Capítulo 9 - Viviendo un infierno

97 6 0
                                    

Que hiciste que?- grito mi papá cuando le dije durante la cena que había perdido la raqueta.
-Bueno no la perdí exactamente. Solo que no la tengo.
-Entonces recupérala si sabes donde esta.
-Ahora será imposible.
-Pero mañana tengo partido!.
-Papá, lo sé, pero tienes mas raquetas. Trate de disminuir el poder sobre esa raqueta en especial. Gran error!
-Otras? Es tan fácil para ti? Solo compra otra Príncipe de la Raqueta?
-No quise decirlo así.
-Es más que suficiente que hayas desafiado a la escuela!.
-Lo siento, pero...
-Lo siento no es suficiente. Lo siento no va a hacer que gane en mi torneo mañana. Mi raqueta lo hara. No puedo creer que haya permitido prestártela!.
-Pero papa, estoy segura que tambien tuviste errores cuando eras un
adolecente hippie!.
-Y pague por ellos! Asi como tu pagaras por mi raqueta.
Mi cuenta bancaria tenía cerca de cinco dólares en ella, los restos de mi decimosexto cumpleaños. Y todavía debía al vídeo premier veinticinco dólares en retrasos. Hice rápidamente la matemáticas en mi cabeza. Papá iba a tener que quedarse con mi domingo hasta que tuviera treinta.
Entonces él dijo las tres palabras que reverberaron en mi cabeza y me hicieron sentir mareada con furia. En cuanto él las dijo crei que mi cabeza iba a explotar en millones de pedazos. -Consigue un trabajo!- él proclamó.
-Es tiempo, también. Quizá eso te enseñará una cierta responsabilidad!. -No podrías azotarme? O castigarme? O no hablarme durante años así como lo hacen muchos padres? Por favor papá!.
-Es fin de la historia! te ayudare a encontrar un trabajo si tu no puedes hacerlo. Pero tendrás que hacer el trabajo tú sola. Corrí a mi cuarto, lamentándome como bebé, gritando con todos mis pulmones.
-Ustedes no entiendes la presión en una adolecente de mi generación!.

Mientras que lloraba en mi cama, fanaticé sobre escabullirme en la mansión como cuando hice con Jack Patterson cuando tenía doce años y
extraer la raqueta. Pero también sabía que ahora era un poco más grande de caderas y que la ventana que habíamos utilizado había sido substituida. ¿Estoy segura que los nuevos propietarios también tenían un sistema de seguridad y, en todo caso, donde buscaría la raqueta con tantos cuartos y armarios? Y mientras que buscaría frenéticamente, estaba segura de ser sorprendida por el hombre raro cargando un arma o un dispositivo medieval de tortura. Un trabajo de medio tiempo es al menos un poco amenazador, pero no por mucho.

A este punto deseaba realmente que yo fuera un vampiro. Yo nunca escuche hablar que Dracula tenía un trabajo. Contactos. Hubieran sido geniales si mi padre conociera a Steven Spielberg o la reina de Inglaterra, pero Janice Armstrong de Agencia de viajes Armstrong no era para mí.
Lo peor era tener que presentarme después de la escuela 3 veces por semana, contestando llamadas con una linda voz, sacando copias a los boletos con esa maldita luz en mis ojos, y hablando con personas que querían ir a Europa por cuarta ocasión, era el código de vestimenta conservador.
-Lo lamento, pero no podrás vestirte con eso… Empezó a decir Janice respecto a mis botas de combate.
-Como les llaman ustedes los chicos?
-Botas de combate.
-No estamos en el Army. Y está bien que uses labial, pero debe de ser rojo.
-Rojo?.
-Pero puedes escoger la sombra.
-Muy generosa, Janice! Que te parece rosa?.
-Rosa está muy bien. Y tendrás que usar faldas, pero no muy cortas
-Faldas Rojas?- pregunte�.
-No tienen que ser Rojas. Pueden ser azul o verde.
-Puedo escoger cualquier estilo? Si ella me iba a hacer sentir como una idota, iba a actuar como una.
-Por supuesto.
-Negro no?.
-No rasgado.
-Las uñas pintadas. Comenzó a decir mientras veía las puntas de mis dedos. -Negro no, pero cualquier tono de rojo o rosa seria genial,-recito.
-Muy bien,- dijo con una gran sonrisa. –ya te estás acoplando!-
-Gracias, creo,- dije mientras me levantaba para irme. Mire mi reloj. La entrevista había tomado 15 minutos, pero se sintió como una hora. Este trabajo iba a ser una gran tortura.
-Raven, te veré mañana, a las cuatro en punto. Alguna pregunta?.
-Me pagaran por la entrevista?-
-Tu padre dijo que eres inteligente, pero no mencionó que tenías buen sentido del humor. Nos llevaremos bien. Quien sabe, tal vez quieras ser una agente de viajes cuando seas grande.
-Yo ya sé lo que quiero ser. Conteste. Quería decir que vampiro, solo por los viejos recuerdos. Pero sabía que no lo iba a entender.
-Que es lo que quieres ser?-
-Una jugadora de tenis profesional.
Ellas obtienen raquetas gratis!.

Vampire Kisses #1 - Ellen SchreiberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora