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Contemplaba un cielo aún estrellado, en espera del alba. Qué hermoso cielo con aquellos brillos centelleantes, en penumbra, en medio de un absoluto silencio; no podía ser más tranquilo. Me olvidé por completo de todo lo que me rodeaba y mi mente se encontraba en un mundo muy lejano; de repente se esfumó al escuchar a mis padres hablando.
Me dirigí en puntitas hacia la puerta de mi habitación y me apoye en ella mientras trataba de escuchar lo que decían; sé que no está bien, pero, cómo estaban las cosas me interesaba saber lo que pasaba.
_Saldré hoy en la tarde. Necesito que te encargues de Lily, debe ir a su clase de modelaje, y no la podré llevar -dijo mamá- así que necesito que la lleves y la recojas.
_Recuerda que tenemos dos hijas.
_¡Ahg! Ya vas a empezar... Esa niña no hace nada, así que primero está Lily que hace algo productivo, luego ella. La llevas a las 3:30pm y la recoges a las 06:30pm.
_ Lo siento, -respondió papá- pero, le dije a Alison que la llevaré a comprar algunos libros y CDs.
_Ay, sí, ¡libros! ¿Para qué libros? De qué sirve. Que sea realista, y haga cosas que la dejen crecer. Como Lily, ella sí es madura, tiene novio, practica modelaje, habla Italiano...
_ Disculpa, pero, tendrá que volver sola.-replicó papá- Como dices, ya es lo suficiente madura para salir sola. ¿No?
_ ¡Uhg! Me estresas. ¡Tú y tu Alison, ahg! -Gritó mamá, y se alejó a grandes zancadas por la puerta principal.

Un Huésped MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora