Capítulo 4: Amnesia temporal.

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¿Dónde estoy? Oh Dios, ¿qué es ese insoportable pítido? ¡PARA YA, POR FAVOR! Me muevo un poco y escucho voces.

- Se está moviendo, Sammy. ¿Hay que llamar a una enfermera? - ¿Sammy?, ¿quién es Sammy y quién se supone que está hablando? Parece destrozado. Abro poco a poco los ojos y me encuentro con dos chicos muy atractivos y uno de ellos me está dando la mano. La suelto, carraspeo y digo: 

- ¿Quién eres? - me miran sorprendidos, no entiendo a que viene todo esto, bueno en realidad no entiendo nada. El chico de ojos verdes y grandes se levanta y me dice: 

- Soy Dean, y este de aquí es mi hermano Sam. - Sam es Sammy, ¿ese tal Dean por qué me daba la mano? ¿Acaso era mi novio? 

- ¿Y yo quién soy? - Sam sale de la habitación y Dean se queda conmigo, noto que traga saliva y finge una sonrisa. 

- Te llamas Holland. 

- Ah, ¿de qué me conoces?

- Soy... - antes de que le diera tiempo a responder entra Sam con lo que pienso que es una enfermera.

- Hola Holland, tu cuñado me ha dicho que no te acuerdas de nada, ¿cierto? - me pregunta la enfermera sonriente.

¿Cuñado? ¿Estoy casada? Espera, espera, ¿estoy casada con Dean? 

- Cierto. ¿Por qué no recuerdo nada? - le pregunto mientras me va haciendo las pruebas esenciales.

- Te caíste y te diste un golpe muy fuerte en la cabeza, lo que provocó una hemorragia interna y como suponíamos una amnesia temporal, no desesperes poco a poco todos tus recuerdos vendrán a ti otra vez.

- Ah. ¿Y ese de ahí es mi marido? - pregunto mirando a Dean y él sonríe satisfecho. La enfermera también le mira, pero puedo notar que su mirada es lujuriosa. Subo una ceja y carraspeo.

- Eh, sí, su marido Dean. No se ha separado de usted en todo el tiempo que llevan aquí, es bastante atento. - suelta una risita y hace que me provoque, ¿que tiene esta señora con mi marido?

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? 

- Cariño, llevamos aquí cuatro días. - responde Dean acercándose a mí, no sé porque pero me transmite seguridad así que cuando me ofrece la mano se la doy. La enfermera me mira mal y dice:

- Holland está todo bien, mañana le podemos dar el alta, a no ser que quiera el alta voluntaria claro está.

- Quiero el alta voluntaria, me gustaría si no es mucha molestia que me arreglara los papeles ahora mismo. 

- Pero mi amor... - dice Dean pero le miro mal y se calla.

- Como desee, señorita Grayson. - la enfermera sale de la habitación y me deja sola con Dean y con Sam, vale, ¿qué hago? Ya sé, voy a empezar a recoger todas mis cosas, espera, ¿tendré cosas?

- Emm Dean, ¿tengo ropa o cosas que haya que recoger y me pueda poner ahora?

- Sí, Sam se encarga de hacer las maletas y si quieres yo te ayudo a ducharte y vestirte. - ¿QUÉ? No, ni de broma, o sea, es mi marido pero no le conozco. Aunque por otro lado no tengo la fuerza suficiente como para ducharme sola.

- No hace falta Dean, puedes esperar en la puerta y si necesito algo te llamo. - hago ademán de levantarme pero no puedo, no tengo fuerzas, Dean se da cuenta y me lleva en brazos al baño. Cuando enciende la luz y me veo en el espejo me dan ganas de tirarme por un puente, ¡ESTOY HORRIBLE! ¿En serio tengo este aspecto? Mi pelo es rubio oscuro y bastante largo, casi por la altura de la cintura. Mis ojos son grandes y negros. Estoy pálida y tengo pequitas por la zona de la nariz. Estoy demasiado delgada, supongo que será por haberme pasado cuatro días a base de sueros. Dean me deja en el suelo y las piernas me fallan. 

- ¿En serio no quieres que te ayude? - me dice serio.

- No te conozco. 

- ¿Confías en mí? 

- Sí, no sé porque pero sí.

- Pues vamos, ven. - me coge en brazos y me mete en una ducha bastante aparatosa, me quita el camisón y yo cierro los ojos, mientras antes pase mejor. Noto como el agua empieza a caer por mi cuerpo, no  está ni fría, ni caliente. Noto que para y abro un ojo, está cogiendo champú para el pelo. Vuelvo a cerrar los ojos y me noto como me empieza a lavar el pelo, cuando termina me quita el champú y con una esponja me empieza a lavar el cuerpo. Es bastante raro, pero me es familiar. Me envuelve en una toalla y me saca de la ducha. Abro los ojos y le miro. Intento sonreír como muestra de agradecimiento pero él empieza a secarme y a vestirme. Me pone un panti color negro y lo que supongo que es una camiseta suya, con unas Vans negras. 

- Gracias, Dean, de verdad. - intento levantarme pero no me deja.

- Todavía falta cepillarte el pelo. - me empieza a cepillar el pelo y siento que este momento se quedará grabado a fuego en mi cerebro. Cuando termina me va a coger pero le digo que ya puedo sola y me voy a lavar los dientes.

- Espero fuera con Sammy, ¿estás bien?

- Sí, gracias. - me miro al espejo e intento arreglarme un poco, no sé porque, quiero que Dean me vea guapa. Salgo de la habitación y solo está Sam.

- Hola, Sam. - le sonrío y veo que el me sonríe a mi.

- Hola, Hol. Dean fue a buscar a la enfermera, tenemos que esperar aquí. ¿Estás bien? - no me hace ninguna gracia que Dean se haya ido a buscar a la enfermera, instantáneamente quiero ir a buscarle así que salgo de la habitación y Sam me persigue. - Holland, ¿a dónde vas?

- Sam, una pregunta, ¿cómo se llama la enfermera? - Sam traga saliva y mira a todos lados. 

- Se llama Alice McKleyn, ¿qué vas a hacer? - le miro sonriente y me acerco a información.

- Hola, quería preguntar donde estaba mi enfermera, se llama Alice Mckleyn, me tiene que dar los papeles del alta voluntaria. - le digo a un hombre de mediana edad, me sonríe coqueto y me dice que está en un descanso de última hora, seguramente en la sala de los enfermeros.

- Sam, ¿puedes esperar aquí? Me gustaría ir a buscar un café e ir al baño. Este enfermero tan majo me ha dejado. - le sonrío y Sam me mira desconfiado.

- Sí, supongo, pero no tardes. - se sienta en un sillón de espera y yo me voy en busca de la sala de enfermeros. Cuando la encuentro decido abrir la puerta sin preguntar, y lo que me encuentro me deja sin habla. Dean y Alice besándose, pero no es un beso normal, es un beso lleno de pasión. Noto que los ojos se me llenan de lágrimas y salgo de la habitación dando un portazo. Dean me ve y empieza a gritar mi nombre. Salgo corriendo hacia la calle y me escondo entre los coches. Veo a Dean y a Sam buscándome pero no me ven así que se meten en un coche y se van. Me levanto y comienzo a buscar algún parque donde poder sentarme y pensar. 

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