¿Por qué lo hiciste?

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Los días de escuela eran pesados y no sentía tan identificada con mi salón. Se lo dije a mi papá y dijo que esperara hasta medio año, si no me cambiaría de nuevo. Yo me alegré en ese momento, quería mi vida como era antes, ya tenía a mi mamá estable... quería que todo fuese como antes. Estaba muy equivocada, nada volvió a ser igual.

Hice lo posible porque me regresarán al colegio de casi toda mi vida. Fui un día toda nerviosa, acompañada de Dayanna...mis compañeros me esperaban, bueno los pocos que se habían quedado del año pasado. Tenía la esperanza de al menos poder encontrar el momento para hablar con él.

Llegué, lo vi pero fue como si nada... el me volvió a ignorar. En el salón nada era igual que el año, y me sentí incomoda.
Llegué a casa y mi mamá me preguntó
-¿Te quedarás siempre ahí?
-¿Tengo la posibilidad de regresar al otro?
-Sí, tienes aún chance para arrepentirte porque no trasladaron tus papeles.
Lo pensé y decidí quedarme en mi nuevo colegio.
Los días transcurrieron, iba adaptándome. Hice más amigos y me comencé a sentir más cómoda.

Ya era fin de año y planeábamos nuestro viaje y baile de promoción, teníamos una buena organización, desde ya queríamos ir ahorrando. Estaba entusiasmada y traté de suprimir todos los pensamientos que me recordaban a él. Me estaba haciendo daño, esto ya era demasiado.

"Recordar es el acto más masoquista que conozco"

Una noche estaba en el ciber revisando la red social y haciendo mi tarea, estaba todo bien hasta que leí un mensaje que hizo que mis ojos se humedecieran.
-Oye no es por nada, pero me invitó a su baile de graduación y él ya habló con mi mamá.

Era mi amiga... y él lo sabía. ¿Qué corazón tenía? Mi amigo pasó por la cabina en la cual yo estaba y me preguntó que sucedía. Miró la pantalla y me tranquilizó. Atiné a solo responder:
-Descuida, es tu decisión yo no tengo por qué decir algo.

Una vez más él me hirió, ¿tantos momentos de felicidad valían esto? Nada podía ser perfecto.
Cada vez que me encontraba con ella era terminar mal, llorando y de nuevo preguntándome "por qué", por alguna extraña razón siempre me hablaba de él. No entendía que me hacía mal.
Hubieron momentos en los que mi mamá decaía y otra vez el miedo de perderla volvía, pero esta vez él ya no estaba a mi lado apoyándome. Estaba sola en esto, le escribía diciéndole como me sentía, necesitaba desfogarme, no importaba si no me respondía, yo solo quería contarle a alguien cómo me sentía. Pero no podía ser cualquier persona por que no sabían mi historia, no entenderían.

Él siguió con su indiferencia por mucho tiempo aún. Y yo seguí con este libro sin cerrar, un libro que leía cada vez que me encontraba sola, una historia que dolía aunque ya había pasado tiempo.
Conocí a varios chicos, ninguno como él, no volví a sentir eso que era amar. No pude soñar con un futuro al lado de otra persona, ya no creía en eso, para qué planear algo tan lejano, para qué.
Para qué volver a confiar en un chico, si también se podría ir igual que él. ¿Las promesas para qué? Nadie las cumple... Mi papá se fue de casa cuando tenía 8, él me falló primero. Luego el chico que amaba desapareció sin darme una razón... ¿Crees que volvería a confiar?

"Se acabó nuestro amor y empezó un otoño eterno, cuando te fuiste se apagaron mis latidos, cada recuerdo me va dejando en este sueño malherido..."-Ciego-Reik

Sufrí demasiado con su ausencia, es algo que arrastré mucho tiempo, y ya no quería seguir con esto me estaba dañando sola, tenía que aceptar que él no volvería pero era muy difícil, siempre estaba presente. No tenía el valor de tirar sus cartas y el cuaderno que el terminó, simplemente no podía, era como tirar a la basura una parte de mi vida, una parte de nuestra historia.

Tú, en mi tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora