Capítulo 8: ¿Qué es correcto y qué no lo es?

249 18 1
                                    

- Bien, entonces, según estos informes de la policía el asesino estuvo en dos sitios a la vez. En Inglaterra y Detroit, Angel era un hombre casado bastante conocido aquí, era el mejor abogado de por la zona. Según los vecinos su matrimonio con la víctima, Lia, era perfecto, el sueño americano. Estaba en Inglaterra por un viaje de negocios, pero también estaba aquí asesinando a su esposa. ¿Mi conclusión? Un trotapieles. - Dean termina de hablar y le da un mordisco a su hamburguesa de bacon. Ha evitado mirarme o hablar conmigo desde que llegamos y nos dejó a Sam y a mi en nuestra habitación. 

Siempre había creído que Dean era el gran amor de mi vida y que si no era él no era nadie, pero tal como se estaba comportando empezaba a creer que no, que estaba muy profundamente equivocada. Estos últimos días con Sam habían sido geniales, era muy atento y cariñoso, y bastante romántico. Era todo lo contrario a Dean y eso a veces era reconfortante, así que cada día que pasaba tenía más claro a que hermano quería. Dean llegaba a su habitación con una camarera nueva cada noche, mientras yo me iba a la seguridad de los brazos de Sam. Eso era lo correcto, o bueno, eso empezaba a creer.

- Genial. Pues vayamos a interrogar al supuesto asesino, ¿no? - dice Sam intentando entablar una conversación profesional con Dean, pero él pone los ojos en blanco desde que escucha su voz. Esta actitud de Dean nos tenía bastante hartos a los dos.

- Si, Sammy. Es bastante obvio lo que tenemos que hacer. Dile a tu novia que no puede venir, que se vaya de tiendas o algo de eso. - Dean se levanta y se toma el último trago de su cerveza. Ya no aguanto más esta jodida situación y estallo.

- Dean, puedes decírmelo tú, ¿sabes? Que sea la novia de tu hermano no significa que tú y yo dejemos de ser amigos. No sé por qué narices te molesta tanto, pero cualquier problema que tengas conmigo lo hablamos y ya está, no te tienes por qué estar comportando como un cretino todo el maldito tiempo porque ya estoy harta de tu jodida actitud. - en cuanto termino de decir las palabras Dean me mira por primera vez desde hace mucho tiempo, y como siempre en su mirada puedo ver el dolor que le resultan mis palabras, pero también puedo ver lo rápido que lo oculta.

- Tienes razón, Hol. Lo siento. Sammy tenemos que irnos ya. - sé que Dean me ha pedido perdón obligado y también sé que no es lo correcto hablar las cosas así, pero se da la vuelta y se va antes de que pueda decir nada más. Sam se gira hacia mi y me acaricia la mejilla con la mano, gesto que me hace sonreír.

- No se lo tengas en cuenta, ya sabes como es. - asiento y me da un beso antes de levantarse y seguir a Dean por donde se ha marchado segundos antes. Me quedo un rato allí sentada terminándome mi almuerzo y tratando de analizar mis sentimientos cuando se me sienta un chico bastante atractivo delante.

- Hola, forastera. Creo que no eres de por aquí. Me llamo Luke. - es un chico bastante alto, rubio y de ojos azules. No puedo evitar echarle un repaso de arriba a abajo, porque la verdad es que el chico... Bf, digamos que está bastante bueno.

- No, no soy de por aquí. Encantada, Luke, yo soy Holland, pero puedes llamarme Hol. Pero, lo siento, yo ya me iba. - pido la cuenta y pago, pero el chico sigue sin moverse de delante mía, no sé si va a decir algo más así que me levanto, me despido con la mano y me voy. Que absolutamente raro ha sido eso.

No tengo nada que hacer mientras los chicos investigan el caso, así que voy a una librería bastante bonita y antigua que vi hace unos días. En cuanto entro el olor a libro me llega y me llena. Cualquier lector ama el olor a libro, tanto viejo como nuevo. Menos los que son como yo y que tienen tan poco dinero y espacio para comprar libros que se tienen que conformar con los PDF, triste realidad.

Entre todas las estanterías que forman esta preciosa librería busco mis libros favoritos: Cumbres Borrascosas, Orgullo y Prejuicio,... Todo eso me hace recordar que también tengo ganas de ver mi película favorita, Moulin Rouge, pero estoy siempre con Sam y es una película que jamás compartiría con nadie, aunque la hubiese visto con Dean. Me dejo llevar por mis pensamientos y cuando salgo de ellos me doy cuenta de que llevo un buen rato parada con un libro que ni siquiera conozco en las manos. Lo suelto y lo vuelvo a poner en su sitio. El hombre me mira mal porque llevo mucho rato mirando libros y soy la única persona en su librería. Por fin encuentro Cumbres Borrascosas y me alegra descubrir que es una tercera edición, podría darme el capricho, además, no es tan caro. Lo compro y salgo bastante contenta de la tienda.

Decido que lo mejor que puedo hacer es volver al motel y descansar o leer un rato. Quiero ayudar en el caso pero Dean está empeñado en que me quede en el motel para que no me pase nada. No entiende que puedo valerme por mi misma y que puedo servir de ayuda. 

En el camino me cojo un par de atajos, uno de ellos un callejón que descubrí con Sam el otro día, no me hace sentir muy segura la verdad, pero sigo por ahí, quiero llegar cuanto antes. 

- No pensé que sería tan fácil atraparte. - me doy la vuelta ante la siniestra voz y veo al chico del restaurante acercándose a velocidades incalculables a mi.

- ¿Luke? - es lo último que digo antes de que todo se vuelva negro.

SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora