Dance of Midnight {YeHyun} *segunda temporada*

Capítulo 2 "Un cautivo caído"

Tú y yo dolorosamente perdidos
y ante la incertidumbre andando por los caminos de este mundo
tú y yo entre la fantasía y la razón en busca del amor profundo...- L.F. & D.H.




El día olía a humedad, a frescura, a limpieza y a sangre...

Los tonos oscuros resaltaban ante la pureza del blanco de la nieve que no había sido manchada por los zapatos andando o los animales rebuscando comida oculta en un manto que en temporadas anteriores había sido marrón o verde. El bosque que les ocultaba con árboles frondosos de los humanos ahora parecían ser solo ramas oscuras elevadas entre el blanco.

Había recibido un aviso y agradeció que el cielo siguiera conservando su matiz grisáceo para poder moverse con más facilidad entre los mortales una vez que llegara a la ciudad; había ocurrido algo extraño. Más de un mes había transcurrido desde lo de Hrovat y no habían surgido nuevos problemas desde entonces, por ello que le dieran una noticia sobre muertes en Florencia era extraño y alarmante si consideraba que no eran precisamente mortales los que habían fallecido como se esperaría al ser la ciudad un hogar para vampiros de dos clanes distintos.

Lo percibió mientras caminaba esa mañana y veía diminutas motitas danzar en el aire, el aroma de la sangre flotaba con la brisa, pero no era cualquier sangre. Una vez que se supo solo, usó uno de los pasadizos para ir a los túneles ocultos debajo de la ciudad y comenzó a andar mientras sus ojos poco a poco adquirían una tonalidad grisácea y se ponía alerta ante cualquier sonido o movimiento que pudiera dejarle saber que había alguien más en el lugar.

-¿Quién eres?- soltó intentando sujetar a una presencia a su derecha, pero su mano solo alcanzó a atrapar a la nada hasta que vio que unos ojos coloridos emergieron entre las sombras, el mayor se había agachado apenas un segundo antes.

-Parece que no diferencía a sus enemigos de sus aliados, su alteza- murmuró con una pequeña sonrisa amable y Yesung desvió la mirada viendo la oscuridad que les aguardaba más adelante en el camino –asumo que vino por el mismo motivo que el mío- agregó Jungsoo.

-Lo hueles, ¿cierto? La sangre está mezclada, pero hay una que resalta entre las otras- desde que había puesto un pie en el lugar sintió la fragancia de la sangre, aquel que le distinguía a cada uno de ellos y que le dejaba apreciar que había más de un tipo vagando alrededor.

-¿Deberíamos averiguarlo?-

Una luz minúscula producida por el fuego extinguiéndose de una antorcha tirada en el suelo les dejó apreciar el estado patético de la que fuera una puerta conservada por generaciones y que relataba un período de tiempo ya transcurrido y olvidado casi en su totalidad, y que en esos tiempos servía para impedir el escape de ciertos esclavos como una formalidad del asunto.

Los cuerpos de tres guardias estaban inertes en el suelo y aunque el aroma de su sangre parecía abrumador, se dio cuenta de que no eran ellos los que producían ese aroma casi intoxícante en el aire porque sus figuras apenas habían sido tocadas como si el que les hubiera matado hubiera sido certero y delicado, lo que le daba a entender que probablemente no los buscaban a ellos sino que buscaban a alguien más y entonces recordó quienes eran los huéspedes en esos años en ese túnel que servía de calabozo.

-No... no pudieron hacerlo- murmuró empezando a andar y miró con horror como un cuerpo yacía degollado colgando por las muñecas, de las cadenas de la pared –no...- pronunció negando la realidad al tiempo que se dejaba caer de rodillas y cuando Jungsoo llegó a su altura supo el por qué del comportamiento del pelinegro.

Alguien había asesinado a Choi Siwon.

La sangre estaba derramada por su cuerpo desnudo y el piso, formando canalillos de color carmesí que se había oscurecido debido a que no se encontraba más en el interior del cuerpo; algunas ratas mordisqueaban la carne muerta y el aroma de la putrefacción y la sangre invadía el ambiente de manera sofocante.

Yesung contrario a alegrarse por la visión del escenario, lo odió porque Siwon debía haber pagado por sus delitos y la muerte solo había sido un camino demasiado corto para ello, había sido la criatura que le había quitado lo que más amó en el pasado y ahora esa condena que le debía quedaba inconclusa por capricho de una o varias figuras desconocidas.

La suerte del ex líder de Hrovat no fue muy distinta a la de su primogénito, pero parecía que este había sido atacado de manera más salvaje como si se tratara de bestias y pudo encontrar aquella pieza que faltaba en la otra celda, la cabeza de Siwon. El cuerpo de aquel viejo tramposo había sido cercenado de forma feroz e incluso estaba seguro de que se las habían arreglado para conservarle con vida porque dudaba que lo lastimaran una vez muerto cuando el cuerpo de un vampiro comenzaba a podrirse más rápido que el de un mortal después de morir.

-Dudo incluso que los líderes de Hrovat tuvieran un alcance como este- escuchó decir a Jungsoo que veía aquellos lagos de color oscuro invadir el suelo o ensuciar las paredes.

Yesung asintió, sabía que Hrovat era un clan que no tenía piedad y que no eran conocidos por ser amables, pero incluso creía que lo sucedido en ese lugar sobrepasaba lo hecho por este tiempo atrás.

No habían detectado nada y eso les desconcertaba porque una o varias personas habían ingresado a su territorio sin darse cuenta y habían asesinado a tres guardias y a los prisioneros del túnel un día antes apenas y si no hubiera sido por la demostración de arte sanguinaria que dejaron, fácilmente podrían haber creído que los prisioneros habían huido y que los guardias habían ido a buscarles.

Buscó la mirada del mayor y cuando notó que este miraba la escena atentamente, supo entonces que sus pensamientos sobre las cosas no eran muy distintos de los suyos, probablemente también comenzaba a sentirse un poco inquieto.

-Huele a menta...- lo escuchó murmurar y frunció levemente el entrecejo al no comprender -¿no sientes un aroma sutil a hiervas?- el moreno trató de buscar el aroma del que hablaba el más viejo mientras observaba el lugar, pero no pudo detectarlo, quizás por el aroma penetrante que invadía la habitación entre esas cuatro paredes.

-No puedo oler nada de lo que mencionas, pero, ¿debería preocuparme?-

-No lo sé, es solo que es un aroma distinto a Florencia... no parece algo que provenga de la ciudad-