Tao
Bueno, mírate. -Tao se giró para ver a Leo acercarse, sus ojos pasando por cada centímetro de el.
-Hola, Leo. ¿Disfrutando de la fiesta? -El miró a su alrededor. Estaba tratando de seguir siendo optimista, pero los invitados de la fiesta realmente empezaban a destrozar la casa.
No es mi problema, se dijo a sí mismo.
Estos eran los amigos de su hermanastro Kris, no los suyos. Su fiesta, no la de el; por lo tanto, no era su problema. Pero aun así, si Kris no salía con un milagro antes de que sus padres llegaran a casa la noche del domingo, Kris sería hombre muerto y el mal humor de sus padres lo haría miserable también. Suspiró, supongo que tendré que ayudar...Por supuesto que ayudaría, siempre lo hacía. Esa era la historia de su vida, cubrir a su hermanastro. Y qué conseguía con eso, ni una maldita cosa.
Apenas un agradecimiento. No hay duda de que el bastardo esperaba que ayudara, por el privilegio de salir con sus oh-tan-geniales amigos... sí, lo que sea.-Estás genial. Luces caliente en ese pantalón y polera Tao. Seré honesto, no me di cuenta de las curvas que tenías bajo las sudaderas holgadas y ese conjunto de nerd que normalmente usas.
¿Conjunto de nerd? ¿En serio? Se llama ropa cómoda, imbécil. Diciéndose a sí mismo que no debía tomárselo como una ofensa, que su comentario pretendía ser un cumplido, Tao le dedicó una sonrisa.
Supuso que debería tomar lo que podía conseguir, no era a menudo que recibiera un cumplido sobre su aspecto. A veces sentía como que los chicos ni siquiera sabían que existía. Su intención original era llamar la atención de Kris, lo que no estaba funcionando, así que supuso que la de Leo era un sustituto bastante decente.-Gracias.
-La piscina luce increíble. -Leo apoyó un hombro contra la pared y tomó un largo trago de su cerveza.
-Lo hace. -Tao escaneó a la multitud buscando a Kris, pero no lo encontró. Antes había estado coqueteando con alguna porrista. Parecían íntimos, realmente íntimos. Pero no estaban en ningún lado ahora. Follando arriba, supongo. Frunció el ceño. No le gustaba la idea. Ni un poco. ¿Por qué no podía simplemente ver que era perfecto para él? No una porrista cabeza hueca, o una reina del baile, sino el, el tímido chico inteligente, y discreto, que dormía en el mismo pasillo al lado de él. Por desgracia, estaba tan en el extremo opuesto del espectro de las chicas o chicos con los que salía, que ni siquiera era gracioso.-Deberías ponerte tu traje de baño y nadar conmigo. -El índice de Leo pasaba por su brazo desnudo, recuperando su atención. El miró a Leo. Tenía buen aspecto, no había duda sobre eso, con el rubio cabello corto, perfectamente peinado, ojos azules y todo el estereotipo de chico americano, se veía bien. Si su cabeza no estuviese consumida con su enamoramiento por Kris, estaría halagado de que él estuviese tratando de obtener su atención. Ciertamente no era el tipo de chico en el que los deportistas normalmente se fueran a fijar, era demasiado nerd. No, eso es inexacto, era un genio de las computadoras. Kris y sus amigos sobresalían en los deportes y el sobresalía con sus calificaciones.
Tao se mordió el labio inferior. Tal vez estaba viendo mal todo esto. Tal vez no era cuestión de mostrarle a Kris lo sexy que podía ser, sino cuestión de mostrarle a Kris que otros hombres lo deseaban. Los chicos con los que por lo general salía, eran como el, un poco en el lado nerd. Ciertamente no eran los tipos de chicos que harían que Kris se pusiera celoso.
Pero Leo...Si veía cuánto lo deseaba uno de sus amigos más cercanos, entonces tal vez lo vería así por sí mismo. Tal vez dejaría de verlo como su hermanastro nerd y lo vería como Leo lo estaba viendo ahora, como un hombre sensual.
Solo tal vez.
Atrapando su mirada, Tao le devolvió la sonrisa mientras hacía girar un mechón de su oscuro cabello alrededor de su dedo índice de manera coqueto, como había visto hacer a la mayoría de las otras chicas.
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Secret Desire(KRISTAO)
Roman d'amourDurante años, Tao obtuvo un asiento de primera fila para el desfile de mujeres y hombres que su hermanastro Kris tomaba y tiraba, todo el tiempo deseando ser el que estaba en el otro lado de la pared del dormitorio que compartían. Todas las mujeres...