7

14 3 0
                                    

Estaba tumbada en mi cama escuchando música, para ser más específica a Nirvana con «The Man Who Sold The World», cuando mi móvil vibró, de inmediato lo revisé y era un mensaje de Sam:
~¿Quieres venir a mi casa? Nunca has venido, yo conozco tu casa, pero tú no la mía~
Ah, ir a su casa. No sabía qué decir. Pero, al final acepté.
~Claro, me arreglo, y enseguida voy.
~Vale, ¿te recojo?
~No, gracias, esperame.
~Vale, te espero. Besos.
¿Qué? "besos"
Ay, no, ahora sí me estaba volviendo loca, estaba enamorándome cada vez más. Qué horror.
Llegué a su casa, me saludó con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.
Empezó a mostrarme su casa, pero, hicimos una pausa en el patio trasero. Nos sentamos en el verde césped, jugueteamos un rato.
Nos pusimos a correr y caímos juntos, podía sentir su aliento en mi rostro. Y pasó, me besó por primera vez y le devolví el beso.
Nos besamos un momento, pero cada vez era con más intensidad, bajó a mi mandíbula, luego por mi cuello, clavícula...
Se me aceleró la respiración. Introdujo su mano bajo mi blusa, iba directo a quitar mi blusa, pero ahí lo detuve.
_ Noo... -Dije con voz ahogada-
Mi corazón latía con fuerza.
_ ¿Pasa algo?
_ No... Lo siento... -No me salían las palabras- Es que...
_¿Es que...?
_ Bueno, tu y yo no somos nada. Solo amigos... Y nunca he...
_ Bueno, creo que ahora somos más que amigos. Y en cuanto a eso...perdón. ¿Quieres ser mi novia?
_ Sí... -Dije y me besó-

Un Huésped MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora