Capitulo 3 - Puré de Monstruo

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Mis dulces dieciséis. ¿No deberían ser todos los cumpleaños dulces?
¿Por qué deben de ser los dieciséis los dulces?¡Parecía como un bombo para mí! En Dullsville, celebran hoy, mi decimosexto cumpleaños, como
cualquier otro día.

Comenzó todo con el muchacho nerd que gritaba en mí. "Levántate, Raven. Tú no quieres estar atrasada. Es hora para la escuela!"
¿Cómo podrían dos chicos venir de los mismos padres y ser tan diferentes? Hay quizá algo a esa teoría sobre el cartero. Pero en el caso del muchacho nerd, mi madre debe haber tenido un asunto con el bibliotecario.
Me arrastré fuera de la cama y me puse de negro, un vestido sin mangas del algodón y botas negras, y contorneé mis labios con el lápiz labial negro.

Dos pasteles con flores blancas, una con la forma de un 1 y la otra con la forma de un 6, me esperaban en la mesa de la cocina.
Tracé la torta 6 con mi dedo índice y lamí el betún.
-Feliz cumpleaños!- mi mamá dijo, besándome. -Esa es para la noche, pero puedes tener esta ahora,- ella dijo al darme un paquete.
-Feliz cumpleaños, Raven,- dijo mi papá, también dándome un beso en la mejilla.
-Apuesto que ustedes no tienen ninguna idea de lo que me están dando,- Bromee con mi papá mientras tomaba el paquete.
-No. Pero estoy seguro que costó mucho.- Sacudí el paquete ligero en mi mano y oí un traqueteo. Miré fijamente el papel de envoltura de feliz cumpleaños. ¡Podía ser las llaves de mi carro - mi propio Batmobile! Después de todo, era mi decimosexto cumpleaños.
-Quise comprarte algo especial,- mi mamá dijo, sonriendo.
Rasgué el paquete emocionada y levanté la tapa de la caja de joyería. Una cadena de perlas blancas brillantes miró fijamente detrás mí.
-Cada muchacha debe tener un collar de la perlas para las ocasiones
especiales.- Mi mamá destelló.
Ésta era versión corporativa de mi mamá de los collares hippie del amor. Forcé una sonrisa torcida mientras que intenté ocultar mi decepción.
-Gracias,- dije, abrazándolos ambos. Comencé a poner el collar en la caja, pero mis padres se deslumbraron en mí, así que lo modelé renuente para ellos.
-Se te ve magnífico.- Mi mamá brilló intensamente.
-Lo reservaré para algo realmente especial,- contesté, poniéndolos en la caja.

El timbre sonó, y Becky vino adentro con un pequeño bolso negro del
regalo.
-Feliz cumpleaños!- ella gritó mientras que entramos a la sala de estar.
-Gracias. No tenía que haberme comprado nada."
-Tu siempre dices eso cada año,- ella bromeo y me dio el bolso. -A propósito, vi una furgoneta móvil anoche fuera de la mansión!- ella susurró.
-¡No inventes! ¿Alguien finalmente se mudó?-
-Eso creo. Pero lo único que vi eran a los cargadores que llevaban en escritorios del roble, los relojes de abuelo, y cajones enormes.- Y tienen un hijo adolescente. -
-Él nació probablemente usando pantalones de color caqui. Y estoy segura de que sus padres son algunos miembros aburridos de Ivy Leagures,- contesté.
-Espero que no la remodelen y que no saquen todas las arañas.-
-Sí. Y que tiren la puerta y pongan una cerca de piquete blanca.-
-Y un ganso de plástico en el césped delantero.- Ambas reímos nerviosamente como enojadas mientras que metía la mano en el
bolso.
-Quise comprarte algo especial, puesto que son tus dieciséis."
Saqué un collar de cuero negro con un dije de estaño. ¡El dije era un
murciélago!
"Lo amo!" Grité, poniéndomelo.
Mi mamá me observaba desde la cocina.
-La próxima vez le daremos el dinero,- la oí decir a mi padre.
-Perlas!- Susurré a Becky mientras que salimos de la casa.

Estaba en la clase de la gimnasia usando una camisa negra, shorts, y
botas de combate negras en vez de los zapatos blancos requeridos en la
gimnasia. ¿Realmente, cuál es el punto? Pensé. ¿Un conjunto blanco hace un estudiante a un mejor atleta?
-Raven, no me siento con ánimo de enviarte a la oficina hoy. Porqué no me das un descanso y te vistes como deberías de hacerlo?- dijo el profesor de gimnasia Sr. Harris, gimoteado.
-Es mi cumpleaños. Quizá usted podría darme un descanso en esta ocasión!- Él miró fijamente mí, no sabiendo qué decir.
-Solo por hoy,- él finalmente convino. -Y no porque es su cumpleaños, sino
porque no estoy de humor para enviarle a la oficina."

Becky y yo reímos nerviosamente mientras que nos acercábamos hacia los blancos en donde la clase esperaba.
Trevor Mitchell, mi némesis del jardín de la infancia, y su compinche Matt, nos seguían. Andaban peinados perfectamente, conservadores, snobs ricos del fútbol. Sabían que eran atractivos, y me enfermaban que fueran tan engreídos.
-Dulce dieciséis!- Trevor dijo, obviamente oyendo por casualidad mi charla con Sr. Harris.
-¡Que encantador! Apenas madura para el amor, no crees, Matt?- Estaban cercanos a nuestros talones.
-Si amigo- Matt convino.
-Pero hay quizá una razón para que ella no vista de blanco - blanco es para las vírgenes, verdad Raven?-
Él era guapísimo, ninguna duda sobre ello. Sus ojos azules eran hermosos, y su pelo parecía tan perfecto como un modelo. Él tenía una chica para cada día de la semana. Él era un chico malo, pero él era un chico rico malo,
que lo hizo muy aburrido.
-Oye, no soy la única que viste de ropa interior blanca, verdad?- Pregunte -
Tienes razón - hay una razón por la que uso negro. Tal vez tú deberías ser el que saliera primero.-

Becky y yo nos sentamos en el extremo lejano de los blanqueadores, dejando a Trevor y Matt que se colocaran en la pista.
-Entonces, como pasaras tu cumpleaños?- Trevor gritó, sentándose con el resto de la clase, ruidosamente para que todos lo escucharan.
-¿Tu y la granjera de Becky se quedaran sentadas en casa en una noche de viernes, viendo Friday the
13th?
- ¿Quizá colocando algunos anuncios personales? "Chica monstruo blanco
soltera de dieciséis años busca a alguien para la eternidad".
La clase entra río.
No me agradaba cuando Trevor se burlaba de mí, pero me gustaba aun menos cuando se burlaba de Becky.
No, pensábamos en ir de coladas a la fiesta de Matt esta noche. Si no, no
habría personas interesantes allí.-

Todos se quedaron en shock, y Becky puso sus ojos en blanco, como si
dijeran, en que me estas metiendo ahora? Nunca hemos asistido a las fiestas publicitadas de Matt. Nunca nos han invitado, y no habríamos asistido. Por lo menos yo.
Toda la clase esperaba la reacción de Trevor.
-Seguro, tu e Igor pueden venir... pero recuerden, nosotros tomamos cerveza y no sangre!- La clase entera rió otra vez, y Trevor chocó su mano con Matt.
Apenas entonces el Sr. Harris sopló su silbato, señalándonos la pista para
correr como galgos alrededor de ella. Pero Becky y yo caminamos, indiferentes a nuestros compañeros de clase que reblandecían.
-No podemos ir a la fiesta de Matt,- Becky dijo. -Quién sabe lo que él hará a nosotras?-
-Veremos lo que él lo hace. O qué haremos. ¿Es mi decimosexto cumpleaños, recuerda? Un cumpleaños que nunca se olvidara!-

Vampire Kisses #1 - Ellen SchreiberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora