Halos fail to glisten

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Continuación de Save Me


Trataba de huir, siempre lo hacía. Lo había hecho cuando Percy Jackson le dijo que su hermana estaba muerta, lo hizo después de la batalla de Manhattan. Entonces ¿por qué no lo hacía ahora? No había algo diferente a las demás situaciones, salvo que ahora parecía que había alguien si se iba a dar cuenta de su ausencia, o tal vez varios. Ya se lo habían advertido, incluso él había dicho que no volvería a hacerlo de nuevo, pero consideraba que la situación lo ameritaba.

Eso lo llevó a pensar en Nueva Roma como el lugar ideal y seguro. Tenía la tranquilidad que añoraba, incluso una buena cafetería, pero sobre todo, estaría lejos de ese chico. No le cabía en la cabeza que de nuevo estuviera pasando por algo así-una situación que estuviera dentro de los dominios de Eros y Afrodita-, ni siquiera pensaba en la magnitud del problema, aunque ahora que se acordaba, solo era unos centímetros más alto que él. Esa era una de las cosas que había cambiado entre ellos en el tiempo que había transcurrido desde que se derrotó a Gea, y trataba de no pensar en las demás.

Estaba a un viaje sombra de la ciudad de los romanos, con una mochila de lona al hombro con lo necesario, ya que ahora contaba con algunas pertenencias aparte de su espada, hasta que abrieron la puerta de su cabaña de improviso. Un suspiro de alivio llegó al momento que logró diferenciar el tono de rubio del intruso, Jason Grace. Se había olvidado que había quedado con el hijo de Júpiter para ir a Nueva Roma, probablemente Piper también se uniría a ellos en cualquier momento, por lo que era mejor esperarla fuera.

Había acertado en que era buena idea estar en la ciudad de los romanos. Salvo esa pequeña molestia en el fondo de su conciencia que le recordaba un par de ojos azules mirándolo con reproche. No tenía por qué sentirse así, o tal vez si...no, mejor dicho, no debía.
Había planeado durante mucho tiempo ese viaje a Nueva Roma, ya hora sentado junto a Hazel en el techo del santuario de Plutón, entre brillantes joyas y huesos, recordó las veces que habían estado sentados también allí, antes de que ambos campamentos se enteraran que había uno más.

Hazel siempre había sido una chica dulce, pero ese peso que tenía en sus hombros antes y durante la guerra contra Gea había desaparecido dejando una chica fuerte que ya no miraba a su alrededor temerosa de lo que pudiera pasar, de que de repente de en medio de un hoyo en la tierra surgiera Tanatos para reclamar su vida. Por eso, esta segunda oportunidad la estaba aprovechando al máximo; al principio le había costado acostumbrarse a ese nuevo siglo pero sus amigos, y sobre todo Frank, ayudaban demasiado. Ella era el mejor ejemplo de que las cosas podían mejorar si se lo proponía.

Podría decirse que él estaba intentado lo mismo, aunque había días en los que no quería salir de su cabaña, ya fuera por algo complejo como un ataque de ansiedad producto de haber estado en el Tártaro, o por fastidiarse de tanto ruido de los adolescentes semidioses. También estaban los días en los que recordaba a Bianca.

Estaba tratando de superar eso, por su propio bien, porque sabía que Bianca así lo quería, al igual que Hazel y sus amigos, incluso su padre. También quería una segunda oportunidad para hacer bien las cosas.

Por eso estaba allí.

Con lo que no contaba era que su mente regresara al campamento mestizo en muchos momentos, más en concreto en donde estaba involucrado el sanador principal.

Cuando un pequeño hijo de Mercurio tropezó y llegaron con un sencillo botiquín, Nico sabía qué hacer, era como volver a escuchar las indicaciones de Solace cuando lo había tomado de asistente voluntario-siempre que podía lo arrastraba consigo-mientras Hazel y Frank lo felicitaban admirados, él excusándose con que solo había sido desinfectar y poner un estúpido curita. Aun así podía imaginarse a Solace con una sonrisa ladeada diciendo algo como "nada mal, Di Angelo, al menos me has puesto atención". ¿Cómo no ponerle atención si era tan llamativo? Con ese cabello rubio y sonrisa extrablanca que dañaba sus pupilas.

La reunión del Senado había sido bastante acalorada, incluso para él que solo tenía el puesto de embajador de Plutón, ya que los que más trabajo se llevaban por su puesto eran Reyna y Frank. No sabía exactamente que lo llevó a eso, simplemente se había acercado a Reyna tomando su brazo con suavidad para evitar que el temperamento de la romana explotara. No era común verla perder el control, pero ya llevaban varias horas en discusión. Él había visto algo así en las reuniones en la Casa Grande, sobre todo con Clarisse, la hija de Ares a la que solo Will podía tranquilizar al tacto; lo había estudiado, como el rubio tenía que estar tranquilo para transmitir esa calma cuando era necesario, así que trató de imitarlo, dándole, a la que consideraba una hermana más, una mirada que le transmitía su apoyo, intentando calmar los ánimos de todos al exponer y recoger algunas soluciones, aun cuando él era de permanecer en una esquina tratando de pasar desapercibido. "Un notable esfuerzo, no eres tan denso después de todo". Ugh, eso era molesto, como si la voz del rubio hijo de Apolo fuera parte de su consciencia.

Se había acostumbrado tanto a estar cerca de Solace, que sabía que comentarios, expresiones o que cosas le llamarían la atención. Incluso había cambiado la forma en que veía las cosas, tal vez solo un poco y no lo admitiría en voz alta. Por que eso no le quitaba lo molesto que era, pero que tampoco le quitaba el hecho de que era uno de sus mejores amigos.

Tal vez por eso y por la ayuda que le había prestado para recuperarse que debió avisarle que iría a Nueva Roma...eso y que no podía dejar de asociar algunas cosas que veía al rubio. También debió invitarlo, claro, no era como si fuera alguien indispensable, pero la visita pudo haberle servido al hijo de Apolo para comprobar alguna técnica de sanación de los romanos.

-Entonces, ¿Por qué no envías un mensaje Iris, hermano mayor? –Hazel lo había sacado de sus pensamientos, del recuento que había hecho durante el día.

-¿De qué hablas, Hazel?-

-Algo te preocupa, conozco esa expresión. Seguro dejaste algo pendiente en el Campamento Mestizo-En realidad, había dejado todo en orden, además de que le había dicho a Quirón que a cualquier eventualidad lo llamara.

-Todo está bien, además estoy de vacaciones-de vacaciones de ese chico rubio...por Hades, de nuevo estaba pensando en él, sí que era una molestia. Hazel se encogió de hombros, siguiendo un nuevo hilo de conversación, en la que Nico no tardo en distraerse.

Pero a Hazel no le pasó desapercibido que su hermano jugaba con una moneda, como si en verdad tuviera intensión de usarla en un mensaje Iris.


The world is broken
Halos fail to glisten
You tried to make a difference
But no one wants to listen  

Neutron Star Collision, Muse.

I Belong To YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora