Capítulo 3: La Fiesta.

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Había llegado a mi casa hacía unas horas. Estaba esperando que Tayly me respondiera el mensaje, que le había escrito al WhatsApp. Ya eran las cuatro de la tarde y aún no respondía al "Hola, soy Nick ¿Qué haces?" El mensaje aparecía como leído y la última conexión que tuvo, fue un minuto después de haber leído mi mensaje.

Habían pasado ya, unas horas, desde que le envié el mensaje.

Please, Please, Please, Let Me Get What I Want – The Smiths

Ya me había resignado a que ella quizá no quería hablarme. Así que me puse a hacer tareas de la Universidad y a tratar de sacarla de mi mente. Ya que ella no estaba interesada en mí, entonces ¿De qué servía que yo siguiera pensando en ella?

¿O quizá podría tener una oportunidad? Pero eso no lo sabía con exactitud, era sólo una suposición. Pero, si ella no estaba interesada en mí ¿Por qué me había dado su numero de celular? O ¿Quizá sólo quizo ser cordial conmigo? Quizá yo sea uno más de sus amigos. Quizá ni me vea de la forma en que yo la veo.

Pero entonces, ¿Por qué siempre estaba interesada en hablar conmigo? Eso no hacen las chicas que no están interesadas por cierto tipo de chicos. ¿No?

Toda esta situación estaba volviéndome loco y no me dejaba concentrar en la presentación que tenía al día siguiente.

Cuando hube terminado, con gran dificultad, de hacer todos mis deberes; vi en mi celular, que un mensaje había llegado hacía unas horas. El remitente: Tayly.

- Siento no haberte respondido, estaba en clases de inglés. Y el profe casi me quita el móvil.

¡Yo no podía creer que la había juzgado mal! Pensé que yo no le interesaba. Pero ese leído, fue porque el profesor le dijo que guardara el celular o algo parecido. Me sentía culpable por pensar que ella era igual a sus amigas. Pero no, ella es diferente.

Yo sé que ella siente algo por mí. Lo sé en el fondo. Lo siento en mis huesos. Y claro que yo quiero estar con ella. Ella es hermosa, divertida, inteligente, humilde y sus ojos son algo inexplicable. Cada vez que los miraba sentía que el tiempo se detenía y su sonrisa, hacía que cada vez más, yo me enamorara de ella. Cuando la veía, mi mundo era un lugar mejor.

Respondí lo más rápido que pude.

- Siento no haber respondido hace un rato, estaba haciendo algunas tareas

Ella respondió dos minutos, después.

- No te preocupes ¿Quieres que te dé la dirección de Rasec?

Le respondí de inmediato.

- Sí, gracias. ¿Es muy difícil aprender a hablar Inglés?

Ella leyó el mensaje y esperó unos segundos, antes de enviarme la dirección de Rasec.

- Calle Vicce 512. No, es muy fácil. Mientras más practiques se hace más fácil.
- Estás segura de que puedo ir a la fiesta? ¿No tengo que estar invitado?
- Jajajaja, claro que no. Bueno y si sucede algo, yo te invité ¿No?

Ese "Yo te invité", me llenó de emoción. Por supuesto que ella me invitó. Ese hermoso y bello ángel me invitó. Y por supuesto estaba interesada en mí.

- Genial estaré allí. ¿Con quienes practicas inglés?
- Con mis amigas, ellas lo dominan muy bien.
- Quisiera estudiarlo y cuando lo aprenda, quizá podamos practicar juntos.
- Sí, claro que sí. Me parece muy bien.

Después de eso no supe que más decirle. Así que lo dejamos allí.

Los días siguientes, yo alisté cada aspecto que pudiera hacerme pasar una mala noche en esa fiesta. Alisté mi traje, mis zapatos, mi corbata, mi camisa. No había ido nunca a una fiesta pituca. Así que supuse que todos irían elegantes, que habría licor caro y que todos bailarían amenamente. Como en las películas de gente esnob. Quizá no sería tal cual estaba en mi mente, pero algo parecido habría de ser ¿No?

Llegó, por fin, el día y yo estaba totalmente aterrado. No sabía qué debía hacer. Me duché como tres veces. Mis zapatos estaban bien lustrados, mi terno estaba listo y mi camisa planchada. Mi peinado era perfecto. Creo que nunca en mi vida, me había alistado, tanto como lo hice para esa fiesta.

Tomé un taxi hacia el lugar y con el taxista, empezamos a buscar la casa. El lugar era una gran residencial de casas con piscina. Todo era muy minimalista.

Yo tenía muy claro que la arquitectura había sido creada originalmente por personas graduadas de mi Universidad. Ya que, en muchas de las maquetas que veía cada día, esos modelos predominaban.

Seguimos avanzando por esas largas calles hasta que por fin dimos con la dirección. Pude reconocer, de vista, a algunos chicos de la U, de inmediato.

- Creo que es aquí, señor – dije asomando mi cabeza para ver si de la casa salían más personas, para confirmar que sí estaba en el lugar correcto.

El taxista miró a los jóvenes, sus ropas caras, rostros perfectos y pelo desaliñadamente perfecto, pero muy a la moda; y luego me miró a mí. Puso una cara de confusión.

- ¿Está seguro, joven? – preguntó él, al ver que yo no concordaba con la fiesta.
- ¡Claro que sí! – respondí un poco molesto y le pagué la carrera.

Bajé del taxi y vi esa hermosa casa que estaba frente a mí. Era muy bonita, era blanca; contrastaba muy bien con su aspecto minimalista y simple, pero a la vez, sofisticado. Tenía tres niveles, y una terraza muy amplia. La casa tenía impregnada por todos lados la palabra DINERO. No literalmente, por supuesto.

Muchos de los chicos que estaban en la puerta me vieron y se mataron de risa, en mi cara. Hubo uno que fue adentro preguntando si alguien había contratado a "un mozo".

Eso no me importó y seguí caminando decidido, hacia adentro. Allí adentro me esperaba Tayly y hoy estaba dispuesto a conquistarla. Así que nada, ni nadie me detendría.

Bajo el Agua – Manuel Medrano

Por favor Dios, haz que esto suceda. Ella es ideal para mí y yo para ella. Déjame, ésta vez, tener lo que quiero. Tú sabes que sería la primera vez. Rogaba en mi mente, mientras entraba a ese lugar.

Sentía que era el momento exacto para poder hablar y decirle lo que sentía por ella. Esta sería mi noche. Estaba muy decidido a que Tayly, por fin supiera que me había gustado desde la vez, en que la vi en la cola del examen de admisión. Ella sabría por fin, porque yo me ponía tan nervioso cuando ella estaba cerca. Sólo esperaba que esos nervios no me traicionaran esta vez.

Hasta tenía un pequeño discurso ensayado en mi mente, e imaginé exactamente como sucedería todo. Ella me vería entrar por esa puerta, se acercaría a mí. Me saludaría y yo le sonreiría. Luego iríamos a la terraza a conversar. Mientras veíamos las estrellas y las luces del lugar; yo le diría lo que sentía por ella. Ella me miraría a los ojos y diría que ella sentía lo mismo. La besaría. Bailaríamos toda la noche.

Yo había practicado algunos pasos durante la semana. Así que todo estaba listo y esto saldría perfecto. Lo sabía, lo sentía. Sentía que algo grande estaba cerca.

Me acerqué a la puerta, respiré hondo. Y bajo la atónita mirada, de los que me veían como bicho raro, en esa fiesta, entré y no me importó nada más que el amor que sentía por Tayly. Ella y yo estábamos destinados a estar juntos y ahora, sólo tenía que ir a por ella.

Cool Kids [Libro 3 Saga Cool Kids]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora