Capítulo VI

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Capítulo VI.

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Dos fuentes rojas cayeron encima de la mesa en la que yo me encontraba almorzando, dejé de apuntar en el cuaderno de Biología que tenía para levantar la mirada, y encontrarme con los ojos de los Gemelos Whitesides.

—¿Acostumbras almorzar sola? —Preguntó Jack con una sonrisa.

—¿Jacob no almuerza contigo? —Preguntó esta vez Jake mientras abría el envase de su sándwich.

—Él... acostumbra almorzar con sus amigos, el equipo de futbol. Ya saben —Respondí guardando los cuadernos en mi bolso.

—¿Y te deja aquí sola? Jacob realmente es un estúpido —Se rió Jake.

—Vivimos juntos, creo que necesitamos tiempo a solas, ya saben —Dije tratando de sonar convincente.

No me acostumbraba a mentir, nunca me gustó hacerlo.

—Igual, son novios. Si tu fueras mi novia, te amarraría a mi, hay mucho... —Comenzó Jack pero una bandeja roja golpeando la mesa hizo que se detuviera.

—Pero tú no eres su novio —Interrumpió Jacob enojado.

—¿Qué mierda tienes? Yo solo estoy hablando, ¿Por qué te enojas? —Preguntó Jack frunciendo el ceño.

—¿Por qué te metes donde no te importa?

—Porque soy tu jodido hermano.

—¿Y que mierda significa eso Jack? que hayas estado jodidamente enamorado de _____________ toda tu vida no te da derecho a que te metas en esto.

Jack se levantó de la mesa, dejando su fuente. Dejó el comedor, mientras todo el mundo nos observaba, Jacob se levantó y se fue de la misma manera que Jack.

—Iré hablar con Jacob. —Le dije a Jake tomando mi bolso de la mesa.

Salí del comedor y vi a Jacob a lo lejos, estaba pateando fuertemente los casilleros que estaban enfrente de él.

—Jacob, ¿Podemos hablar? —Pregunté cuando llegué a su lado.

—¿De qué? ¿Tú también ___________? ¿Tú también piensas que puedes meterte en mi vida y manejarla como te da la regalada gana? ¿Tú también piensas decirme que esta bien para mí y que no? Pues puedes irte bien a la mierda con tu jodida familia y con la mía.

—Si eso quieres, Jacob. —Traté de alejarme pero sólo di dos pasos largos cuando las manos de Jacob me detuvieron.

—Espera, Bubbles. Yo... yo no quería descargarme contigo. Eres la persona que menos debería haberle lanzado toda esa mierda. No te enojes, se que tienes una razón enorme pero entiéndeme. Sabes que aún no manejo muy bien mi ira, y... sé que no es excusa pero perdóname.

—Jacob has hecho un espectáculo en el comedor, te has descargado con tu hermano.

—Lo sé, mi padre me llamó en la mañana, y tuvimos una discusión muy fuerte, él sigue con la mierda de que sea medico y yo... más el drama de mi mamá. Estoy cansado, Bubbles. Quiero vivir tranquilo...

Pasé mis brazos por la espalda de Jacob, le di lo que el más necesitaba en este momento, un abrazo. El estaba tratando de ser fuerte, tratando de no llorar y comportarse con un verdadero "hombre". Jacob era muy frío, el odiaba expresar sus sentimientos.

—Esta bien, Jacob. Mírame —Dije buscando su mirada— Siempre hemos estado juntos en esto, tú siempre me has cuidado cuando más te necesitaba. Eres mi única familia, te lo repito todos los días.

—Es sólo que... estoy cansado de esta mierda. Yo se que tú siempre vas a estar aquí para mí, por eso me odie en el mismo momento en que me di cuenta de toda esa basura que te había lanzado.

—No te preocupes. Tú sabes que me tienes —Confesé entrelazando mis dedos con los de él.

Jacob me abrazó, elevándome del suelo por varios centímetros. Todos creían que Jacob tenía la vida perfecta, cuan equivocados estaban.

{...}

La pizza estaba sobre la mesa de centro de la sala, saqué dos latas de Coca-Cola del refrigerador. Lancé una lata, Jacob la atrapó en el aire. Nos recostamos en el sofá y descansé mi cabeza en sus piernas.

Jacob no se había quejado esta vez para pagar la pizza, como lo hacía normalmente.

—¿Qué quieres ver? —Me preguntó mientras tomaba los discos que estaban en el sofá.

—Una película romántica —Bromeé, sabiendo que Jacob jamás aceptaría ver una película de ese tipo.

—Está bien —Respondió Jacob levantándose del sofá y acercándose al televisor.

—Okey, es suficiente. ¿Qué estas haciendo? —Pregunte confundida.

—Poniendo la película, Bubbles. No tiene nada raro. —Respondió riéndose.

—No, me refiero... Te estas portando bien, si así lo llamamos, toda la tarde. ¿Qué pasa?

—Supongo que es... yo pensé que después de lo que te dije, tú no me perdonarías. Te dije palabras que desearía nunca haberte dicho. Bubbles, yo realmente pensé que te iba a perder. Y si tú me dejas, yo no sé que haría Bubbles...

—Yo nunca te dejaría Jacob.

—¿A pesar de lo idiota que pueda ser a veces?

—¿A veces?

—Bueno, ¿siempre?

—Sí, a pesar de lo idiota que seas, nunca te dejaría.

—¿Lo prometes? —Preguntó.

—Lo prometo.

Red de mentiras •JW•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora