"No importa lo que suceda, yo te elegiría de nuevo" –A.
Escuchó la voz de su padre llamarle y dejó de jugar con su hermanita en el jardín para adentrarse en la casa e ir al lugar de donde había escuchado llamar la voz de su progenitor.
-Con esto encontrarás a tu vínculo- le dijo luego de llegar y preguntarle qué sucedía; pensaba que ya era tiempo de entregárselo, siendo que después de todo él ya se había unido a alguien.
-¿Con esto?- preguntó confundido viendo la piedra en sus pequeñas manos –pero solo es un collar...- agregó, sabía que algunos vampiros cuando eran mayores se unían a alguien y formaban un vínculo para estar juntos eternamente, así como sus padres y en algunas ocasiones tenían bebés como su hermanita que apenas tenía cinco años, pero nunca había sabido que se tenía que usar un collar para encontrar a quien te unirías.
-No es un collar cualquiera, este es especial- dijo con una sonrisa al escucharlo, aunque era normal siendo que todavía era un niño –aunque en ese momento tu corazón también lo sabrá- le explicó aunque parecía que le tomaría un tiempo comprenderlo debido a su edad.
Conforme los años fueron transcurriendo Changmin fue comprendiendo poco a poco cómo cuidar y usar el collar; su padre le había dicho que nunca debía dejar que nadie más lo tomara y que incluso debía protegerlo con su vida si era necesario.
Durante su vida vio almas unirse y a otras perecer mientras buscaba la que le acompañaría, pero a pesar de que el collar había brillado en ocasiones solo fueron falsas señales de algo que parecía no tener intenciones de llegar. Había sido normal para él que su corazón se conmoviera y anhelara fervientemente al imaginar inocentemente que cuando encontrara a su otra mitad ambos se darían cuenta y no querrían alejarse del otro.
Rechazó todas las propuestas de uniones sin siquiera escucharlas porque su corazón ansiaba encontrar aquella alma creada para él y vio en ese tiempo como distintos jóvenes pretendían a su hermana con el pasar de los años y a pesar de que no le agradara demasiado, sabía que las elecciones de ella no estaban atadas de ninguna manera y que escogería al más adecuado, el cual pudiera conmover su corazón.
Muchos susurraban que era como el invierno, que nadie parecía poder darle calidez a su corazón y él no se molestó al escuchar, porque de cierta manera sabía que sería así hasta que aquella presencia encendiera esa llama en su interior y quizás esas palabras le hicieron llamarle con cariño "copo de nieve" a su joven hermana porque esta siempre se mantenía a su lado diciéndole que le ayudaría a encontrar a esa persona especial para él.
-¿Y si no aparece?- cuestionó con la curiosidad de la adolescencia uno de esos días mientras observaba las hojas otoñales caer afuera a través de una ventana.
-Entonces significa que todavía no era tiempo para ello- respondió mientras terminaba de llenar un libro más con sus pormenores en su búsqueda en una tierra nueva –y mi hijo continuará-
Había una razón por la que llamaban a la familia real o líderes masculinos del clan "eternos buscadores de la Luna" y esa razón era que habían pasado décadas e incluso siglos buscando un diamante de Luna que parecía tan sublime y efímero como un suspiro, ese que se ocultaba con recelo o no había visto la luz del día todavía.
Se había imaginado cientos de veces cómo sería su vínculo, ¿sus ojos serían tan puros como el azul del cielo? ¿Su sangre sería tan irresistible como para hacerle perder el juicio? ¿Lo amaría tanto que estaría dispuesto a todo con tal de verlo sonreír? Y aquellos pensamientos que se habían transformado conforme iba perdiendo la niñez, siguieron en su cabeza muchos años.
La maldad formaba parte de él como de cualquier vampiro, pero eso no impidió que desarrollara otra clase de sentimientos y comportamientos como la benevolencia, la cortesía y la amabilidad, aquellos que le ayudarían a cuidar un alma tan especial como la que buscaba.
-Oraboni, ¿por qué te gustan tanto los animales?-
-Es porque son seres puros-
-¿Puros?-
Asintió –su amor es sincero, además ellos no hacen daño por placer, solo lastiman para defenderse, para cuidar a sus crías o para alimentarse a diferencia de los mortales... ellos no buscan tener más cada vez- le sonrió.
-¿Podríamos tener un ave? Vi una muy linda de color rojo-
-Las aves no nacieron para estar encerradas en una jaula al igual que nosotros-
-Lo siento... ¿deberíamos entonces comprarlas todas y dejar que vuelen?- sonrió.
El aire frío revoloteó haciendo que los cabellos castaños del menor bailotearan y miró aquellos ojos marrones esperando una respuesta a su petición; siete días... no eran suficientes pero bastarían para él, para saciar su anhelo eterno.
-No debes amarme si eso te preocupa- susurró al notar la confusión en sus ojos –solo me bastará con saber que no me odias- y Kyuhyun sintió su corazón contraerse al escucharlo –lo siento- se levantó de su lugar y aunque tuvo la intención de acariciar los cabellos marrones del menor se detuvo y alejó su mano al creer que era suficiente por el momento con lo que ya había hecho –puedes encontrar alimentos en la cocina si tienes apetito- se marchó entrando al interior y Kyuhyun se preguntó si algo andaba mal.
Era extraño pero no odiaba a Changmin, había algo que le impedía hacerlo sin importar que le hubiera querido atraer con un chantaje.
Sus pies se movieron de forma lenta en el piso de aquella mansión y solo el silencio le hizo compañía, hacia días que los pasos ajenos habían desaparecido y solo estaban los de Changmin y los suyos en aquel enorme lugar.
Sabía que los vampiros no se alimentaban como los mortales y se preguntó si todas las frutas y otras cosas guardadas en la casa eran debido a él, para que pudiera comer ya que no sentía la necesidad de beber, pero le extrañaron tantas atenciones, incluso cuando tuvo la intención de acabar con la vida del dueño.
Mientras sus pies seguían andando sin preocuparse del frío acariciando la piel desprotegida, encontró al mayor en su habitación sentado en una silla frente a la única ventana del cuarto mirando a la nada mientras se asomaba por la pequeña abertura de la puerta apenas abierta lo suficiente para permitirle ver.
Se veía tan desolado de alguna manera y le recordó un poco a si mismo en el pasado.
La noche había caído y la presencia del mayor no se había hecho presente, ni siquiera el sonido de sus pasos, por lo que subió las escaleras solo para asegurarse de que no había sucedido nada malo y encontró al castaño sentado todavía frente aquella ventana solo que en otra posición.
-Ve a dormir Kyuhyun- escuchó repentinamente y dio un pequeño respingo al saberse descubierto.
-¿Cómo te diste cuenta?- preguntó desde su posición en voz baja.
-El aroma de tu sangre- respondió y suspiró antes de voltear en su dirección –solo ve a dormir, puedes enfermar si no descansas como se debe y no te cuidas- regresó la vista a la ventana y volvió a tomar la palabra –yo no duermo así que estaré bien- dijo antes de que preguntara sobre algo que no quería responder.
La puerta hizo un pequeño "click" y suspiró luego de flexionar sus rodillas y recargarse en ellas mientras veía el cielo de invierno en aquel paisaje que resultaba tan lúgubre con su carencia de colores y los últimos rastros del aroma de una sangre joven se paseaban en la habitación antes de esfumarse completamente para dejarle aquel aroma húmedo impregnado a la madera debido al invierno.
"Lo siento hermana..."
Los ojos de Kyuhyun se abrieron esa mañana con pesar, se sentía cansado y cuando estaba por salir de la cama escuchó que alguien llamaba a la puerta –adelante- pronunció, había descubierto que el mayor evitaba entrar si no se lo permitía por extraño que pareciera. Le vio dejar un par de frascos en la mesita de noche a un lado de la cama y vio que todos tenían una pequeña nota atada con hilo que decía para qué servían; eran medicinas, probablemente se debía a su descuido respecto a su propia salud.
-¿Estás bien?- cuestionó deteniéndole de la empuñadura suelta de la camisa cuando lo vio con intenciones de retirarse.
Asintió –estoy bien, gracias por preguntar- respondió pero Kyuhyun no se sintió satisfecho con su respuesta cuando claramente su mirada parecía decir lo opuesto, ¿por qué se preocupaba por él y no por sí mismo? Estaba seguro de que no debía sentirse de esa manera por alguien que había tenido la intención de lastimar a distintas personas, pero ¿por qué no podía evitar sentir algo raro en su interior?
Sintió la mano derecha de Changmin tocar la suya y se dio cuenta entonces que la retiraba para que soltara la tela de su camisa.
-¿Por qué estabas mirando por la ventana ayer?- cuestionó sin comprender el motivo de ello, haciendo que la duda rondara sus pensamientos, en especial cuando se había ido a la cama y su mente seguía preguntándose la razón de aquel comportamiento.
Sintió las manos de Changmin rozar sus mejillas antes de establecerse en ellas y le vio sonreír de forma casi imperceptible –¿estabas preocupado?- cuestionó –no debes preocuparte por mí Kyuhyun- le recordó y poco a poco fue acercando su rostro al de este, hasta que sus labios presionaron los del menor y comenzaron a moverse de forma lenta y a pesar de que creyó que el más joven no le correspondería, sintió a este seguirle el ritmo.
Changmin vio al castaño desviar la mirada con un ligero sonrojo en las mejillas cuando se apartó de sus labios y solo le observó con detenimiento –espero que no me odies por eso- dijo, sabiendo que podría haberse ofendido por la acción a pesar de sus reacciones.
Kyuhyun se sentía confundido, ¿por qué su corazón se había acelerado con ese beso? ¿No se suponía que quería a alguien más? Y aunque se decía eso, había algo que inevitablemente le llevaba a estar cerca de Changmin... ¿sus palabras serían ciertas? Y si su vínculo siempre había sido el castaño y no Yesung, ¿qué haría? Y aquella confusión emergente solo comenzó a empeorar mientras más observaba a Changmin y este se le acercaba.
No había sabido nada de Yesung y una parte de él estaba preocupada por ello, ¿sería que estaba mejor sin él? Pero no podía solo rendirse cuando había tomado la decisión de hacer algo por los otros, era mejor llegar a un acuerdo con el líder de Warwick y esperar lo mejor, aunque sinceramente no sabía qué planeaba Changmin ni el significado de sus palabras que le habían estimado cierto tiempo.
-¿Hay algo que siempre hayas deseado?- le preguntó el más viejo mientras cenaban ese día frente a frente en los extremos de una mesa demasiado grande para dos personas.
-¿Y tú?- hizo otra pregunta, realmente nunca había pensado en eso, nunca deseó algo realmente excepto por aquella choza que quería cuando no tenía dónde vivir y que pensaba que podría protegerle un poco de todo lo que le rodeaba, pero en ese tiempo había dejado de desear eso por los sentimientos que habían nacido en su persona.
-Lo hay, pero sé que es imposible- respondió bajando la mirada un momento antes de dar un sorbo a su copa -supongo que hay cosas que no están a nuestro alcance incluso para nuestra raza- nunca podría tener a Kyuhyun sin importar cuánto lo deseara -¿y entonces?-
-No lo sé realmente-
-Si te dijera que hay algo que podrías hacer para hacerme muy feliz, ¿lo harías?-
Una mano se había posado en su cintura y otra había tomado su mano en aquella habitación que se mantenía casi a oscuras de no ser por los enormes ventanales que la decoraban y que le agregaban un poco de luz proveniente de la luna mientras un par de velas alrededor de la habitación con flamas débiles trataban de iluminar un poco el lugar.
-Probablemente pienses que he perdido el juicio- murmuró con cierta diversión mientras comenzaba a moverse al son del silencio y la tranquilidad, y es que dudaba que el menor se hubiera prestado para acompañarle en un baile real junto a los mortales en aquellos lugares inundados de música de cuerdas y personas superficiales.
-Entonces seríamos dos- respondió haciendo reír al mayor.
Sus pies se movieron con cierta torpeza pero Changmin no mencionó nada al respecto y en cambio este se siguió moviendo, guiándole en aquella pequeña rutina donde sus pies se movían hacia adelante, a un lado, atrás y giraban en aquella habitación solitaria.
Tal vez siempre creyó que esa alma se guardaría para él pero no había sido así.
Las fantasías, las historias de sus ancestros y su propio anhelo habían recreado a varias criaturas que correspondían a su presencia para formar un vínculo, pero ninguno se había parecido al joven que vio la primera vez que visitó Florencia; Kyuhyun era mucho más maravilloso de lo que había imaginado que sería una vez que lo conociera, incluso su corazón tenía una sinceridad y una pureza que rara vez se veía en un mortal y más aún en un vampiro.
Su aspecto le sedujo, su corazón le atrapó y el aroma de su sangre le hizo un fiel esclavo de su presencia. Kyuhyun no lo sabía, pero su ser le pertenecía completamente aunque quisiera oponerse a esa idea.
-¿Por qué el collar era tan especial para ti?- preguntó Kyuhyun recordando aquello, es cierto que Ji Eun le había mencionado que servía para encontrarlos, pero ¿por qué alguien como Changmin lo necesitaría cuando parecía solo quererlo a él? No creía tampoco que necesitara el poder que este pudiera brindarle cuando claramente debía tener a muchas personas bajo su mando como todo líder de clan.
-Porque él me guiaría a quien buscaba-
-¿Por eso dijiste que era tu vínculo?- preguntó –aunque si sirve para encontrar a otros como yo, ¿no podría haber un error en ello?- planteó siendo que podía ser algo posible y el mayor solo sonrió ante su perspicacia, entendiendo su punto.
-Alguna vez a uno de mis antepasados le confiaron un secreto, algo sobre cómo usar un diamante para buscar otro diamante...- comenzó a decir -se había enamorado de una joven de cabellos de oro y ojos de un azul más hermoso que el océano, pero él no sabía que no había sido el único escuchando y antes de que pudieran volver a encontrarse ella había sido atacada y dejada por muerta...-
Cuando el collar fue robado él no se encontraba, había acompañado a su padre para reunirse con otro clan que estaba lejos de su territorio, una ciudad cerca del océano en la parte opuesta de la isla y entonces cuando se enteró, temió y aunque el collar solo funcionaba con su legítimo dueño para brindarle más poder, este podría ser utilizado como una herramienta para encontrar a un diamante de luna o en otras palabras, podía servir para que encontraran a su vínculo y asesinarlo.
Luego de darse cuenta de que Kyuhyun no recordaba, se dijo que quizás este había suprimido su otra mitad y es que hubo un tiempo en que los seres de su clase comenzaron a ser exterminados porque se oponían a unirse a vampiros que buscaban tener mayor poder y si había presenciado aquello era más que normal que quisiera ocultar todo rastro que pudiera indicar que era distinto; no lo culpaba.
Hrovat era uno de ellos.
Nunca había tenido el "placer" de conocer al clan hasta que se les avisó que habían atacado el clan aprovechando su ausencia para robar el collar.
Se entendería entonces que debía buscar venganza, en especial porque tomaron una vida y casi tomaron otra con tal de obtener lo que deseaban a pesar de que ni siquiera les habían atacado; eran cobardes.
Las noticias le habían llevado a encontrarlos en tierras italianas y con ello pudo hacer lo que debía para hacerles pagar a los principales implicados en el ataque.
Había elegido con cuidado el día al igual que cada uno de sus movimientos para escurrirse en el lugar junto con varios de sus hombres y cuando encontró las celdas, les pidió esperar en la entrada del lugar una vez que se acabaron con los vigilantes por si alguien decidía aparecerse para cambiar de guardia o hacer una visita a los prisioneros.
-Engañaste a mi madre con fingida amabilidad, robaste el collar y cortaste su garganta- comenzó a decir luego de cerrar la puerta mientras se acercaba dejando que sus ojos adquirieran un tono gris.
-¿Quién...?- preguntó viendo un par de ojos brillantes resaltar en la oscuridad hasta que vio la figura del menor iluminarse por el fuego de una de las antorchas al acercarse más.
-¿Sorprendido?- preguntó con una sonrisa divertida –no debería sorprenderle, después de todo solo era cuestión de tiempo para que lo hiciera, pero admito que hizo las cosas más sencillas para mí- añadió luego de ver que estaba siendo sujetado por cadenas que le impedían moverse.
-No fue mi culpa que se negara a entregarlo, yo solo hice lo que tenía que hacer- respondió arrogante a pesar de encontrarse en su posición mientras veía al castaño acercarse a él y es que el collar tenía un poder que podría ayudarle con su tarea, además de que parecía indicar que en el clan Kim había un ser bastante especial.
–Cierto schiavo o ¿debería decir slave?- se burló llamándolo esclavo, haciéndole notar la pérdida de sus títulos -sé que no aceptas un "no" por respuesta y que te gusta tomar lo que deseas a la fuerza si no se te brinda... es una lástima que yo sea igual- le susurró a un lado de la oreja con una sonrisa y le mordió el cuello, tomando apenas un sorbo de su sangre para poder comenzar a recitar y la palabra slave se formó en su piel –sh...- susurró, poniendo su dedo índice sobre sus labios -el collar anula el hecho de que tu piel no pueda ser marcada por la condena que te pusieron los antiguos- le explicó mostrándole la piedra que había encontrado oculta entre las posesiones que guardaban en una de las casas que usaban para que su gente se ocultara antes del enfrentamiento que había ocurrido según supo y que probablemente pensó que los demás no encontrarían entre las otras joyas que parecían no tener nada de especiales.
Acarició la piel de su cuello viendo la marca resaltar y habló -esclavo, no dejes que tus labios emitan ningún tipo de sonido o tendré que ser malo contigo- sonrió al ver la marca brillar al sonido de sus órdenes y aunque esta solo era una manera de mantenerle bajo su propiedad, el hecho de que la piedra ejerciera un poder mayor, estaba obligando a que el moreno acatara cada una de sus palabras aunque se resistiera a ellas y le obligara a actuar como deseaba a pesar de que los vampiros no podían controlar a otros de los suyos cual humanos.
Le desgarró la ropa y vio complacido su cuerpo -los religiosos siempre dijeron que el demonio sería hermoso y llamativo, supongo que tuvieron razón- le volteó, dejándole de espaldas a su persona y vio su expresión de dolor al estar torcido con las cadenas sujetando sus muñecas y sus tobillos, forzando su cuerpo -¿tu entrada alguna vez a sido penetrada?- cuestionó sin obtener respuesta –lo dudo- se respondió a si mismo introduciendo un dedo en ella, sintiendo el cuerpo del mayor tensarse; se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse, captando la respiración agitándose del pelinegro ante lo que vendría –ah... creo que follar a un príncipe es más agradable de lo que creía, en especial si este no quiere ser tomado- murmuró con sorna escuchando sus quejidos escapando al no poder resistir el dolor luego de ser penetrado de una sola vez -su entrada se niega a aceptarme y eso hace que me sujete con más fuerza mientras me entierro, me agrada- sonrió y notó el líquido rojo deslizándose a paso lento por su eje minutos más tarde debido a la fuerza de sus movimientos en su interior, aquellos que le habían desgarrado por la brusquedad y la oposición de aceptarlo -su sangre huele tan mal como su reputación; casi siento lástima por tener que eliminar a alguien con un rostro tan lindo-
Violó a Siwon en más de una ocasión, dejándole ver la forma en que abusaba de su cuerpo para acabar poco a poco con su espíritu arrogante; destruyó las cadenas que le aprisionaban y le obligó a postrarse a sus pies; había asesinado a su madre a pesar de que esta trató de evitar que hubiera problemas e intentó hacer lo mismo con su hermana, la cual apenas se había podido ocultar en su habitación y usar uno de los pasadizos secretos del lugar para huir; era lo que menos se merecía según su pensamiento.
Se había divertido lastimándolo y al final cortó su cabeza, no sin antes hacer que le pidiera perdón a su hermana menor, aunque sinceramente sabía que una disculpa nunca sería suficiente para perdonarle algo como lo que le había intentado hacer a ella y le había hecho a su madre, lo hizo por el simple placer de verlo rebajarse luego de la tortura. El líder de Hrovat por su parte había sido un caso distinto y mucho más divertido, en especial porque la muerte de su hijo y la imagen de su cabeza cercenada le habían lastimado de otras maneras que no podría lograr sin eso.
Sus hombres -excepto por su hermana menor y Taeyeon- y él se habían encargado de torturarlo por horas, dejando que la sangre huyera de su cuerpo como pequeños canales carmesí que luego seguirían por las baldosas atrayendo a las ratas; la sed comenzaba a causarle estragos debido a la pérdida de sangre y su cuerpo herido, y poco a poco le vieron retorciéndose por ello mientras los roedores masticaban su carne sin importarles que su presa siguiera con vida. Le habían observado mientras sufría y más tarde fue mutilado, dislocaron sus huesos hasta que estos se separaron junto con sus miembros mientras aún seguía con vida hasta que el dolor y la pérdida de sangre hicieron que su patética existencia se esfumara.
-Ella prometió que alguien de su sangre se uniría con la sangre de él como había estado destinado y ese alguien eres tú, por eso nunca te alejaste de mi a pesar de no conocerme como hacías con los demás en el momento en que nos vimos por primera vez, incluso aunque todo dijera que no era una buena idea; te sientes atraído por mí por esa razón, por eso no me temes ni tampoco huyes de mí- explicó y sus pasos se detuvieron –el collar me señalaría las presencias ocultas, pero solo quemaría cuando encontrara la indicada, la que llevaba en su sangre aquella promesa del pasado- el collar había sido formado con un poco de sangre de cada uno de sus antepasados que se habían embarcado en aquella búsqueda, la suya cuando le fue entregado y la piedra conservaba sangre de esa joven que había cautivado a uno de los suyos en el pasado para que pudieran encontrar al ser indicado, así ambas sangres reaccionarían a la otra.
Kyuhyun comenzó a recordar, a hilar las cosas, sus palabras y las de Ji Eun... no había olvidado por accidente o sin motivos, fue porque vio a varios vampiros asesinar a otro cuando se negó a unirse para formar un vínculo luego de que le atraparan y le retuvieran, por eso todo se fue de repente y se encontró en aquel lugar, por ello no recordaba nada salvo a Ji Eun y el tiempo que estuvieron juntos; solo recordaba su propio nombre y lo demás eran como recuerdos vagos que no tenían sentido. Comprendió entonces por qué al inicio cuando se vio atrapado por un hombre que decía ser un vampiro no temía del todo y se oponía a hacer lo que le ordenaba, era porque una parte de su ser quería alejarse de este al recordar de lo que eran capaces y otra parte quería demostrarle que podía hacerle frente.
Por eso la presencia de Yesung le causaba tantos conflictos, en especial cuando comenzó a desarrollar otra clase de sentimientos, unos que resultaban contradictorios para su propio ser después de presenciar de lo que eran capaces los vampiros.
Vio el rostro de Changmin acercarse y él acortó la distancia, comenzando a mover sus labios, sintiendo al mayor profundizar más el beso y se sorprendió a si mismo al responder de aquella manera a esa persona.
-Changmin...- susurró con los ojos cerrados sintiendo a este besar su mandíbula antes de descender a su cuello para comenzar a besarlo, provocándole distintas sensaciones que le estremecieron. Sintió el placer invadir su cuerpo cuando los colmillos se abrieron paso en su carne, pero no se compara al que le provocaba Yesung y es que a pesar de que su cuerpo le respondiera al castaño, no era con la misma intensidad que con quien hubiera formado su vínculo por primera vez.
Lo escuchó jadear cuando se apartó luego de beber un poco y la palabra "perdóname" abandonó sus labios al tiempo que su frente se apoyaba en uno de sus hombros como si hubiera hecho algo terrible y lo único que atinó a hacer fue separarle para buscar sus labios y rodear su cuello con sus brazos mientras le besaba, sintiendo su corazón agitado en su pecho acompañado del cansancio de haber perdido sangre.
¿Qué estaba haciendo? No estaba seguro de ello, pero aunque estaba convencido de que estaba traicionando a Yesung, sus pensamientos y su cuerpo solo pensaban en acercarse a Changmin.
El mayor había respondido con ansias su atrevimiento atrayéndole contra su cuerpo sin dejar de mover sus labios y quizás fue la locura del momento, pero dejó que este le acariciara por sobre la ropa, sintiendo aquellas caricias tan distintas en su cuerpo por primera vez.
-Es suficiente- le escuchó murmurar parando aquel ajetreo y abrió los ojos, encontrándose con sus ojos grises, aquellos que le recordaron a otra persona –si lo haces te vas a arrepentir- le dio un tierno beso en sus labios ahora enrojecidos y dejó que su pequeña sonrisa esfumara todos sus pensamientos a pesar de que todo su ser deseaba tener el placer de poseerle al igual que haría un amante.
Kyuhyun bajó la mirada y de alguna manera su corazón se sintió mejor cuando el mayor le abrazó luego de prometerle que no intentaría nada y su voz musitó en voz baja una canción que nunca había escuchado.
-Puedes quedarte si quieres- susurró en voz baja como no queriendo cuando estaba en la cama y Changmin había ido a encender una lámpara de aceite para dejarla en la habitación, alegando que la necesitaría si se levantaba a entradas horas de la noche en un lugar tan grande donde gobernaba la oscuridad a todas horas.
-Es peligroso- le respondió poniendo la lámpara en la mesita de noche, dejándole ver a un joven de cabellos algo largos con ropa de dormir que era iluminado por el naranja claro de la pequeña flama.
-No importa- dijo sin saber de dónde habían salido esas palabras.
Se había acomodado bajo las mantas para cobijarse, pero sus pensamientos le traicionaron y sus ojos miraron por la habitación, espiando una figura desnudándose en la oscuridad para luego cubrirse con otras ropas; cerró los ojos fingiendo dormitar antes de caer en el sueño completamente y se estremeció cuando sintió un pecho cubrir su espalda y un brazo rodearlo con una delicadeza casi excesiva.
-Gracias- susurró de forma casi inaudible y Kyuhyun no supo interpretar su agradecimiento y de alguna manera le hizo sentir extraño al igual que su presencia misma.---------------------------------------------------------
"El pasado nos unió, pero no el destino, al menos no como hubiera deseado..."
Caminó por aquel elegante corredor en el que resaltaba una alfombra roja con detalles dorados y se inclinó para arrodillarse sobre una de sus piernas, demostrando sus respetos al joven sentado en aquel trono –Kai, príncipe del clan Dubois, Jongin, príncipe oculto de la corona de Francia, le pido sinceramente que cuide de mi hermana, mi joya más preciada y próxima reina del clan Warwick- pidió y desvió sutilmente la mirada a la derecha para ver al primo de este –joven Baekhyun, mis palabras también están dirigidas a usted- le dijo –su vínculo bien sabe es la hermana de uno de los hombres que tienen mi entera confianza, así como también es una persona preciada para mi joven hermana, por ello le pido que cuide de ella apropiadamente-
-Puede tener mi palabra de que será así- respondió el moreno, después de todo había formado el vínculo con la hermana del líder de Warwick hace no mucho y sabía lo que esta representaba para él –así como también puedo garantizarle que la joven que ha elegido mi familiar estará en buenas manos- agregó viendo al mayor erguirse.
Se acercó a la menor de cabellos negros que estaba cerca de los suyos y le dejó un beso en la frente –oraboni, ¿por qué dijiste eso?- le preguntó en un susurro pero el castaño no respondió.
-Te estoy dejando en buenas manos, así que no tienes que preocuparte por nada- le sonrió y la más bajita se abrazó a él –Krystal...-
-Es solo que tenía muchos días sin verte, la próxima vez no tardes tanto- pidió y asintió acariciando su mejilla.
–Te amo mi pequeño copo de nieve, no lo olvides- hizo una leve inclinación para mostrar sus respetos una vez que se despidió y comenzó a andar para retirarse.***
Sus pies enfundados en botas se hundieron en la nieve luego de abandonar los adoquines de las calles y comenzó a andar con pasos aletargados mientras sentía su pecho agitarse debido al esfuerzo y el clima mientras su boca dejaba entrever su aliento en el aire.
El viento le golpeó agitando sus cabellos mientras enfriaba la piel de su rostro y trató de andar más a prisa mientras veía los árboles extenderse más cerca con cada paso que daba.
Se deshizo de aquella capa y las telas que le alentaban dejándolas caer en la nieve y se quedó únicamente con la camisa blanca y unos pantalones marrones para avanzar mejor entre aquel blanco que parecía eterno. Sus pasos comenzaron a acelerarse y antes de que lo notara estaba corriendo sin importar sentir sus piernas acalambrarse y uno de sus costados doler, sin importarle el viento y las ramas golpeándole con brusquedad y sin piedad bajo aquel cielo de tonos grises.
"Un lenguaje que no entiendo...
No escapes, nunca más, permanece aquí y mírame a la cara.
Mira a tu alrededor y el amor te encontrará.
Tú me curas, tú me haces sentir,
enciendes una llama dentro de mí.
Te lo ruego, no escapes más, porque todos estamos hechos de estrellas,
fragmentos de plata cayendo...
Dime que lo entiendes, acércate y coge mi mano,
vamos a flotar a través del cielo como si no hubiera suelo, como si no hubiera techo y baila conmigo como si estuviéramos hechos de estrellas... " –H.S.
Notas:
•Schiavo (italiano) y slave (inglés), significan "esclavo".
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Dance of Midnight {YeHyun} *segunda temporada*
FanfictionLuego de que se esparcieran los rumores sobre Hrovat, un clan inglés pisa suelo italiano para recuperar una joya que perdieron hace mucho, pero el líder de ellos no contaba con que encontraría otra joya, una más interesante y valiosa en los ojos de...