Capítulo 13: El Retorno.

534 30 5
                                    

Fueron varios los días, en que no hablamos Victoria y yo. A veces la veía al otro lado de la ventana. Ella y su cabello rojo alborotado.

Aquí Estoy – Cami

Extrañaba cuando hablábamos de cualquier tontería en el gimnasio. Aunque casi nunca, ella hacía esfuerzo físico. Una vez casi lo intentó, pero no pudo cargar ni cinco kilos. Sus bracitos no lo soportaron.

Esas veces que la veía, por su ventana abierta, ella casi siempre cerraba sus cortinas y me daba una mirada de desprecio. Y pues bueno, yo no sabía qué más hacer. Si en algún momento me volvía a hablar, quería tratar de disculparme y explicarle lo complicado de la situación. Pero sabía que ella lo había entendido y que por eso, no me hablaba.

Durante todo ese mes me la pasé entrenando y entrenando. Mi vida, mi pasión y mi fuerza era poder hacer que Tayly se fijara en mí, más que como un amigo.

Ya no quería estar en la Friend Zone. Eso era lo último que quería. Así que como dije, entrené, entrené y entrené un poco más. Y para finales de febrero estaba casi listo, en lo que a mi cuerpo se refiere.

Cada día revisaba mi progreso y me sentía mejor conmigo mismo. Me sentía lleno de vida y energía. Y sobre todo me sentía atractivo. Mis bíceps eran grandes. No era mucho, pero tampoco estaba mal. Mis abdominales era lo que más llamaba la atención en mi aspecto. Tenía un buen cuerpo ahora. Y pues el salir a la calle ya no era algo que no quisiera hacer.

Debo decir que costó mucho trabajo. Había varios días que no sabía si dejarlo allí o continuar. Porque no veía muchos resultados, pero no lo pensaba mucho y continuaba.

Cuando iba al gimnasio siempre estaba escuchando mucha música. Así que estaba actualizado en lo que a música respecta.

Creé una especie de lista de lo que los chicos cool estaban formados. Eran personas como nosotros, sólo que con ciertas características extra.

Cuerpo. Look. Seguridad en ti mismo (esta era una de las más importantes). Dinero y Contactos.

Si tenías los primeros 3, no era necesario tener los otros 2, ya que los conseguías con los primeros.

Me faltaba el look y para eso necesitaba ropa. Así que tuve que recurrir a mi padre. No lo veía desde hacía algunas navidades. Pero era la única forma de poder conseguir la ropa y un poco de dinero. Así que fui a su oficina.

Me sentía un poco molesto por tener que ir a pedirle algo, pero no había de otra. Así que mientras subía en el ascensor, me puse a pensar, cómo iba a poder explicar para que necesitaba tanto dinero. Y bueno, recordaba también la última Navidad que había pasado con él.

Mi madre había preparado su típico pavo a la naranja, que preparaba, todas las navidades, sin falta. Y mi padre había ido con su nueva esposa. Así que ahí estábamos los 4 sentados en la mesa.

Cuando él preguntó por mi novia. Yo respondí que había terminado con ella porque iba a empezar una nueva vida, iba a empezar la universidad. Y él, rápidamente, me reclamó. Dijo que no podía ir haciendo eso, que él estimaba mucho a esa chica, ya que era la hija de uno de sus más importantes socios en la compañía.

Pero ella no era tan linda, era parecida a Victoria y no me gustaba, sentía que le estaba haciendo un favor a mi padre todo el tiempo que estuve con esa chica.

- ¡No puedes terminar con alguien sólo porque empiezas una nueva etapa en tu vida!

Eso sonó tan mal e hipócrita, viniendo de él. Ya que él se había ido, justo cuando empezó a ganar mucho dinero, con su secretaria.

Cool Kids [Libro 3 Saga Cool Kids]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora