Capítulo diez
León
—¡Sigan, sigan, sigan! —gritaban Adrián y Alissa al unísono mientras hacían ruido con sus manos sobre la mesa.
Primero me preocupé por que el ruido fuese a despertar a Ethan pero después recordé que había dejado a mi hijo en una guardería, lo siguiente que recordé era que estábamos en un restaurante cerca del campus y había más jóvenes que nada.
Mis ojos se conectaron con los de Gia y lo único que podía ver era que estaba decidida a ganar costara lo que costara. Por alguna razón estaba incomodo con todo eso y me empecé a sentir un más extraño al ver, de reojo, como los demás chicos que estaban en el restaurante se reunían alrededor de nuestra mesa para observar de cerca nuestro reto.
Conforme pasaban los segundos veía el rostro de Gia más cerca de mí, por no decir nada sobre sus labios que estaban a milímetros de los míos. Cuando su rostro se ladeó hacia el lado izquierdo entendí que no podía hacer nada más que terminar el juego… forzosamente tenía que besarla.
Pero será mejor retroceder hasta la mañana de ese mismo día.
—Lindas piernas —le dije a Gia cuando iba entrando a mi dormitorio.
Ella levantó su vista hacia mí y rodó los ojos, una costumbre suya para cada vez que le hacía un cumplido.
Era sábado y como de costumbre todas las mañanas ella se iba con su equipo para hacer el proyecto final. Según sabía, el chico que le gustaba estaba en ese equipo y siempre se vestía con la mejor ropa que tenía. Ahora había tocado un vestido verde oscuro que le quedaba como cinco dedos arriba de la rodilla, sabía sobre medidas porque, pues me gustaban las chicas… Como sea, no me gustaba que se vistiera de esa manera por un chico, ella no, cualquier otra chica que se vistiera como quisiera para impresionar a un chico pero Gia era una niña aun y no me gustaba.
Dejó su bolso con sumo cuidado en la mesa y se acercó hasta mi cama, que era donde me encontraba haciendo tarea, se sentó a mi lado y suspiró casi dramáticamente, cosa que rara vez hacía. Dejé mi tarea de lado por un momento y le presté toda mi atención a sus problemas adolescentes.
—¿Ha pasado algo? —le pregunté ya que ella parecía no querer hablar.
—No nada —dijo completamente desanimada, su rostro estaba un poco apagado y por primera vez no había llegado saludando a Ethan como si de su propio hijo se tratase.
—Si hay algo en lo que pueda ayudarte…
—No, no pasa nada malo —se levantó de mi lado y caminó hasta la mesa en donde había dejado su bolso cuando entró. Empezó a buscar algo dentro y decidí volver a mis libros ya que estaba a punto de terminar con mis tareas.
Escuché que Gia intentó encender el encendedor un par de veces, era muy normal, por lo regular hacía la comida en mi dormitorio ya que ambos comíamos juntos la mayor parte del tiempo por lo que no le tomé importancia y seguí en mis asuntos. En unos segundos la escuché caminar y cuando levanté la mirada había un mini pastel frente a mis ojos con una velita roja en el centro.
—Feliz cumpleaños —dijo sonriendo, no era su sonrisa habitual pero estaba bien.
No pude evitar sonreír, no creí que ella supiera que día era mi cumpleaños, yo no sabía qué día era su cumpleaños sólo que faltaban muchos meses para que fuese mayor de edad.
Me puse de pie y tomé el pastelito que me extendía.
—Gracias, Gia —le dije sonriendo.
Ella arrugó la nariz y chocó las palmas de sus manos.
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Kiss me, baby (KMB Libro #1)
Roman pour AdolescentsLeón ¿Qué pasaría si un día encuentras una caja fuera de tu puerta con un bebé dentro? Sí. Un bebé. Ah y una nota, la nota es muy importante ya que fue como me enteré de que era padre a los 18 años de edad. Gia Tratar de ser una chica normal en un c...