Más allá de lo que ves.

[Capitulo 22]

Alice y Jasper parecían poderse comprender bien, a pesar de las circunstancias. Mientras dialogaban se escucho un ruido y era Alisa.

Alisa: ¿Se puede saber con quién hablas?
Alice: Con el fantasma.
Alisa: Jaja, aparte de graciosa, te estas volviendo más loca.
Alice: Pues querías saber, te digo la verdad.

Alisa se da la vuelta y se va de la habitación.

Jasper: ¿Quién es ella?
Alice: Mi hermana mayor.
Jasper: Ella tampoco puede verme.
Alice: Al parecer no.
Jasper: ¿Por qué tú si?
Alice: Tú ya fuiste franco. Ahora es mi turno. Desde pequeña no fui la típica niña normal que le sucedían cosas normales. Incluso tomo pastillas psiquiátricas, mi familia piensa que no estoy del todo bien.
Jasper: ¿Por qué?
Alice: Escuchaba voces. Pensaron que eran principios de esquizofrenia y así me diagnosticaron hasta que yo misma me di cuenta que esas voces eran los pensamientos de los demás. Podía escuchar lo que la gente viva no como tú, pensaba. O incluso podía entrar tanto en sus mentes que podía saber cosas de ellos, cosas que nadie más sabría. Y bueno jamás había visto un alma o sea lo que seas. Supongo que en algo influye lo otro.

Jasper estaba atónito.

Jasper: Ok, creó que tu historia es más fuerte de lo que pensé. Sabes, te ves tan normal.
Alice: ¿A qué te refieres con normal?
Jasper: Ya sabes, bonita, un poco amargada, lista, sociable.
Alice: No puedo creer que eso parezca solamente. Tan simple.
Jasper: Eres más que eso, tu don es extraordinario.
Alice: Nadie lo sabe, tuve miedo que al decirlo me subieran la dosis o internaran.
Jasper: Creo que ya sobrepasamos los límites de sinceridad Jaja.
Alice: "Seamos sinceros" debería de ser nuestro lema.
Jasper: Me imagino a el psiquiatra si le dices que me ves, más alucinaciones visuales y auditivas.

Alice sonríe. Jamás se había podido expresar con tanta sinceridad, con tanta confianza. Ella sabia que no estaba tan enferma después de todo. Aunque si tenía miedo de que Jasper fuera una alucinación, le repitieron tanto que era esquizofrenia que llegó a creerlo un poco pero sentía que eso era real, más real de lo que alguien se pudiera imaginar.