te preocupes.
Sus amigas llegaron un minuto después. Se sentaron a su lado. Las tres eran muy bellas, pero seguían siendo chicas que no pueden ser alcanzadas por alguien normal. Y aún así los chicos seguían viéndolas cada vez que pasaban. Como soñando que un día alguna de ellas les diría que quería salir con ellos.
La profesora fue a traer unas copias y uno de los chicos aprovechó para tratar de hablarle a una de ellas.
- Hola amiga, eres muy linda ¿Me das tu número? – dijo el chico, él era uno de mis amigos.
- ¿Tienes auto? – preguntó ella, viéndolo de arriba para abajo.
- No, pero...
- ¡Saj qué! No le doy mi numero a cualquiera y mucho menos a wachiturros, como tú! O sea, busca un mapa y ubícate, ¿Manyas?
El chico se quedó callado y no supo qué decir. La profesora entró y repartió las copias. Las chicas actuaron normal, Tayly no supo qué decir tampoco, ante esa situación. Me miró de reojo y se concentró en lo que la profesora decía.
Make You Mine – PUBLIC
Luego de eso tuvimos unas horas libres. Nos fuimos hacia el campo de atrás con mis amigos y nos pusimos a conversar.
La chica que había rechazado a uno de mis amigos, Luciana, estaba cerca con el resto de sus amigas y unos chicos que sí parecían modelos de revista. Y ella le dijo al otro.
- ¡Se acercó a mí y me dijo "¿Me pasas tu numero?", o sea ajjj! ¿Cómo le iba a dar mi numero a un wachiturro? ¡Alucina! – giró su rostro a nosotros, y luego discretamente le dijo a uno de sus amigos – Saj qué, está por allá. ¡No entiendo por qué en la U dejan ingresar a este tipo de gentuza! Lit me muero del asco, hasta deben estar vendiendo habitas saladas, frunas o esas cosas que te venden en los semáforos, mientras te limpian el parabrisas.
Todos la escuchamos apenados, pero no dijimos nada.
Luego todos ellos, se fueron al estacionamiento, se fueron en un auto convertible muy hermoso.
Yo busqué con la mirada a Tayly, entre todos ellos, pero no estaba. Así que me calmé un poco, ya que no me imaginaba a Tayly apoyando todo eso.
Fui a la cafetería y mientras caminaba por el pasto para llegar al edificio, encontré a Tayly. Ella sonrió, y me llamó por mi nombre.
- ¡Hey, Nick! Rasec va a hacer otra fiesta estos días. Me gustaría que vayas, para conocernos mejor y ya sabes para divertirnos un poco – ella sonrió, yo no podía negarme a esa sonrisa. Creo que ella lo sabía.
- Sí, me encantaría, me falta divertirme un poco – ¿Me falta divertirme un poco? ¡WTF! ¡Por qué dije eso!
- Genial, te envío la dirección por WhatsApp, este es mi número – Mientras yo trataba de apuntar bien el numero, no podía dejar de pensar en lo hermosa que se veía.
Luego, se fue. Su mayordomo había llegado a recogerla.
No podía creerlo. ¡Tenía el numero de Tayly! E iría a una fiesta con ella! ¡No lo podía creer! Era como un sueño, hecho realidad. Ella me había invitado y me había dado su numero. ¿Y ahora? ¿Qué haría en esa fiesta?
¡Yo nunca había estado en una fiesta de pitucos! Mi rostro de satisfacción duró muy poco.
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Cool Kids [Libro 3 Saga Cool Kids]
Ficção AdolescenteNick es un chico que ve cómo Tayly, la chica de la cual él está enamorado, está con otro chico. Él nos cuenta la historia de su enamoramiento y todo el sufrimiento que tuvo que pasar hasta el día en que ella por fin lo vio con otros ojos. Para ello...