"Te miro a los ojos y cuando lo hago parece que me miro en el espejo y me da miedo llegar a perder mi reflejo, yo no quiero que seas solamente un invitado en el silencio de la noche y en mi vida... te amo como solo se ama una vez en la vida como si no existiera el sol en nuestro universo antes de conocernos..." –L.F.
Yesung había regresado a la habitación y había releído la carta, ¿cómo sabían de Kyuhyun? ¿Cómo? Ambos tenían una marca de vinculación, pero no podían saber exactamente a qué criatura estaban vinculados porque no funcionaban como las marcas que hacían cuando bebían de algún mortal y las usaban para evitar que otros bebieran de sus víctimas.
Los únicos lugares donde Yesung podía tener comportamientos más allá de la amistad con Kyuhyun era en su territorio o en lugares apartados de las ciudades donde los humanos no estuvieran presentes porque era mal visto que dos hombres estuvieran involucrados románticamente y si querían pasar desapercibidos en lo que cabía frente a los mortales para tener un vida más tranquila era evitando aquello y la única manera de que alguien supiera que el castaño era suyo era que los hubieran observado en algún momento pero nunca había sentido la presencia de nadie cerca que le hiciera sospechar, además de que quedaba una interrogante, ¿cómo es que sabían el nombre del menor? No le parecería raro que pudieran ubicar al líder de un clan, pero no comprendía cómo es que conocían a Kyuhyun cuando las únicas personas con las que se relacionaban eran hombres bajo su mando o el de Jungsoo o a menos que fuera por culpa de un mortal que hubiera conocido en el pasado al menor, pero dudaba que un vampiro pidiera la ayuda de uno para algo como eso.
La inicial de la firma le preocupaba, ¿quién se suponía qué era? Empezaba a temer que el hecho de que hubieran frenado a Hrovat precisamente en esa ciudad de Italia estuviera causando conflictos y es que la lista de criaturas en desacuerdo con lo que este hacía era grande, ya no solo tenía a varios sujetos de un clan que había venido de una isla de Europa sino que tal vez había otros más, otros interesados en tomar venganza de los que decidieron quedarse en Florencia luego de la disolución del clan de Hrovat y lo peor era que la persona que había escrito la carta era la misma que se había burlado de ellos eliminando a los prisioneros sin que se dieran cuenta, por lo que era más preocupante.
Miró a Kyuhyun y su pecho se oprimió, no podía permitir que nada le sucediera, pero tampoco podía entregar a hombres que no habían tenido nada que ver con lo que se le acusaba a sus difuntos líderes, no podía entregar a ninguno ni ceder, pero tampoco estaba preparado para enfrentar a alguien en esos tiempos, no cuando tenía tanto que perder ahora y desconocía el poderío que estaba enfrentando.
-¿Qué sucede Yesung?- preguntó adormilado al ser consciente de que le habían hecho sentarse y que el moreno le abrazaba mientras sentía su barbilla sobre su cabeza murmurando en otra lengua algo que no comprendía.
-No me dejes, Kyuhyun... no te atrevas a hacerlo- respondió un minuto después haciendo que el menor se confundiera y a pesar de que quiso buscar respuestas a sus palabras, simplemente guardó silencio por esa ocasión al sentir que tal vez lo único que necesitaban ambos era quedarse un momento así.
Esa misma noche Yesung había ordenado que varias personas de su clan vigilaran los alrededores y le notificaran sobre cualquier cosa que les pareciera extraña, sin olvidar que había pedido que trataran de averiguar dónde se podía obtener el tipo de papel usado para la carta, pensando que de esa manera podría tener una guía sobre quién podría haberlo adquirido ya que no parecía común.
No podía entregar a sus hombres y tampoco podía permitir que Kyuhyun saliera lastimado.
Trataba de ver las cosas de manera objetiva, pero no podía evitar mezclar sus sentimientos por el castaño en su decisión, estaba al tanto de que cinco vidas tenían un valor mayor que una sola pérdida, pero el punto es que esa pérdida no era cualquier cosa para él, esa sola presencia representaba todo para su persona y no quería ni imaginar cómo sería perderla.
La única solución era detenerlo antes porque un acuerdo no parecía ser posible.
Se había mantenido cerca de Kyuhyun los días siguientes y les había prohibido salir del territorio a Kangin y Sungmin luego de inventarles cosas al respecto -porque no estaba seguro de si la amenaza era real o no-, así como también le había pedido a Jungsoo que no dejara salir a los otros de los límites porque le preocupaba que algo malo ocurriera así que era mejor mantenerlos cerca de los otros porque a la primera señal de peligro podrían hacer algo para defenderse porque dudaba que los atacaran cuando estaban en el clan.
No había ocurrido nada hasta el tercer día.
Esa mañana Kyuhyun le había convencido de salir a cazar y como el sol tardaba más tiempo en salir debido a la temporada, terminó aceptando no muy convencido pero el menor era un firme contrincante cuando deseaba algo y no pudo negarse, no al notar su mirada sobre la suya mientras pronunciaba aquellas palabras que buscaban persuadirlo y cayó ante su habilidad para salirse con la suya.
Le observaba entre los árboles con sus ojos grises mientras se movía sigiloso entre la nieve intentando dar con alguna ave oculta entre el follaje de los pocos árboles que seguían manteniendo sus hojas en la temporada, cuando escuchó un ruido a su espalda luego de sentir una presencia y cuando giró apartando su mirada del castaño vio a un joven alto de cabellos rubios -¿recibió mi carta?- preguntó el extraño.
Evaluaba con la mirada al sujeto alto mientras estaban frente a frente luego de que le pidiera a Kyuhyun que regresara, no estaban lejos del clan y no quería tenerlo cerca si las cosas no terminaban bien porque temía no poder protegerlo si esa persona los atacaba y como no había sentido otras presencias se dijo que era lo más seguro para el menor.
Era extraño que supiera dónde encontrarlo y eso le daba a entender que quizás había estado observando sus movimientos esperando que abandonara el lugar que se consideraba su territorio porque lo más probable era que lo detuvieran apenas y pisara el lugar, aunque todavía se preguntaba cómo era que había llegado la carta a la puerta del castillo sin que nadie lo notara.
-¿Por qué los asesinó?- preguntó apenas y abrió la boca, estaba al tanto por palabras de Sungmin que algo les había sido robado pero aquella masacre había sido demasiado, estaba seguro de que fácilmente podrían haber recuperado lo que sea que les hubieran arrebatado al estar en las cárceles como esclavos y no era que los defendiera, era solo que su corazón hubiera querido que se quedaran ahí eternamente, que pagaran por lo hecho, que solventaran sus crímenes... que pagaran por quitarle a su primer vínculo, a su primer amor.
Esas criaturas le habían quitado demasiado incluyendo a su madre y casi le habían arrebatado a Kyuhyun también.
El sujeto frente a él ni siquiera había liberado su poder como si no le importara estar en desventaja en ese momento y aunque su contextura y sus características físicas le dieran una idea de que podía ser fuerte, su apariencia era la de un joven aristócrata como cualquiera que podría ver en alguna cena o baile, sin olvidar que su expresión parecía amable.
Se sintió un poco confundido, pero de cierta manera le recordó a Siwon con aquella sonrisa galante y modales refinados opuestos a su verdadera naturaleza.
No podía fiarse de una persona así.
-Pensé que nuestra conversación se remitía a otros asuntos- respondió mientras empezaba a caminar tranquilamente alrededor de él como si no pudiera quedarse quieto en un solo lugar.
-¿Qué fue lo que les robaron los líderes para que hiciera algo así?- cuestionó sin apartar la mirada de él mientras lo veía moverse, no queriendo perder pista de ello al no saber si planeaba algo o no.
Tenía muchas interrogantes al respecto y más si trataba de imaginar que les habrían arrebatado para que los asesinaran de esa manera, porque dudaba que se hubieran tomado tantas molestias por algo sin importancia, pero no imaginaba qué podría ser "eso" para provocar tal reacción y la realidad era que entre más información pudiera obtener de los extraños mejor podría proteger a los suyos.
-¿Por qué debería responderle eso?- ninguno de los dos clanes tenía relación con el otro así que no le veía la razón de responder a preguntas que no le incumbían, en especial si estaba al tanto de los pormenores de lo sucedido años atrás.
-Los hombres bajo mi mando no tuvieron nada que ver en eso, el rey y su primogénito fueron los que cometieron ese robo a los suyos no los...- decía pero el rubio le interrumpió.
-Los clanes no funcionan así- le recordó y miró como sus pies se hundían ligeramente en la nieve mientras se movía en ella –los errores de los miembros son en parte culpa de los líderes y viceversa, en un clan todos están "atados" por la sangre de alguna manera- agregó, siendo que era algo que todos conocían.
-Pero no es justo- el más alto detuvo sus pasos y le miró.
-La vida no es justa monsieur- dijo haciendo que Jongwoon pudiera asumir que el acento que tenía cuando hablaba italiano se debía a que era francés y por ello utilizaba otros términos -¿debería preocuparme ese pensamiento de su parte respecto a lo que mencioné en la carta?- cuestionó mientras le miraba con seriedad, entendiendo con sus palabras un poco sobre lo que pensaba.
-Quería hablar sobre eso- tal vez si usaba la persuasión podría llegar a un acuerdo, no estaba dispuesto a arriesgar ninguna vida y pensaba que habría alguna otra manera de que olvidara aquello, aunque todavía se sentía escéptico porque temía que no se lo tomara a bien y pudiera causar problemas como lo sucedido en las celdas subterráneas si era cierto que él había sido el causante; estaba seguro de que debería haber llevado compañía pero no esperaba encontrar a la persona que le había escrito precisamente en ese lugar cuando decidió acompañar a Kyuhyun para pasar el momento.
-Escucho- pronunció, dándole oportunidad de explicarse.
-¿Qué es lo que hará con ellos si se entregan?- no es que fuera a hacerlo pero quería saber al respecto porque podría tratar de hacer un trato para evitar un conflicto mayor.
-Serán juzgados de acuerdo a nuestros términos-
-¿Y cuáles son esos términos?- preguntó ante la ambigüedad de sus palabras.
-¿Debería explicarle cuando es más que claro?- cuestionó y sonrió divertido.
-No puede hacer eso, ellos están bajo mi mando ahora y no puedo permitir que hagan tales cosas con miembros de mi clan- sabía que a pesar de que todos seguían principios similares en algunos aspectos, en otros asuntos estos eran cuestión de los propios líderes y en ese caso, la forma de juzgarlos por sus acciones a pesar de que no fueran los culpables directos.
-Entonces creo que no hay nada más que hacer si esa es su respuesta- le respondió cordial haciendo que Jongwoon lo mirara confundido por el hecho de que se lo tomara tan bien cuando estaba seguro de que no reaccionaría de esa manera luego de escucharlo.
El más alto se había dado la vuelta para retirarse pero se detuvo y miró sobre su hombro como si hubiera olvidado decirle algo –por cierto, mi nombre es Julien Kang, monsieur Yesung -sus ojos brillaron en un color amarillo por un segundo y sonrió.
"¿Julien Kang?" Repitió en su cabeza Jongwoon y entonces recordó la carta, estaba firmada con una inicial y ninguna coincidía con el nombre de esa persona.
-Kyuhyun- murmuró sorprendido, temiendo la idea que había aparecido en sus pensamientos y se echó a correr sin importarle nada más.
"¿Dónde estás Kyuhyun?"
Las huellas de las botas en la nieve se confundían con las que habían hecho para llegar al lugar y solo esperaba que fuera una equivocación, en ningún momento había sentido que Kyuhyun estuviera en peligro y si un vampiro se hubiera aparecido y hubiera tratado de lastimar al menor habría sentido una señal de riesgo porque siempre estuvo en su fase de vampiro.
Solo veía nieve, ramas y árboles pero por más que sus ojos grises buscaban mientras corría no pudo ubicar al castaño, debía llegar al castillo, tal vez, solo tal vez el menor había llegado al territorio antes de que sucediera algo y había ido a dejar sus herramientas de cacería al área destinada para ello.
Su lazo con el menor le hacía más susceptible a sentir si este estaba en peligro y esa señal nunca apareció mientras conversaba con aquel sujeto, lo que daba la posibilidad de que no hubiera ocurrido nada realmente como se imaginaba en esos momentos.
Vio los límites a lo lejos y pidió internamente que Kyuhyun estuviera a salvo.
Su corazón se mantenía inquieto y mientras caminaba viendo a varios de los suyos moverse por el lugar como hacían normalmente, buscaba la presencia de su vínculo, trataba de sentir el aroma de su sangre a su alrededor, cualquier cosa que le avisara que estaba bien, pero comenzó a temer mientras sus ojos grises se topaban con blanco y más blanco.
"¿Has visto a Kyuhyun?" Preguntó más de una vez, pero todos negaban y cuando llegó al castillo no tardó ni un minuto en empezar buscar en las habitaciones, en cualquier lado que recordara que el castaño hubiera pisado alguna vez, pero no había señales de su presencia y cuando llegó a la habitación que ambos compartían no había nadie. Yesung se quedó inmóvil en medio de la habitación un momento, tratando de pensar, de recordar alguna cosa que le dijera dónde estaba ese joven que amaba; le había dicho que regresara porque no quería involucrarlo si algo salía mal, pero se cuestionó sus decisiones, Kyuhyun tenía que haber obedecido sus palabras, tenía que haberlo hecho.
Escuchó que alguien golpeaba la madera de la puerta abierta a sus espaldas y miró sobre su hombro cuando escuchó la voz del mayordomo Cha –joven amo, llegó una carta para usted-
-¿Una carta?-
-Llegó unos minutos después de que saliera con el joven Kyuhyun así que no pude entregársela antes- respondió y se la entregó al menor cuando este se acercó.
Yesung vio el sobre, era igual al que había recibido antes y lo abrió sin poder esperar al sentir que algo andaba mal.
"Gracias por su respuesta líder Kim, creí que sería más sensato pero veo que me equivoqué en esta ocasión..."
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Dance of Midnight {YeHyun} *segunda temporada*
FanfictionLuego de que se esparcieran los rumores sobre Hrovat, un clan inglés pisa suelo italiano para recuperar una joya que perdieron hace mucho, pero el líder de ellos no contaba con que encontraría otra joya, una más interesante y valiosa en los ojos de...