Una vida normal [EN PAUSA]

Capítulo 3.

Scott:
Salí de la habitación para comenzar a recorrer un largo pasillo, con puertas hacia habitaciones que desconocía, aunque no me importaba demasiado conocerlas. Caminé hasta el final del pasillo, donde se encontraba una doble puerta, diferente a las otras que eran sencillas, y la abrí, encontrando así un salón bastante amplio con suelo de madera clara, paredes color hueso, una pequeña mesa de café en el centro, y un par de sofás blancos alrededor, en uno de ellos se encontraba Sakura y al lado estaba Gumi, una chica de baja estatura, con cabello corto de color castaño claro y unos grandes ojos verdes, vestida con el mismo uniforme que Sakura. En cuanto notó que entré, me miró inmediatamente con preocupación.
– Está bien, ya despertó – aclaré enseguida, ya que se notaba que preguntaría, la vi suspirar de alivio – y tiene hambre – sonreí al verla reír, desde que Emma había salido del experimento solo la había visto preocupada.
– ¡Ok! – dijo de repente al tiempo que se levantó, sobresaltando así a Sakura – Voy por comida – enseguida salió de la habitación sin esperar respuesta.
Me acerqué al sofá donde antes estaba Gumi y me senté en su lugar, dejando que el alivio me invadiera, poniéndome cómodo en aquel sofá, aunque en realidad este no lo era. Mantuve esa posición unos segundos, entonces miré a Sakura, ella solamente veía en dirección al suelo y la culpa en su cara era evidente.
– ¿Qué pasa? – pregunté, rompiendo el silencio en la habitación, Sakura me miró y suspiró.
– Perdón, – se disculpó con tristeza – te lleve ahí cuando en realidad ni siquiera yo tenía permiso.
– No debiste hacer eso – me incorporé.
– Que apoyo – me contestó ella, mientras me observaba, se notaba un poco la incredulidad en su mirada.
– ¡Todavía no acabo! – repliqué, haciéndola reír – Pero no tienes nada de qué preocuparte, además sirvió que estuviéramos ahí, ¿no?
La vi asentir y una pequeña sonrisa aparecía en su cara, entonces murmuró "Gracias" y sonreí en respuesta, en ese momento la puerta se abrió y Gumi entró con un pequeño plato con sándwiches para dejar a este en la mesa. Gumi se sentó al lado de Sakura y, después de unos minutos, comenzamos a charlar y ambas me contaron acerca del proyecto en el que estaba Emma.
No pasó mucho tiempo, cuando Emma entró en la habitación, con diferente vestimenta, una blusa con cuello en "v" de color negro, un collar del logo de fairy tail, una camisa de mezclilla abierta, pantalón de mezclilla oscura y los mismos zapatos, la verdad, no sabía de dónde la había sacado. Entonces noté, durante pocos segundos, que se veía un poco deprimida a diferencia de cuando despertó, sin embargo esa tristeza duró poco, ya que Gumi se levantó en cuanto la vio y corrió a toda velocidad hacia Emma a la vez que gritaba "Onee-chan" a todo pulmón para abalanzarse sobre Emma y abrazándola, haciendo que casi cayera.
– ¿Onee-chan? – pregunté en voz baja, algo desconcertado, a Sakura.
– Así la llama, no son hermanas, si eso quieres saber – me aclaró, a lo que yo asentí.
– Hola Gumi – saludó Emma con una sonrisa en cuanto recuperó el equilibrio.
– Que bueno que estés bien – dijo Gumi con alivio, separándose un poco de Emma.
– Tranquila – la tranquilizó después de asentir Emma – ya estoy bien, ya estoy fuera.
Gumi asintió sonriente para abrazar una vez más a Emma con todas sus fuerza, ella solo sonrió y correspondió el abrazo.
– ¡Oh! Tenias hambre, ¿no? – recordó Gumi para separarse completamente de Emma, la segunda solo asintió sin prestarle mucha atención.
Gumi se dirigió a la mesa, tomó el plato que había dejado anteriormente sobre ella, después volvió al lado de Emma y se los entregó. Ella los tomó y ambas se dirigieron al sofá más cercano, donde después se sentaron y Emma comenzó a comer mientras conversabamos. En esa conversación, me di cuenta que yo era el único que no la conocía, y que en realidad Emma era muy agradable.