Entre el bien y el mal

Capítulo 8.

- ¡Ay!

- ¿Qué te sucede?- Le preguntó irritada hasta cierto punto. Butch había estado demasiado sensible en aquella actividad, y Bellota no podía explicarse porque.

- ¡Me pica todo el cuerpo! ¡Y es tu culpa!- objetó, igual de irritado que ella. 

- No, no es mi culpa que hayas pasado por aquél árbol tratando de asustarme.- comentó con indiferencia mientras por dentro se reía ante tal aclaración.

- Bueno, te asuste de todos modos.

- No lo hiciste.- contestó, ya más que irritada, estaba echa una furia, pero prometió calmarse pensando en sus amigas y en Mitch.

- Sí, si lo hice.- insistió.

- ¡Claro que no!

- ¡Si! ¡Tu cara lo decía todo!

- ¡Ay!- se aprontó para pegarle.- ¡Ya cállate!

A pesar de que a Butch le había dolido muchísimo rió, cuanto quería a esa chica, pero jamás se lo diría. No, no. Eso sería fallarles a sus hermanos y sabía perfectamente que ellos experimentaban lo mismo que él, no se lo podía permitir, aún así, estuviera solo con ella...

Están solos...

¿Sería malo decírselo ahora? Que quedara solo entre ellos...

¿Y si se burlaba de él por ser tan sentimental? ¿Y si no compartía los mismos sentimientos?

Pero lo que Butch no sabía era que ella ya compartía el mismo sentimiento, sentía exactamente lo que él sentía, y a pesar de eso, no podía dejar de expresarlo con solo una palabra "estúpido." y sabía perfectamente que él no lo entendía con cariño... Y no era su culpa. Después de todo, era culpa de ella por no poder decírselo directamente, al menos eso era lo que ella pensaba, y cuanto odiaba las relaciones sentimentales, ella no sabía expresarse, y simplemente no podía.

Pero Butch, lo entendía. Porque a pesar de saber que la quería tampoco se lo podía decir aunque solo sea para "molestarla".

Y ella quería abrazarlo...

Y él quería tenerla en sus brazos...

Si, era demasiado sentimental, era demasiado tonto, estúpido, y cursi. Pero ellos después de todo se querían, aunque no sabían que clase de querer era. Podría ser un querer de amigos, pero no lo eran, podía ser un querer de familia, pero tampoco lo eran.

Era simplemente un querer y ya. No se iban a calentar la cabeza por esas cosas, porque ahora, lo estaban haciendo por su deseo, lo pensaban mucho... Pero ninguno de allí se movía o hablaba. Ninguno de allí se animaba.

Y cuanto espero ella que él lo hiciera.

Y cuanto espero él para poder hacerlo.

Pero no, no podían, no podían engañar fríamente las palabras de quienes querían. No podían no hacerle caso a la realidad, héroe y villano. Y cualquier tipo de relación podría explotar a los habitantes y villanos. Ellos querrán vengarse por haber arrebatado a sus tres villanos favoritos. Y los habitantes no solo desconfiarían de los chicos, si no, de sus héroes, aquellas tres chicas que estuvieron siempre a arriesgar su vida para salvarlos a todos, pero no, ellos no se lo perdonarían.

Que injusta que es la gente, cuando la proteges y decides algo sobre tu felicidad ¿no? Injusta, creo que esa no es la palabra... Sería, egoísta. Por querer arrebatar la felicidad de sus heroínas por el bien de ellos. Al final la gente solo piensa en sí misma.

 Pero habían excepciones, y Bellota y Butch lo eran. Ella no solo pensaba en el bienestar de sus amigas y habitantes, también en el de Butch, como sería de odiado si llegará a relacionarse con ella.