Influencias...

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Al día siguiente conversé con mis amigos, y ellos me preguntaron que me pasaba, por qué estaba triste. Y les dije que había terminado con mi novio hace días y que ahora él quería arreglar las cosas y volver.

-¿Piensas volver? ¿O sea te terminó y ahora quiere regresar? Tú no eres ningún juguete, que cuando te quieren te tienen y cuando no, te botan.

-Puede que tengas razón, si no permitiré que jueguen con mis sentimientos.

Llegué a casa con todo ello en mente, abrí mi red social y encontré mensajes de él, prácticamente rogándome para regresar, que me amaba tanto y no podía soportar dejarme.


Fui una vil persona. Con él y conmigo misma.

Le dije para ser amigos, pero no aceptó... y ¿cómo podría? Si me quería. No lo consideré, pensé que sería fácil... vaya que ingenua.


Le hice daño a él y a mí misma. Lo amaba tanto... pero preferí seguir los consejos de mis amigos y de la iglesia. Pensé que él aún seguiría en mi vida, pensé que nunca se iría, que en un futuro volveríamos, en un tiempo cuando él y yo fuésemos maduros. Yo aún tenía 14 y el 15. Creí que para amar bien había que tener más edad. Pero era así, nuestro amor era sincero y puro, inocente.



Y fue cuando tomé una estúpida decisión pero de la cual no me arrepiento mucho ya que conocí grandes personas que siempre llevaré en mi corazón. Me cambié de colegio, a los días de que él y yo termináramos... llamé a mi papá preguntando si aún cabía la posibilidad de cambiarme de colegio, le sorprendió mi repentino cambio pero dijo que lo pensaría. Lo hizo, pero no se lo dije a él, hasta días más tarde.


*Lo hice ya que él y yo estudiabamos en la misma escuela, pensé que así lo olvidaría, alejandome*

Tú, en mi tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora