FIN

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Tao

Tao despertó con el sonido de la ducha corriendo en la otra habitación. Sonriendo extendió las manos sobre su cabeza y gimió suavemente. Su cuerpo estaba un poco dolorido de su noche juntos, pero eso estaba más que bien con el. Deslizando su cuerpo desnudo de la cama, se abrió camino fuera del dormitorio, por la sala de estar y suavemente tocó la puerta del baño, abriéndola y entrando, sin esperar una respuesta. El vapor llenaba la habitación, pero sus ojos aterrizaron inmediatamente en la silueta de Kris en la ducha. Lo miró por un momento, observándolo echarse espuma. Sintió el fuego encenderse entre sus piernas y se retorció en el lugar mientras lo observaba. Sintiendo su mirada en él, abrió la puerta de la ducha y asomó la cabeza. Sus ojos lentamente viajando hacia abajo y hacia arriba por su cuerpo.

-Buenos días.
El dio un paso tentativo hacia la ducha.
»Te levantaste temprano. -Le hizo señas para que se acercara más, una sexy sonrisa tocando sus labios-. Ven aquí. Tengo una grave erección con la que creo podrías ayudarme.
Sonriendo, cruzó la habitación y se metió a la ducha con él. Inmediatamente lo agarró, levantándolo sobre sus caderas y presionando su espalda contras las húmedas paredes de cerámica, su espalda hacia la corriente de agua. Sus labios reclamaron los suyos, rudamente, inflamando el fuego que se estaba desarrollando en su interior. Su lengua se deslizó más allá de sus labios entreabiertos y luchó contra la suya hasta la sumisión, enviando un escalofrío de placer y anticipación por su columna. Agarrando las nalgas de su trasero en sus manos las extendió, su dura y erecta polla presionando su entrada. El gimió contra sus labios, cerrando sus piernas alrededor de su cintura y sosteniéndose con firmeza contra él. En un solo rápido y poderoso movimiento, estrelló profundamente su eje dentro de su núcleo y gritó de placer cuando su polla lo estiró. Cuando empezó a martillar dentro de el, la cabeza de su polla rozó contra su punto dulce asiendo que gimiera como loco, Kris siguió golpeando el punto G con cada contundente embestida. Apartó los labios de los suyos y enterró la cabeza contra su cuello, aferrándose fuertemente a él. Su rápida y dura forma de follarselo era un contraste directo a la lenta y minuciosa forma de hacerle el amor de la noche anterior. Era rápido, furioso y era excitantemente diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado. En ese momento todo lo que Tao podía hacer era aferrase firmemente y disfrutar las sensaciones corriendo a través de el.

»He estado muriendo por follarte desde que desperté -gruñó en su oreja, su voz profunda, mezclada con deseo.

-Oh Kris. ¡Oh Dios! -Su culo se estremeció, y gimió contra su cuello. Su deseo era tan intenso. Lo estaba volviendo loco, y haciéndolo sentir como el hombre más deseado del mundo. Le encantaba.
-Pensar en tu apretado culo... me estaba volviendo loco.
-Mmmmm. -No podía pensar, todo lo que podía hacer era disfrutar del éxtasis de todo. La sensación de su cuerpo contra el suyo era casi alucinante. Estaba subiendo rápidamente a la cúspide, a segundos de llegar a su punto de no retorno.
-Necesito que te corras conmigo, nene. -Se echó hacia atrás y atrapó sus labios con los suyos.
Su polla se engrosó en su interior, sus embestidas se volvieron más profundas, metiendo hasta sus bolas. Se aferró más fuerte a él, mareándose cuando llegó a su cima. Apartó los labios de los suyos y gritó cuando alcanzó su clímax.

»Oh joder, nene. Córrete conmigo. -Se estrelló contra el una última vez presionándolo fuertemente contra la baldosa de cerámica, casi demasiado fuerte, pero no le importó, estaba demasiado envuelto en el placer corriendo a través de el cuando su polla explotó, desatando su furioso semen profundamente dentro de su culo. Gritó, aturdido por su clímax y disfrutando de la sensación del semen de Kris llevándolo. Dejando caer la cabeza en su hombro, se aferró a él, agradecido por su fuerza y sus brazos sosteniéndolo.

»No creo que alguna vez tenga suficiente de ti, Tao -susurró Kris, besando su frente y situándolo suavemente de pie-. ¿Estás bien?
La preocupación en su voz lo conmovió. Asintió. Sus piernas temblaban bajo el, pero estaba bien.
-Estoy más que bien -le aseguró, tocando su mejilla.
-Hmmmm... entonces date la vuelta aquí, y déjame lavar ese hermoso cuerpo tuyo.

Secret Desire(KRISTAO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora