Playa

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Su cuerpo desnudo a lo lejos se acercaba, el sol podía tostarlo, no quería que se quemara, no, su delicada piel no podía soportar esa tortura.

_¡Ponte el polo!- le grité varias veces.

Lo veía sonreír, desafiaba al sol, el calor parecia no inmutarlo, sus ojos más pequeños, su rostro rosadito.

_Ponte el polo.
_Hace calor.
_Te quemarás y eso es horrible, crees tener el sol pegado en la espada, te salen pocochas que al reventar arden como un demonio, lo digo por experiencia, hasme caso.
_Mejor bésame.
_Ponte el polo primero.

Él, muy obediente se puso el polo, me sonrió y guiñó un ojo.

_¿Mejor?
_Mucho mejor.
_¿Y mi beso?

Todos los que quieras amor...

_Aquí está.

Sus labios, mis labios.
El calor desapareció mientras duró nuestro beso.

_No pretendo quemarme en estos cuarenta grados.
_Exajeras.
_Busquemos sombra debajo de un árbol.
_Busquemos sombra debajo de un árbol.

Me sonrió al decirlo.

Hermosos labios, hermosos dientes, hermosa sonrisa.

Caminamos.

La arena quemaba pero corría un poco de viento. Rodrigo me abrazaba con un brazo, nuestras sombras se veían hermosas juntas. Vimos un árbol y como niños competimos por llegar primero a él. Yo corrí primero y Rodrigo no tardó en alcanzarme. Logré llevarle ventaja y le gané.

Mi cuerpo agitado y sudoroso en la sombra, él y sus pasos ahora lentos acercándose.

_Te gané.
_Ajá.

Me senté en la arena, a diferencia de la que estaba expuesta al sol, ésta era fresca.

_Corres rápido...- dijo mientras se sentaba.
_Siempre me ha gustado correr, creo que soy bueno corriendo- le sonreí.

Dejé caer mi cuerpo en la arena.

Frescura absoluta.

Rodrigo hizo lo mismo.
Nos miramos, nos sonreímos.

Arena, sol abrasador.
Rostros mirándose.
Corazones agitados palpitando sincronizadamente.

_Cántame algo.
_Es un momento hermoso, ¿no?
_Sin lugar a dudas.

"Entiendo que compartimos este miedo, que cuando me veo en tus ojos siento una extraña sensación y no te imaginas cuánto y es que me gustas tanto.
Rompamos por la mitad este miedo, juntemos nuestras manos en un te quiero, respiremos el aroma de nuestro amor, regalame un invierno para sentir tu calor, visitemos la playa más alejada para estar sólo y yo"

Reí fuerte, él rió sin entender, aplaudiendo.

_¿Por qué te ríes?
_Busquemos la playa más alejada y apenas nos alejamos... Jajaja...
_Jajaja... Te amo, más de lo que te imaginas y esa canción es una maravilla.
_Aw, gracias, tan lindo. La escribí antes de conocernos de verdad.
_Verte y recordarte era conocerte.
_Si, puede ser pero en comparación a conocerme ahora es diferente.
_Si, me derrotas, no quiero luchar contra ti, me ganarás siempre, en parte porque así lo quiero.
_Eso suena bonito pero no tienes que perder por mí.

Me calló con un beso, ese instante infinito se prolongó. Un suspiro.

Olvida lo que pasó ayer, esto es lo que cuenta. Nada puede dañarte ahora porque te protege el amor, la luz que irradia es más fuerte que el miedo y el miedo no cuenta cuando estás con él. Él se ha vuelto absoluto y absoluto no es una palabra sencilla, aunque sencilla es un adjetivo bonito, bonitos como sus ojos, en sus ojos te ves siempre, siempre puede ser una promesa, una promesa que se cumplirá todos los días porque cada día se amarán más y mientras más se amen se volverán más fuertes. Fuertes como los suspiros, suspiros motivados por momentos maravillosos como éste.
Un beso puede durar para siempre si deseas, sus labios nunca te dejarán.

El inicio, es la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora