Capítulo 11: Te quiero más que a las hamburguesas de queso con doble de bacon.

127 10 1
                                    

   Habían pasado unos días después de todo lo que pasó con Luke, el trotapieles. Ese día cuando llegamos al motel Sam me curó las heridas, mientras Dean preparaba las maletas, pero lo extraño era que entre ellos no hablaban. Yo no sabía que había pasado cuando el trotapieles se había hecho pasar por mí, pero me podía hacer una idea y eso no me estaba gustando nada. Y encima esa misma noche, creí escuchar a Sam contarle a Dean algo de un plan en el que yo era la llave para todo, puede que hubiesen sido imaginaciones mías, pero no estaba segura.

   Ahora nos encontrábamos en Iowa, teníamos un caso de un espíritu vengativo, pero ni Dean ni Sam me dejaban ayudar. Vaya sorpresa.

   - Dean, o me dejas salir por esa puerta con ustedes, o te juro que me escapo como la última vez. - Dean puso los ojos en blanco y miró a Sam.

   - Hol, ¿tenemos que recordarte lo que pasó la última vez que no nos hiciste caso? - Sam tenía muchísima más paciencia que Dean, eso estaba claro, pero parecía ser que también la estaba perdiendo conmigo. Desde ese día nuestra relación se encontraba en un stand by, le había dicho que necesitaba unos días para pensar en todo lo que había pasado, solo eso. Pero era mucho más que eso. Mis sentimientos por Dean volvían a aparecer y a confundirme y necesitaba volver a borrarlos de mí o volver a anularlos, pero Dean me lo estaba poniendo muy difícil. Desde ese día estaba súper atento, encantador, y curiosamente cariñoso.

   - ¿Tengo que recordarte por qué no os hice caso? - me cruzo de brazos y me pongo delante de la puerta. Dean me mira y en sus ojos veo que le he convencido. Sam sin embargo parece tremendamente enfadado. 

   - Si te pasa algo a mi no me culpes. Esta ya es por masoquista. - sonrío ante las palabras de Dean y salgo corriendo como una niña pequeña hacia el Impala. 

   No me molesto ni en mirar a Sam, seguramente este tremendamente enfadado y la verdad es que lo último que me apetece aguantar ahora es a un Winchester malhumorado. Me pongo los auriculares y me evado un poco de la música rock clásica de todos los días. Leo el caso que tenemos entre manos: "Mujer encontrada muerta en su casa, no había nadie y la puerta no estaba forzada, no hay símbolos de lucha y hay un extraño líquido negro". Estaba bastante claro que estábamos frente a un caso de un espíritu vengativo, ahora solo teníamos que averiguar quién era y quemar sus huesos.


---------------


   - Eh, Hol. Holland. - noto como alguien me zarandea y de pronto me encuentro frente a frente con los maravillosos ojos verdes de Dean Winchester. Y con su maldita sonrisa.

   - Lo siento, me he quedado dormida sin darme cuenta. - cuando me espabilo me doy cuenta de que Sam no está en el coche. - ¿Dónde está Sam?

    - En casa de los padres de Marion, la mujer que fue asesinada. Ninguno de los dos queríamos despertarte, has pasado ya por bastante estas semanas y te merecías un descanso en condiciones. ¿Tienes hambre? - por una parte estoy feliz porque por fin Dean es comprensivo y atento conmigo después de los cuatro años separados, pero por otra esto me confunde aún más. Veo como sale del coche y yo hago lo mismo, no sin antes darle un buen repaso, dios Dean Winchester, ¿existes para torturarme?

    - Definitivamente tengo hambre. Vamos, una hamburguesa de queso con doble de bacon nos espera. - sonríe al yo pronunciar esas palabras y no puedo evitar pensar en que sigue siendo el mismo hombre del que me enamoré. 


---------------


SupernaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora