Kris
Sí, madre. Por supuesto que sí -gimió Kris para sus adentros y le puso los ojos en blanco a Tao mientras continuaban su paseo por los jardines públicos de Incheon. Los jardines eran hermosos y la fragancia que los rodeaba embriagadora, sobre todo en esta época del año cuando todas las flores estaban en plena floración.
Tao se rio.
Sí, apesta articuló para el. El le sacó la lengua a cambio.-¿Estás haciendo que se sienta como en casa? -le preguntó su madre desde el otro lado del teléfono celular.
-Lo estoy tratando bien. Está instalado y lo estoy llevando a dar un paseo por los jardines mientras hablamos -le respondió a su madre. Tao se rio de nuevo-. De hecho, ¿por qué no le preguntas tú misma?
Los ojos oscuros de Tao se abrieron y negó con la cabeza, moviendo su cabello liso oscuros de una manera que azotando su rostro. No, no, no. No me hagas hacerlo, le murmuró, alejándose de él y agitando las manos delante de el. Vio como el giraba y se metía en una de las parcelas. El y su madre se llevaban de maravilla, pero al igual que él, sabía que una vez que estuviera hablando por teléfono con su madre sería una larga conversación.»Oh, acabo de perderlo mamá, desapareció en una de las parcelas. Mira, tengo que dejarte y encontrarlo antes de que se meta en problemas.
Suspiró con alivio cuando su madre le permitió terminar la llamada telefónica de media hora de duración y se metió el teléfono en el bolsillo trasero de sus jeans. Se dirigió a la parcela en que Tao había desaparecido. En el centro de la parcela estaba una gran fuente con dos cisnes mirándose de frente el uno al otro con agua brotando de sus picos. Las paredes de la parcela estaban cubiertas de vegetación, pequeñas flores blancas asomando esporádicamente en medio del mar verde. La pequeña parcela de veinte por veinte parecía estar demasiado fuera de lugar en el centro de Seul, a tal punto que casi se podía olvidar que estaba dentro del mismo centro de una gran y bulliciosa ciudad.
Kris se encontró con Tao en la parte trasera, encaramado en el borde de una banca de cemento, sus ojos observando el agua, mientras caía en cascada por los lados de la escultura. Los rayos del sol convertían las gotas de agua en lo que parecían ser brillantes diamantes mojados.
-¿No es hermoso?
Su polla se removió en sus pantalones mientras les permitía a sus ojos el lujo de observar cada centímetro de su cuerpo y la forma en que el pantalón de verano que llevaba abrazaba sus curvas a la perfección. Finalmente asintió.-Lo es. -Los jardines estaban inusualmente tranquilos esta tarde, tal vez era la calma después de la cena, difícil de decir, pero en ese momento la necesidad de rodearlo con sus brazos y besarlo era inusualmente fuerte. Los dos últimos días habían sido una agonía para él. El parecía haber florecido de a cómo él lo recordaba; toda su actitud ahora parecía gritar sexo y sensualidad. Sin exagerar, pero lo suficiente para hacer que él lo deseara. Sabía que tenía que encontrar una manera de lidiar con sus sentimientos, no tenía ninguna idea de cómo. Para empeorar las cosas, si no lo conociera, parecería que el estaba tratando de incitarlo. Estaba caminando por el apartamento con solo una toalla en las mañanas. O usando una camiseta de talla extra grande sin pantalones. En una ocasión se había inclinado delante de él y había recibido una visión completa de sus boxer de encaje negro que cubrían su apretado, redondo y perfecto culo. Si su plan era volverlo loco lo estaba haciendo de maravilla. Dándole una sonrisa, palmeó el espacio vacío a su lado.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
Kris frunció el ceño mientras se sentaba a su lado.
-Si estás pidiendo permiso para hacer una pregunta, sospecho que es una pregunta que no voy a querer responder.
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Secret Desire(KRISTAO)
RomanceDurante años, Tao obtuvo un asiento de primera fila para el desfile de mujeres y hombres que su hermanastro Kris tomaba y tiraba, todo el tiempo deseando ser el que estaba en el otro lado de la pared del dormitorio que compartían. Todas las mujeres...