Capítulo 10 - Espíritu trabajador

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Big Ben, la Torre Eiffel y al atardecer de Hawái se mantenían en el escritorio de la recepción de la agencia de viajes, un recordatorio constante de que había una vida fuera de Dullsville, y esa excitación estaba muy pero muy lejos.
Lo único excitante de trabajar en la Agencia de Viajes era el chisme. Bajo las circunstancias normales, encontré escándalos en la ciudad aburrida, el presidente había sido visto con una showgirls de las vegas, un reportero local de WGYS hablaba de una historia falsa de extraterrestres.

Pero ahora la vida era diferente, había señales de que habían visto a la familia de la Mansión. Ruby, la dueña, me conto lo último. Ella es como un periódico ambulante.
-Sigue siendo un misterio de lo que hace el esposo- refiriéndose a la familia de la Mansión.
–Pero es abundantemente rico. El mayordomo hace las compras en la tienda Wexley los sábados, exactamente a las ocho de la noche y recoge la tintorería los jueves, toda la ropa oscura,la esposa es una mujer alta y pálida en la mitad de los cuarentas, con cabello largo oscuro y siempre usa lentes obscuros.- Le prestaba atención a todas las palabras de Ruby.
-Ellos han vivido allí desde hace un mes,- continuo diciendo. –Y aun no han pintado el lugar o incluso cortado el césped! Ellos probablemente hayan puesto puertas chirriantes!- Janice estallo en risa ignorando el sonido de su teléfono.
-Marcy Jacobs estaba diciendo exactamente lo mismo,- añadió Janice. –Lo puedes creer? No cortar el césped o plantar flores. No les preocupara lo que piensen los vecinos?.
-Tal vez no les importe lo que piensen los vecinos. Tal vez les gusta de esa
forma,- me entrometí.- Las dos me miraron con horror.
-Escuche que la esposa estaba en el restaurante italiano Georgio y ordeno el antipasto especial de Henry… sin ajo! Eso fue lo que Natalie Mitchel dijo que su hijo le había contado.
–Y? Pense. A mí me fascina la luna llena, y eso no me hace un hombre
lobo? Y quien puede confiar en Trevor y su familia?

El ruido de la puerta delantera trajo que la sesión de chisme se terminara. Y el nuevo cliente hizo que chismeáramos. El hombre raro!
-Tengo que terminar algo atrás!- Le susurré a Ruby, que su mirada por el ribete del ojo miraba al hombre raro.

Anhelé correr hacia el hombre raro y apretar su cuerpo frágil para decirle
que sentía lo que Trevor había hecho la noche de Halloween. Quería escuchar todo lo que él decía acerca del mundo que conocía, sus viajes, sus aventuras.
Pero no podía, así que me acobarde detrás de la maquina copiadora, y copie mi mano.
-Quiero dos boletos para Bucarest,- escuche que dijo tomando una silla en el escritorio de Ruby. Estire mi cuello para verlo.
-Bucarest?- pregunto Ruby.
-Si, Bucarest Rumania.
-Cuando quisiera irse?.
-Yo no viajare, señorita. Los boletos son para el Sr. y la Sra. Sterling. Ellos los quisieran para el primero de noviembre, por tres meses.
Ruby empezó a llenar de datos en la computadora.
-Dos asientos… en turista?
-No, en primera clase por favor. Siempre y cuando la aeromoza les pueda servir un Bloody Mary, los Sterlings estarán contentos!.
-El dijo riendo con su grueso acento. Ruby le regresó la risa, y yo reí por dentro. Ella fue hacia los itinerarios y me paso una copia.
-Es como donar sangre, el costo de los boletos en estos días! El hombre raro rio mientras firmaba. Esto se estaba poniendo bueno!
Ruby pasó su tarjeta de crédito.
-Usted no irá Señor?- ella pregunto,
mientras él escribía su nombre, tratando de sacarle mas información. «Bien hecho Ruby!»
-No, el chico y yo nos quedaremos.- Chico? Se estaba refiriendo al chico gótico? Los Sterling tenían un hijo al que pudiera cuidar? Podría jugar a las escondidas con él en la Mansión.
-Los Sterlings tienen un hijo?,-pregunto Ruby.
-El no sale mucho. Se la pasa en su recamara escuchando música muy alta. Eso es lo que hacen a los diecisiete.
«Diecisiete? Lo escuche bien? Diecisiete? El estaba hablando del chico gótico. Pero porque no estaba en la escuela?»
-El siempre ha tenido tutor. O como dicen en este país, estudia en casa,- El hombre raro respondió, como si pudiera leer mi mente. O bien pudo haber dicho, estudia en la Mansión. Nadie estudiaba en casa en Dullsville. -Diecisiete? Repitió Ruby, tratando de sacarle más información de sus huesos quebradizos.
-Si diecisiete… yendo a los cien.
-Se a lo que se refiere,- dijo Ruby.
-Mi hija acaba de cumplir trece, y ella cree que lo sabe todo!.
-Él actúa como si hubiera vivido antes, si sabe a lo que me refiero, con todas sus grandes opiniones acerca del mundo.- rio el hombre raro con una risa macabra.
-Le puedo ayudar en algo mas?.
-Quisiera un mapa de la ciudad.
-De nuestra ciudad?- ella pregunto con una risa. –No estoy segura de que tengamos.- ella volteo hacia Janice, quien negó con su cabeza.
-Está la calle principal y la parcelas de maíz.- dijo Ruby –Esta seguro que no
quiere un mapa de alguna otra parte mas excitante?- pregunto ofreciéndole un mapa de Grecia.
-Esta es toda la excitación que un hombre de mi edad puede soportar, gracias,- él dijo con un gesto. La parcela me recuerda a mi villa en Europa. Han pasado siglos desde que no la vea.
-Siglos? Pregunto Ruby curiosa. –entonces usted se come los años,-bromeo. Si alguien podía sacar información del muerto viviente, era Ruby. El rostro del hombre raro cambio de blanco a rojo.
-Es usted muy amable querida,- dijo pasándose un pañuelo por su cabeza calva. –Gracias por su tiempo,- el dijo preparándose para irse.
–Ha sido encantador, y usted ha sido encantadora tambien.- El tomo de su mano con esos dedos huesudos y le dio una sonrisa.
En cuanto se levanto, me miro directamente hacia mí y me traspaso como si supiera que ya me había visto antes. Podía sentir su mirada fría y
frenéticamente me voltee tomando las trece copias de mi mano. No me atreví a volear hasta que escuche que la puerta se cerró. Observe cuando él iba caminado frente a la ventana y el volteaba como si fuera a mirar atreves de mi. Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo. Me encanto!

El resto del dia pasó como si nada. Difícilmente me di cuenta de que eran pasadas las seis. Me colgué la bolsa sobre mi hombro.
-Wow, tendremos que pagarte por horas extras!- dijo Ruby mientras me levantaba del escritorio de recepción. Si no podía ser Elvira o la novia de Drácula, seria Ruby. Ella era totalmente opuesta a mí en su ropa toda blanca, botas blancas estilo a gogo con un vestido de vinil ajustado. Ella usaba el cabello rubio casi blanco y siempre se retocaba el maquillaje con su compacto blanco. Incluso tenía un poodle blanco que en ocasiones traía a la agencia. Siempre venían amigos a visitarla. Ellos sabían que tenía clase.
Me acerque a su escritorio, que estaba cubierto con cristales blancos, figuras de ángeles blancos, y un retrato de una niña de trece años vestida de
blanco.
-Ruby? Pregunte mientras ella llenaba su bolsa blanca.
-Dime querida?-
-Me preguntaba…- dije torciendo las correas de mi bolsa. –Acaso tu…-
-Que pasa querida? Siéntate.- ella tomo la silla de Janice y la puso a lado de ella.
-Acerca de hoy… yo sé que esto suena loco, pero tu… bueno, tu crees en los… vampiros?.
-Que si creo? Ella se rio tocando su collar de cristal. –Cariño, yo creo en muchas cosas.
-Pero tu crees en los vampiros?.
-No!.
-Oh- trate de no mostrar mi decepción.
-Pero que se yo? Mi hermana Kate, jura que vio a un fantasma de un viejo granjero en la parcela de maíz cuando eramos niñas. Y Salí con este hombre que vio un destello plateado en el cielo, y my mejor amiga Evelyn, jura que la numerología le ayudo a conseguir marido, y mi quiropráctico cura a la gente poniéndoles imanes en sus palmas. Lo que es fantasía para unos, para otros es realidad.- me quede colgada con cada palabra.
-Asi que si creo en vampiros?,-continuo.
-No pero tampoco creía que Rock Hudson fuera gay. Asi que, que se yo?- ella sonrió mostrando sus dientes
blancos. Reí mientras caminaba hacia la puerta.
-Raven?.
-Si?.
-En que crees tu?.
-Yo creo en encontrarlo!.

Vampire Kisses #1 - Ellen SchreiberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora