Capítulo 11.

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Los días luego de aquél disturbio producía en los chicos nada más ni nada menos que una montaña rusa emocional. Ninguno quería nombrar el tema de si alguien había llegado al salón o no.

Y luego ya de pasar días en completo silencio y paz decidieron dejar todo en el pasado y volver a como antes. Todos borraron esa pequeña marca en sus vacaciones, era lo mejor que podían hacer para poder dejar de evitarse. Lo menos que querían era que alguien descubriera sus cambios, pero claro, todos estaban tan concentrados en sus propios problemas que no tenían tiempo para pensar en otros.

- ¡Chicos! Al fin los veo juntos-. sonrió el profesor, contento, ya sabiendo aquél desenlace.

- ¿Ah? Pues sí, estamos comiendo-. respondió Bellota mientras miraba como Brick y Bombón se tragaban todo lo que encontraban.

- ¿dejaron el tema de enfrentarse?- preguntó insistente, mientras trataba de averiguar todo lo que había sucedido, aunque ya lo sabía, quería que ellos mismos se lo dijeran.

- Supongo que sí-. rió tiernamente burbuja-. Ahora todos somos amigos...

- ¡¡No somos sus amigos!!- gritaron Bombón y Brick al mismo tiempo con sus bocas repletas de comida.

- Yo no pienso ser amiga de este-. escupió Bellota mirando a Butch.

- Claro que sí, verdecita, todos sabemos que te mueres por ser mi amiga-. le respondió Butch, a lo que Bellota se levantó y le pegó en la cabeza con su bandeja.

Todos miraban la escena, pero decidieron ignorar aquél acto. Todos allí sabían que no volverían a enfrentarse, no se querían siquiera mirarse a la cara, pensar que todos estaban a punto de caer en manos de su contrapartes le producía un temor inmenso que no conocían, después de todo, sería como fallarles a sus hermanos y amigas.

- ¿Qué haremos hoy?- preguntó Boomer, tratando de pasar más tiempo con todos.

- No lo sé, pero yo me iré a dormir-. Exclamó Bombón levantándose ya cuando acabo el postre.

- ¿Te sientes bien?- le preguntó Bellota.

- Sí, solo estoy un poco cansada...- suspiró-. No eh dormido bien estos últimos días-. Y con una mirada fugaz miró a Brick, y él se sintió culpable, sabía que Bombón era tanto como él, y que se habían quedado cada uno en su cabaña por las noches pensando en lo que había ocurrido y lo que podrían hacer.

Brick solo bajó la mirada, sin decir nada se levantó y se marchó, no quería que sus hermanos le preguntarán lo que había pasado, aunque sabía que le preguntarían y le obligarían a decirle una respuesta... No tenía la energía ni el ánimo suficiente para crear una excusa... Quería descansar.

Pronto sintió que alguien le agarraba de la manga y se giró, esperando a que aquella persona fuera Bombón, sonriendo como siempre hacía...

- Perdón ¿esperabas a alguien más?- preguntó el profesor, riéndose apenas.

- No ¿A quién voy a esperar?- Brick se cruzó de brazos esperando a que el profesor soltará lo que quería decirle.

- ¿Bombón?- Y ante tal declaración de Poochie se quedó helado sin saber que decir, con las mejillas rojas.

- Eso no importa ahora...- exclamó el profesor-. ¿Puedo hablar contigo, Brick?- suspiró-. En privado.

Brick solo asintió preguntándose que quería, ahora que Bombón le atraía un poco... Solo un poco, poco, poco, poquito... Bueno, le atraía mucho, no quería hacer enfadar a el profesor, él era muy inteligente y temía que, si hacía algo evidente él ya sacaría lo que le sucedía y podría tomarlo en su contra.

Se habían alejado ya lo suficiente cuando el profesor se giró, los dos, serios se miraban en un silencio abrupto que podría romperse en cualquier momento.

- ¿Qué quiere?- preguntó curioso.

- Nada, realmente...- suspiró-. Solo quiero que le dejes en claro a tus hermanos y que también te quede claro a ti sobre el acuerdo, estaba bien, habíamos aceptado que ustedes pasarán dos semanas con las chicas pero también habíamos aceptado que no se acercarían a ellas en ningún momento.

- ¿Cuándo fue que acordamos eso?

- No te hagas el tonto, Brick, eres demasiado inteligente y razonable, no puedo entender porque ahora intentas hacer como si te hubieras olvidado de tal cosa.

- En cualquier caso profesor, nosotros no nos hemos acercado para nada, así que no se preocupe.

- Recuerda que sé todo lo que sucede en este campamento, Brick, no me trates como tonto-. Brick abrió la boca pero luego la cerró, no tenía una respuesta para eso, temía que si decía algo más le sería completamente prohibido acercarse a la pelirroja, no tenía idea de porque tal sentimiento surcaba en su ser, pero tampoco quería destapar demasiado.- Puedes irte, eso es todo.

Rápidamente Brick caminó y se metió a su cabaña dando un fuerte golpazo, tenía que arreglar todo esto ahora mismo, no podía pensar en Bombón de otra forma sin ser su enemiga.

- ¿Qué te paso, bro?- preguntó Butch, mientras miraba la televisión jugando un videojuego.

Brick se sentó a su lado en el sofa suspirando.

- Las chicas son muy molestas ¿no crees?- soltó de repente, a lo que Butch dejo de jugar y miro a su hermano.

- ¿Ah?- preguntó Boomer en una de las sillas mientras leía una revista, aquella declaración lo había agarrado por sorpresa.

- Sí ¿no creen? Nosotros venimos aquí para poder hacernos amigos de las chicas... Pero ¿eso no sería algo molesto?

- ¿Qué dices?- preguntó Boomer, tirando su preciada revista a una de las camas.

- Tendríamos que dejar de ser malos-. suspiró, y una sonrisa agría se formó en su rostro-. Y no hay nada que nos divierta más que destruir la ciudad ¿cierto?

Butch y Boomer se miraron sin entender al principio ¡¡Claro que estaban en desacuerdo!! Finalmente habían sentido algo cálido, y sentían que las chicas eran lo más importante para ellos, pero, no quisieron oponerse. Tenían que hacerlo, por su hermano, por mojo y por ellos mismos.

No podían aferrarse a un sentimiento, una ilusión, aún sabiendo que en la ciudad los esperaban tres chicos... Sentían rencor al saber que nunca podrían estar juntos.

Brick lo hacía por el bien de sus hermanos y por el bien de las chicas. ¿qué noticias devastadoras sobre ellas habrían en los noticieros si llegarán a hacerse amigos? Ninguno de los tres podía permitir eso.

Que duro era ser Heroína, siempre debías pensar primero en los demás, y jamás podrías ser feliz con la persona que amas.

Pero igual de duro era amar a las heroínas de Saltadilla siendo Villanos. Eso se reflejaba en la sonrisa vacía que surcaba en los labios de los tres.

¿Por qué no, simplemente, el mundo estaba lleno de paz?

Entre el bien y el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora