J.E/ Cartas a un costado.

Capítulo 3.

Carta 3
Marzo

Usami-san vino al departamento. No quise recibirlo pero dijo que traía cosas tuyas, así que lo dejé pasar.
Me entregó una caja con algunas de tus pertenencias. Al preguntarle porque las tenía, me dijo que eran cosas que le habías prestado y se había olvidado de devolvértelas.

Puede ver una profunda tristeza y un pequeño hueco en sus ojos. Creo que en parte pude entender como se sentía, pero sé que él nunca entenderá como me siento yo.
Me ofreció una caminata para despejarme un poco. Agradecí la oferta pero lo rechacé cortésmente, lo único que quería era estar a solas.

Antes de que se fuera, lo felicité por su cumpleaños –¿en qué momento me aprendí la fecha?– Entonces sonrió con fuerza y se despidió amablemente.
Cuando se fue, me tiré de rodillas al suelo. Sentí un hueco el estomago otra vez, debió ser porque hace tiempo que no hablo con nadie. Me hubiera gustado platicar con él, contarle a alguien lo que siento y no seguirlo guardando, pero prefiero cerrarme y que estas emociones me coman por dentro.
Me dieron una semana de descanso debido a lo mucho que he estado trabajando. Tuve que aceptar a la fuerza, ya he rechazado mis descansos en tres ocasiones.

Cuando se pasó esa horrible sensación, decidí revisar la caja, y encontré muchas cosas interesantes. Nunca me habías dicho que tenías un paraguas rojo, o uno verde, y uno amarillo. ¿Por qué lo tenía él? No quiero parecer celoso, solo es curiosidad... Aunque ya no tengo que ponerme celoso, ¿celoso de qué?
Ya no tengo alguien a quien proteger, a quien cuidar o a quien amar... espera. Te tengo a ti, que tonterías digo entonces.

Dejaré esto, siento que algo quiere salir por mis ojos, pero no debo permitirlo. Debo ser fuerte.

Kusama Nowaki