Capítulo 11 "Lazos"

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-Llámalo instinto- sonrió –sabía que en algún momento vendrías, la última vez que nos vimos pude darme cuenta que había confusión en tu mirada, así que solo debía esperar que vinieras a mí- respondió con honestidad –así que Kyuhyun, ¿qué es lo que deseas saber?- cuestionó volteando a mirarlo.

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"No puedo acostumbrarme a extrañarte, si es así como tendrá que ser, necesito un ángel que me cuide... nadie puede detener las manos del tiempo pero yo puedo aferrarme a mi una y otra vez, como una melodía; por ahora permaneceré inmóvil, por ahora estaré lleno con el recuerdo de tu piel..."-L.F.



Y sin duda esa simple pregunta albergaba muchas dudas, pero debía saber, conocer lo que sucedía con él -¿por qué me llamaste "diamante de Luna"?- cuestionó, recordando que aquella joven le había llamado de la misma manera.

-Es porque eso eres, verás Kyuhyun, tú eres lo que se llama una presencia bendecida por la Luna o un ser intermedio en palabras más simples- para los vampiros la Luna era una de las cosas más importantes al igual que la sangre y lo que se relacionaba a ella y eso se debía a que cuando esta dominaba el cielo no había nada que los detuviera.

-No soy vampiro ni humano- murmuró recordando lo dicho por la joven que había visto ese mismo día.

Asintió –pero eso no te hace una existencia inferior, sino todo lo contrario- agregó y vio fruncirse el ceño del menor, por lo que solo sonrió antes de dejar su taza de té a un lado para llevar su mano derecha a la mejilla del más joven –los diamantes de Luna conservan las características humanas...- decía acariciando su piel mientras bajaba ligeramente los párpados, examinándole mientras hablaba –combinadas con la fuerza e inmortalidad de los nuestros, lo que hace que tengas más control que el resto y seas mucho más fuerte... la luz no te daña, beber no te es indispensable y tienes un control total de tu ser, por ello si lo quisieras podrías cambiar- agregó y alejó su toque de Kyuhyun aunque estaba tentado a no hacerlo.

-¿Cambiar?-

-Los vampiros somos distintos a los humanos, los que son convertidos detienen su envejecimiento cuando se lleva a cabo la transformación y los puros dejamos de envejecer en cierta medida dependiendo de nuestras líneas sanguíneas que marcaron la historia de nuestros antepasados, por ello podemos lucir un poco más jóvenes o mayores que otros a pesar de que nuestra procedencia sea una línea pura de vampiros- respondió –pero en tu caso eso no es así, por ello si lo quisieras y hubieras desarrollado el control suficiente de tu propio ser, podrías envejecer o rejuvenecer a voluntad, por eso para los vampiros encontrarse con una presencia como la tuya es casi imposible... puedes actuar y vivir como un mortal por siglos, pero de la misma manera puedes acabar con cualquier vampiro si lo deseas, por ello los antiguos que escribieron sobre los seres como tú fueron casi nulos e incluso ellos desconocían muchas cosas porque varios fueron exterminados antes de que se dieran cuenta por los de tu raza para evitar que se les perjudicara-

"Es porque ya nos habíamos conocido en el pasado, solo que en ese entonces yo era una anciana y tú un niño pequeño" recordó y entonces comprendió, por ello sentía que conocía a la joven a pesar de que había creído firmemente que no era así, pero ella estaba en sus recuerdos, no con esa apariencia, pero era la misma; su voz, sus ojos, el aroma de su sangre del que ahora era consciente.

-Kyuhyun, ¿podría hacerte una pregunta?- soltó de la nada y el menor asintió -¿por qué no conoces tus propias raíces?-

-No lo sé- respondió luego de quedarse en silencio un momento, aunque tampoco estaba seguro de ello y es que hasta ese momento no sabía lo que era.

-Aunque hayas pensado que te volviste vampiro al formar el vínculo con uno, la realidad es que siempre habías sido diferente, solo que una parte de ti lo había olvidado por alguna razón y temo conocer esa misma razón...- bajó la mirada –tal vez no lo notaste, pero incluso en ocasiones mientras conversábamos cambiaba de idioma para comprobar algo y fue entonces que me di cuenta que algo era extraño, ¿recuerdas esa ocasión en que te pregunté si habías viajado?-

-Si- respondió, recordando aquella vez y si no se equivocaba era de los primeros días en que caminaba con el mayor por el área del mercado.

-Tú mencionaste que no era así a pesar de que inconscientemente habías comprendido el inglés y el francés mientras hablabas conmigo, por lo que yo no dije nada al respecto- le dijo –en realidad tu mente trabaja de una manera muy peculiar, por momentos parecías ser algo ingenuo e inocente, pero en otros momentos pensabas como un joven instruido, como si ambos comportamientos fueran opuestos, pero quizás se debía a tu propia naturaleza-

"Eres una criatura bastante peculiar, supongo que tu lado humano te está dominando en estos momentos, pero ya recordarás después, cuando puedas soportar los recuerdos que creaste en todos los años en que te has movido"

No era la primera vez que lo escuchaba, al menos suponía que en el pasado alguien también lo había mencionado, en esos recuerdos que ahora parecían estar tan presentes en él como su propia existencia -¿es posible olvidar para alguien como yo?-

-No lo sé con seguridad, pero es posible, después de todo habías aparentado ser un mortal hasta que alguien se unió a ti o ¿no?- respondió y aunque no pudiera asegurarlo, sus palabras le daban a entender que podía ser así.

Comenzaba a amanecer y no recordaba con exactitud cuánto tiempo había permanecido ahí, por lo que abandonó su asiento para irse siendo que no era bueno pasar tanto tiempo fuera, pero cuando estaba llegando a la puerta para retirarse escuchó al mayor llamarle –tengo una propuesta para ti, ¿la escucharías?-


Uno de esos días mientras caminaba en la nieve luego de haber ido con Tao a conseguir algunos alimentos en el mercado, se encontró con Yesung cerca del castillo y este le había tomado de la muñeca para llevarle dentro y aunque las cosas se habían esparcido en la nieve este no se detuvo y siguió andando llevándolo a cuestas a pesar de su negativa.

-¿A dónde has estado yendo estos días?- cuestionó apenas y lo empujó dentro de la habitación que habían dejado de compartir unos días atrás; cerró la puerta y lo miró -¿por qué no respondes?- lo sujetó y le empujó contra la pared –mírame a los ojos y dime la verdad- ordenó y aunque su mirada denotaba molestia, su corazón se sentía inseguro porque temía que pudiera sucederle algo.

¿Desde cuándo Kyuhyun se había vuelto tan escurridizo para escapar de su mirada? Si abandonaba la seguridad del clan muy difícilmente podría protegerlo como debía, además de que no se le había mencionado como para saber que no estaría presente y que por ello pensaba ingenuamente que se encontraba resguardado en el castillo al cuidado de la servidumbre.

-¿Por qué no me habías dicho que no soy como tú y los demás?- murmuró haciendo que el mayor aflojara el agarre luego de tomarle por sorpresa con su pregunta -¿por qué no me dijiste que había problemas?- había escuchado por accidente a Youngwoon hablar de ello cuando Sungmin mencionó que quería ir al otro clan para hablar con los otros -¿no confías en mí lo suficiente como para decirme lo que sucede con las criaturas que comienzo a ver como mi familia? ¿No puedes decirme la verdad?- cuestionó empezando a atiborrarlo con sus interrogantes.

Y Yesung no dijo nada, solo se quedó en silencio tratando de no ver su expresión lastimada -¿por qué siempre me subestimas?-

-No lo hago- respondió y sintió a Kyuhyun darle una bofetada.

-No te atrevas a mentir cuando sé que es así- dijo con los ojos brillantes a causa de la cólera -¿ni siquiera vas a responder?-

-¿Qué objetivo tiene?- habló con dureza –parece que ya estás más que enterado de todo, ¿no es así?- y el castaño se tensó cuando sintió que le sujetaba del brazo con fuerza y le miraba a los ojos con sus orbes oscuros –no te dije que no eras como los demás porque eso te pone en peligro, ¿crees que es por placer que me preocupo por mantenerte dentro? ¿Acaso piensas que no me lastima ver tu expresión cuando te niego algo?- sonrió con molestia –no te lo dije porque ni siquiera yo estoy seguro de ello y no me gusta correr riesgos, eres mi vínculo, ¿cómo se supone que me llame a mi mismo tu pareja si ni siquiera puedo garantizar tu seguridad?-

-Yesung-

-Y los problemas de los que hablas conciernen al clan y sé que te molesta, pero no pienso que sea adecuado hablar de asesinatos, carnicerías y atrocidades cuando hasta hace poco bebiste por primera ocasión; puede que me haya tomado libertades que no me conciernen pero no quería que ese tipo de escenarios estuvieran en tus pensamientos, ya es bastante complicado verte murmurar entre sueños y parecer confundido por cosas que no recuerdas como para agregar ese tipo de cosas horribles a tus pensamientos y a tu corazón... si quieres saberlo incluso conociendo las consecuencias entonces yo...- y los labios de Kyuhyun le interrumpieron, sintió los brazos de este rodear su cuello y su boca se movió con ansiedad como si hubiera estado deseoso de probarlos a pesar de que le había negado el privilegio de tocarlo desde hace días.

Cerró los ojos y atrajo el cuerpo más joven hacia el suyo, pegándolo más a su persona para sentirle como tanto anhelaba –Kyuhyun- susurró cuando este se separó para tomar aire y fue su turno para comenzar el beso, volviendo el roce más necesitado y hambriento, haciéndole jadear contra sus labios, alentándolo a seguir y desear desvestirle para reclamarle como suyo.

Sus manos se volvieron inquietas mientras sus labios devoraban su cuello níveo y sintió aquellos bordes formados por la carne incitándole a pecar al igual que ese dulce roce entre sus cuerpos acompañados por la suave melodía de su voz excitada; Kyuhyun era su delirio.

La ropa había desaparecido y la piel joven del menor había quedado vulnerable al igual que cada tramo de su cuerpo, ese que le pedía ser tocado para recordar los placeres que podía brindarle su otra mitad y que se había estado negando a tomar.

Kyuhyun gimió con fuerza mientras su espalda se arqueaba y su garganta amenazaba con lastimarse al sentir de lo que era capaz su amante para hacerle perder el juicio y hubo un momento en que solo sucedió, perdió la cordura y lo demás se volvió borroso, concentrándose únicamente en el ahora mientras su cuerpo sentía los estragos de la gloria brindada por un cuerpo vehemente.

Yesung se había deleitado con el cuerpo joven del menor hasta que este ya no pudo continuar participando y le acarició el brazo ahora que ambos se encontraban desnudos bajo las mantas, y sonrió al sentir el ligero temblor que le provocaba el simple roce de sus yemas. Se apegó a su espalda y le dio un beso en la nuca antes de pasar su brazo izquierdo por su pecho, sintiendo la suavidad de su piel ligeramente húmeda por el esfuerzo de la actividad.

-Nunca te he subestimado- murmuró recordando sus palabras mientras aspiraba el maravilloso perfume que le brindaba la sangre –sé que eres fuerte y por eso temo- agregó.

-Temer ¿por qué?- cuestionó, acariciando con su mano la de Yesung que se mantenía sobre su pecho mientras estaba acomodado en su costado derecho.

-Porque me preocupa que puedas salir lastimado... esa cicatriz que se aferraba a tu piel es una muestra de lo que puede suceder e incluso si volviera a suceder es probable que tu vida se vaya en ello y yo no puedo permitirme tal cosa- Yesung recordaba aquel día, Kyuhyun se había interpuesto y había intervenido en algo peligroso que no le concernía, recibiendo una herida bastante grande que le hizo temer lo peor.

-¿Y si hubiera una manera de evitar salir lastimado de esa manera?-

-Preferiría que no hubiera ninguna manera de que te involucraras en cualquiera de esas cosas... eres lo más preciado para mi, Kyuhyun- el menor se giró quedando de frente a su persona y acarició su mejilla viendo sus ojos marrones -¿ahora entiendes que no hice esas cosas por simple atrevimiento?- sabía que las emociones le dominaban en ocasiones, en especial aquellas relacionadas a su verdadera naturaleza como era la ira, el enojo, la furia y todos esos sentimientos incontrolables que podían causar problemas si no se mantenían controlados; los vampiros eran iracundos.

-Debiste haberlo mencionado antes... te extrañaba- Yesung le dio un beso en los labios y le sonrió con cariño luego de escucharlo, y es que esas dulces palabras calmaban su corazón preocupado que comenzaba a temer el rechazo constante, ese que inquietaba todo su ser –nunca fuiste a buscarme a la habitación a pesar de que esperaba que lo hicieras- y es que por más que estuviera molesto, deseaba la cercanía del mayor, sentir sus brazos rodeando su cuerpo con aquella calidez tan familiar que calmaba sus preocupaciones al igual que las palabras susurradas por sus labios.

-No quería contradecir tus deseos- susurró sobre sus labios, rozándolos tenuemente –no quería que me miraras de esa manera en que comenzaste a hacer debido a mis decisiones- unió sus labios comenzando a moverlos de forma lenta sobre los del menor y le sostuvo de la espalada para evitar que pusiera distancia de su cuerpo.

-Bebe- escuchó que murmuró la voz agitada de Kyuhyun cuando sus labios se apartaron y sus ojos marrones se encontraron con los suyos –bebe de mí Yesung, sé que lo deseas... yo también lo deseo- mencionó al recordar que había pasado tiempo desde la última vez en que el pelinegro se había alimentado y sabía por palabras suyas y de otros que eso podía ser peligroso en más de una forma.

Sintió una lengua suave como la seda lamer su cuello y apreció un estremecimiento perturbar su cuerpo cuando los colmillos rozaron su piel y por extraño que resultara, había algo excitante en ello, era quizás la incertidumbre de saberse en peligro por la mordida de un vampiro y el placer que podría provocarle esa misma acción.

Los colmillos se enterraron en su piel y jadeó fuertemente mientras sentía a Yesung beber y dominarle con entera facilidad, deseando internamente que pudiera seguir bebiendo eternamente para sentir esa sensación abrumadora, similar a la que experimentaba cuando compartían sus cuerpos y llegaba a un punto de intenso placer.

-Yesung... Yesung...- comenzó a jadear suavemente con los ojos cerrados sintiendo la necesidad de tocarle y sentir su cuerpo aún más cerca del suyo hasta que este terminó.

-Necesitas descansar- le susurró luego de lamer la herida provocada por sus colmillos para que comenzara a sanar –tu cuerpo necesita reponer sus energías- agregó aunque estaba usando su fuerza de voluntad para resistirse ante tal visión abrumadora.

La desnudez de Kyuhyun siempre le seducía con voz persuasiva, como el mismo demonio permitiéndole conocer la gloria sin consecuencias, prometiéndole alcanzar el cielo sin ser manchado por el pecado tal y como los mortales mencionaban, y él, una criatura de débil voluntad ante la tentación solía caer completamente en la trampa, en especial cuando ese joven le susurraba que lo hiciera.

-¿Podrías permitirme usarte como el medio para ello?- cuestionó y no pudo negarse.

Kyuhyun se había deslizado entre sus piernas como una serpiente acechando a su presa y antes de que se diera cuenta este estaba sentado sobre sus piernas bebiendo de su cuello mientras aprisionaba su hombría en sus confines sagrados, haciéndole perder la cabeza sin siquiera intentarlo.

-Debería haber un castigo divino para una criatura tan seductora y tentadora como tú Kyuhyun- murmuró mientras el nombrado se mecía entre sus piernas con la sonrisa que los antiguos griegos describieron en sus historias como perteneciente a aquellas entidades que podían hacer caer a cualquier mortal con tan solo su presencia.

El fuego de la pasión de Kyuhyun se había apagado cuando aquel líquido se derramó en ese rincón íntimo de su persona al igual que había hecho en sus pieles y este buscó su cuerpo con ansias antes de cerrar los ojos y abandonarse al olvido.

Sus mechones castaños estaban pegados en su frente y parte de sus mejillas luego de haberlos soltado de su pequeña coleta y le examinó mientras los acomodaba, parecía que el castaño solo deseaba respuestas para volver a permitirle tocar su cuerpo y brindarle el placer de su presencia y tal vez era también lo que él necesitaba para estar más tranquilo, decirle el por qué de sus decisiones cuando estas le involucraban de tal manera; debía habérselo dicho antes, pero tenía miedo de sus pensamientos y sus reacciones cuando en el fondo una parte de su ser sentía que Kyuhyun podía sentir aberración por una existencia oscura como la suya a pesar del tiempo que había transcurrido.

Le besó la frente y le atrapó contra su cuerpo mientras le cubría mejor porque sabía que el clima haría su piel temblar, en especial si esta no contaba con el cobijo de sus ropas como otras noches.

"Tú me encontrarás si lo deseas"

Aquellas palabras aparecieron en sus pensamientos junto a aquel de dónde estaba Yesung cuando abrió los ojos esa mañana y luego escuchó la puerta cerrarse, por lo que se incorporó en la cama y vio que el mayor iba entrando –veo que por fin despiertas- comentó con una pequeña sonrisa acercándose para robarle un beso –ya pedí que preparan el baño y algo de comida- agregó mientras se acomodaba una capa negra encima de sus ropas, algo que no cumplía ninguna función relevante para él pero que servía para disimular entre los mortales.

-¿A dónde vas?-

-Iré a ver a Jungsoo, me mandó a llamar anoche pero... debido a las circunstancias pospuse la reunión-

Kyuhyun se sonrojó y se dio cuenta que todavía estaba desnudo, por lo que se cubrió mejor, además de que parecía que una corriente de aire se había colado a la habitación haciéndola más fría de lo que ya era debido a la nieve afuera.

-Entiendo, ten cuidado- el pelinegro sonrió y se acercó mirándolo con los ojos entrecerrados -¿qué?-

-Nada, es solo que me gusta mirarte- respondió agachándose para darle un beso en la mejilla y luego uno en la frente –trataré de no tardar mucho, así que no te escapes de mí cuando vuelva-

Asintió y un minuto más tarde Yesung había abandonado la habitación para luego dejar el castillo.

Mientras estaba en la tina con el agua caliente rodeando su cuerpo y esta jugaba a escaparse en brumas a su alrededor, recordó las cosas de las que se había enterado, no solo de su propio ser sino de lo que parecía estaba sucediendo y que había ignorado hasta esos momentos, confiaba en Yesung, pero no podía dejar todo en sus manos como siempre, además él ahora también estaba a la cabeza del clan como la existencia que se había unido con la suya por lo que no podía quedarse mirando solamente cuando podían ocurrir cosas malas al igual que muchas personas hicieron cuando vivía deambulando en las calles.

Se vistió, comió un poco para no rechazar las atenciones que había requerido el moreno para él y salió del castillo, sintiendo el aire colarse y agitar sus cabellos todavía húmedos.

La pelinegra le había dicho que podría encontrarla si lo deseaba y comenzó a internarse en el bosque mientras intentaba hacer lo mismo que ella, llamarle de alguna manera en silencio.

Blanco, negro, marrón, verde oscuro.

-Ji Eun...- susurró cuando se giró al sentir que alguien estaba detrás de él y vio a la joven.

Kyuhyun la observaba mientras ambos estaban en un lugar apartado rodeado por árboles de follaje oscuro que estaba cubierto de nieve y reparó en la joven de cabellos negros que vestía un simple vestido como si el clima no le causara nada -¿no tienes frío?- cuestionó luego de ver que estaba descalza.

-Un poco- confesó con una pequeña sonrisa amable antes de sentarse sobre lo que parecía ser un tronco caído –pero de cierta forma me gusta esa sensación lastimando ligeramente mis pies, me recuerda que también soy de cierta manera humana- agregó mirando que los pequeños cortes que el camino le había causado se regeneraban hasta volverse invisibles -¿por qué me buscabas Kyuhyun?- cuestionó recordando que había sentido al menor llamarle, algo que le había sorprendido porque no creyó que requiriera su presencia tan pronto.

-Estuve recordando, todavía hay cosas que no están claras en mi mente pero recuerdo cuando nos conocimos-

Asintió –ambos nos conocimos en Inglaterra cuando yo abandoné Grecia y llegué a ese lugar después de meses, estuvimos un tiempo juntos pero cuando yo me fui de la isla rechazaste irte conmigo y no dije nada porque supuse que había una razón, aunque no esperé encontrarte en Italia con un vínculo ya- sonrió –supongo que me alegro por ti- agregó, siendo que toda presencia como la suya buscaba a su otra mitad.

-Por tu apariencia debo asumir que es cierto que podemos cambiar a voluntad...-

-Si, verás, nosotros no somos completamente humanos o vampiros, sino algo intermedio y nuestro poder y control nos permite cambiar a voluntad, aunque en mi caso lo hago más por mi vínculo que se pierde cada tanto- respondió sin cuestionar mucho porque había asumido que el castaño la buscaría para resolver dudas siendo que todavía parecía no recordar algunos detalles.

-Sobre lo que habías mencionado, "el gris que ve a través del rojo" ¿hacía referencia a un collar?- y la mayor dejó de mirar sus pies jugando en la nieve luego de que el castaño se quedara callado un momento; elevó la mirada y asintió.

-Aunque más bien a un vampiro usando el collar-

-"Gris" representa sus ojos y "rojo" hace referencia al collar, ¿cierto?-

-Si-

-¿Y ese collar puede ser usado para rom...?-

-¿Por qué te interesa algo como eso?- cuestionó la mayor interrumpiendo sus palabras, sin entender por qué razón querría saber esa clase de información tan horrible.

-Es solo curiosidad- respondió y vio a la de cabellos largo quedarse pensativa un momento como si dudara en contarle al respecto.

-Además de diamantes de Luna, también alguien alguna vez llamó a los nuestros "zafiros de Luna", ¿sabes el que significado tiene esa piedra?-

-Protección de los malos espíritus, símbolo de los cielos... sinceridad, lealtad y fidelidad- respondió tratando de recordar si no olvidaba algo.

-Nuestros ojos azules dicen que asemejan esa piedra, pero no es la única razón del por qué alguna vez nos llamaron de esa manera- le dijo -Semper fidelis como dirían en latín o en otras palabras, siempre fiel... cuando alguien de nuestra clase encuentra a su vínculo ya no hay vuelta atrás a diferencia de otros que comparten nuestra inmortalidad, nuestro corazón solo se entrega una vez y solo es conmovido por una sola presencia en toda su vida-

-¿Entonces por qué tú...?-

-Verás, mi ilios no es un vampiro, sino un humano, un mortal que hace algunos años llevaba el nombre de Taeyang que significa sol- sonrió –nunca formé un vínculo con él, al menos no estrictamente con una marca... hace siglos yo me enamoré de ese hombre de corazón cálido que trabajaba oculto por un accidente que causó que su piel se desfigurara por el fuego- comenzó a contar, recordando a aquel joven que había evitado mirarle porque las personas de su "clase" debían mantenerse ocultas del resto –nunca lo convertí porque me enamoré de él siendo un humano y no quería cambiar su esencia, no quería volverlo un vampiro, pero como todo mortal, su vida tenía que llegar a un fin...-

-¿Murió?-

Asintió –él prometió que en otra vida nos encontraríamos y así lo hizo, por eso cuando nos conocimos mi apariencia era otra, cada tantas décadas o siglos él vuelve a aparecer, en ocasiones es un niño, un adulto o un joven y yo cambió a su semejanza para poder volver a estar juntos como la primera vez y aunque no recuerda, ambos creamos recuerdos juntos de una vida nueva durante los años en que le fue permitido vivir-

-Por eso siempre lo estás buscando...- murmuró.

-Verás Kyuhyun, a diferencia de los vampiros, los mortales algunas veces tienen la suerte de reencarnar aunque parezca algo que no tiene sentido, pero si existimos nosotros, ¿por qué no habría de ser posible?- le dijo –cuando un vampiro muere este no vuelve a existir-

-Entonces si tú lo hubieras convertido y él muriera, ¿nunca podrías encontrarlo de nuevo?-

-Quizás una parte de mí por ello no quería convertirlo, aunque es común que los que son como nosotros elijan a un humano como su pareja eterna más que a un vampiro... nuestro poder no es para todos- comentó de manera ambigua.

-Pero, ¿por qué me advertías sobre el collar?- cuestionó al recordar que incluso en sus recuerdos esas palabras aparecían -¿esas personas lo tenían?- agregó al recordar que había escuchado sobre la muerte de Siwon y su padre.

-Eso creí, había escuchado rumores por ello vine a Italia- respondió, asumiendo a quiénes se refería –creí que sería sencillo encontrar el collar si iba a los calabozos pero alguien se me adelantó porque cuando fui ellos habían muerto y desaparecido del lugar- recordaba aquel día, el aroma seguía ahí al igual que la sangre y sus pies se habían ensuciado con ella mientras revisaba el lugar intentando ubicar la piedra roja –el collar sirve para encontrarnos, por eso era importante que lo tomara antes de que alguien más lo hiciera pero no he podido ubicarlo y más ahora que hay tantos vampiros reuniéndose aquí... cuatro países- murmuró al final recordando que sabía que el clan al que pertenecía Kyuhyun representaba Italia, el otro con el que tenían comunicación provenía de China, pero también estaba Londres representado por un par de vampiros bastante ágiles y algunos recién llegados de Francia.

Kyuhyun sabía quién lo tenía, pero no sabía que ella supiera información del collar.

La menor vio al más alto con intenciones de irse y se levantó de su asiento para acercarse a él –no sé exactamente lo que sucede entre los clanes, pero yo no puedo intervenir en ello porque ese asunto no me concierne- comenzó a decir, siendo que como vampiro era estúpido intervenir en un conflicto que no la involucraba al igual que sucedía cuando había enfrentamientos o descontentos entre distintas partes; nadie se arriesgaba si no era por los suyos –solo te puedo decir que tu alma se dañará eternamente si destruyes tu vínculo alguna vez- puso una mano en el pecho del castaño cuando llegó a él y se paró en las puntas de sus pies para alcanzarle mejor –recuerda, amor vincit omnia- le susurró al oído.

-El amor vence todo- dijo él.

-Parece que comienzas a recordar- dijo con una sonrisa al escuchar que el menor parecía entender el latín ahora, la lengua de su nacimiento y de todos aquellos seres oscuros que bebían líquido carmesí para vivir.

-Así parece y sobre él... mantendré los ojos abiertos- sintió las manos suaves y pequeñas de ella acariciar su rostro y se sorprendió cuando la sintió dejarle un beso en la mejilla.

-Gracias, viejo amigo-

***

-Jungsoo- le llamó en el marco de la puerta de una de las bibliotecas de su hogar.

-Veo que por fin te dignaste a aparecer- escuchó que dijo y a pesar de que sus palabras sonaban desaprobatorias para su comportamiento, sabía que no las había dicho con mala intención.

-Estaba ocupado- se excusó sin pretender entrar en detalles y una pequeña sonrisa se vislumbro en sus labios al recordar que Kyuhyun parecía volver a dejar acercarse a él y que las cosas parecían haber vuelto a ser como siempre entre ambos.

-Toma asiento- le indicó mientras buscaba un par de hojas donde había hecho anotaciones -¿recuerdas lo que alguna vez hablamos sobre tu vínculo?-

-Por supuesto- respondió viendo a Jungsoo tomar asiento frente a él y poner varios pergaminos llenos de tinta con su caligrafía, tomó uno de ellos y sonrió al ver lo que mencionaba -¿diamante de Luna?-

-Yesung...-

-Eso es imposible, si él fuera uno de ellos ¿crees que habría sido atrapado por Jin Suk y sido su esclavo?- cuestionó –incluso podría haber huido fácilmente cuando me enfrenté para tomarlo de él y quedármelo... se hubiera transformado antes, incluso podría...-

-Kyuhyun es uno de ellos- dijo con seriedad, interrumpiendo su discurso –es cierto, ambos sabemos lo sucedido pero es lo único que podría explicar sus cambios y su comportamiento- y es que por más que había investigado para tratar de encontrar una respuesta a todo aquello, esas palabras volvían a aparecer constantemente como la única verdad.

-Eso no es cierto- soltó levantándose de su asiento –si eso era lo único que ibas a decirme, me retiro-

-¿Por qué no quieres verlo?- cuestionó Jungsoo con el ceño fruncido cuando vio al moreno en la puerta dispuesto a retirarse –¿por qué te cuesta aceptarlo?- preguntó al ver el comportamiento del menor y que se hacía de oídos sordos sin siquiera darle oportunidad de explicarle ni ver los pormenores de las cosas.

-Porque eso significa que cualquiera buscará apartarlo de mi lado- murmuró cabizbajo antes de salir, deseando no escuchar nada más y es que una parte de él muy en el fondo sabía que lo que Jungsoo decía era cierto, por eso se empeñaba tanto en mantener resguardado al menor y más aun, evitar que este dejara que alguien que no se tratara de su persona viera sus ojos, porque esa era la señal más clara de que no era un vampiro cualquiera.

Iba caminando por el puente Santa Trinidad que le ayudaba a cruzar para salir del territorio de Xián Zhang luego de terminar su conversación con Jungsoo abruptamente cuando sus pasos se detuvieron de forma repentina y llevó su mano izquierda su pecho.

"¿Qué es lo que sucede?"






-¿Has tomado una decisión?- cuestionó luego de verlo en el marco de la puerta mientras este avanzaba hacia él, quedando frente a frente, dejando que su respiración se volviera una con la suya.

-Changmin... destruye mi vínculo- susurró sobre sus labios mientras su mano derecha ahuecaba su mejilla y sus ojos marrones se encontraron con los suyos.
  

Dance of Midnight {YeHyun} *segunda temporada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora