Visiones.

Capítulo 6.

Paseo.

—Maddie, tranquila. Estoy seguro que es un mal entendido.—habló tranquilamente Jack mientras intentaba razonar con su mejor amiga por teléfono.

El chico estaba conduciendo su espectacular automóvil. Había pasado un mes desde que irrumpió en la casa de Lauren y ya quería volver a visitarla; obviamente la saludaba en clases pero la chica aún seguía un poco molesta por su aparición ese viernes por la noche. Aún que se la pasó de maravilla.

—Pero, pero... ¿Y si era una chica? ¿Y si se interesó por alguien más bonita que yo? ¿Y si ya no me ama?.—preguntaba muy angustiada Madison Murphy, quien le contaba a su mejor amigo sobre sus problemas con su pareja, Cody Blake.

Para Jack, este tipo de llamadas por parte de la chica le parecían ridículas, todos sabían lo localmente enamorado que estaba Cody de ella; la única que no se daba cuenta o no lo quería aceptar era la misma, la cual, solo tenia inseguridades en su mente. En parte la entendía, la chica lo amaba tanto como él joven la amaba a ella y tenía miedo de perderlo después de todo lo que tuvo que hacer para conseguir por completo su amor.

—Vale, vamos a analizar la situación: últimamente vez a Cody más cansado, eso es porque inició su nuevo horario de trabajo y aún no se adapta. Habla mucho tiempo por el teléfono y sonríe, te das cuenta que sólo habla contigo y con su mamá por teléfono ¿verdad? ¿Recuerdas que su madre ha estado un poco mal y por eso lo llama a diario?.—le recordó riendo a manera de burla.

—Tal vez tengas razón... ¡Ya sé! Algunas veces me llama por mi nombre ¡Antes me ponía apodos lindos todo el tiempo! ¡Explica eso, Jack "arregla relaciones" Welles!.—exigió Madison, el rubio escuchó como algo se rompía al otro lado de la línea y a su amiga maldiciendo por lo bajo. Esto provocó que el chico estallara en risas.

—¿Te estás escuchando, Maddie? Por Dios, estás exagerando.—siguió riéndose mientras se estacionaba en frente de la casa de Lauren.—Es obvio que Cody no te va a dejar. Te ama tanto que si la llega a cagar contigo, no me hará falta ir allá a golpearlo porque él solo se habrá lanzado desde una azotea.

—Está bien, tienes toda la razón.—admitió suspirando pesadamente, estaba solo mal interpretando las cosas por miedo a quedar sola, no debía buscar problemas donde nunca hubo.—Tengo que hablar con él y aclarar todo. Es que tengo miedo a que estemos tan mal como están Theo y Courtney ahora mismo.—confesó angustiada.

—Y es por eso mismo que debes dejar de pensar en cosas malas. Ahora, te dejo que estoy fuera de la casa de Lauren, ya sabes, la chica de la que te conté la otra vez.—sonrió para si mismo al pensar en ella, había conocido hace muy poco a la chica y ya lo estaba manipulando sin saberlo.

—¡Ahora me dejas por otra chica! ¡Me estás engañando con ella ¿Verdad?! Acabas de cagarla conmigo—dramatizó la castaña, jugando un poco con los chistes malos de su amigo.—, es hora de que te tires por la azotea más cercana.

—Oye, dije que Cody lo haría. Yo no soy Cody.—negó divertido ante la actuación de Madison y apagó el motor para luego bajarse del auto.—Yo jamás te cambiaría, eres mi mejor amiga. Que la quiera a ella de novia es otra cosa.

—Me alegra saber que te intereses por otra chica después de aquella perra que te rompió el corazón.—comentó cambiando su humor por felicidad.

«De hecho, mi querida Maddie. Lauren no viene después de aquella chica, vienes tú». Pensó recordando el tiempo en el que estuvo enamorado de Madison. Nadie lo supo, era un secreto que lo mantenía para si mismo y pensaba dejarlo ahí hasta su muerte.

—Gracias, Maddie. Ahora si te dejo, es de mala educación estar hablando con tu mejor amiga cuando tu futura esposa te está esperando.

—Muy gracioso, Welles. Me cuentas como te fue, ¡Adiós!.—y con eso, dio por finalizada su conversación y bloqueó el móvil para tocar el timbre.