Red de mentiras •JW•

Capítulo XLII

Capítulo XLII.

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Hoy era el día. Iba a regresar a Tennessee después de mucho tiempo. Me aterraba la idea de que me podía encontrar a mi regreso, pero esta era una visita que necesitaba hacer para estar bien conmigo misma.

Para que todas esas pesadillas terminaran de atormentarme por las noches de una vez por todas.

Jacob había recogido los boletos de avión ayer por la noche y Tyler ya tenía el suyo.

—¿Estas lista? —Me preguntó Jacob después de haber bajado la pequeña maleta que compartíamos a la primera planta.

Me había esa misma pregunta toda la noche anterior, preguntándome si de verdad quería ir por las respuestas que tanto necesitaba.

—Sí —Le respondí segura— ¿Le has marcado a Tyler ya?

—Él ya salió hacia el aeropuerto —Respondió.

Bajamos al primer piso donde un taxi nos estaba esperando. Jacob había insistido en que deberíamos viajar en auto. La idea de viajar día y medio por carretera no era muy atractiva.

Llegamos al aeropuerto en una hora. Cuando entramos a este, Tyler ya estaba ahí con una pequeña maleta a su costado.

—¿Zack no va a venir? —Preguntó Tyler frunciendo el ceño. Jacob me observo fijamente.

No había hablado con él desde el día que había ido a la casa de Jacob. Zack había ignorado todas mis llamados durante el resto de ese día. Hablar de mis peleas con mi novio no era algo que iba a hacer con Tyler y Jacob.

—No —Respondí evitando la mirada de ambos.

—¿Por qué no vamos a entregar el equipaje? —Preguntó Jacob cambiando de tema rápidamente y salvándome.

{...}

Aterrizamos en Tennessee alrededor de una hora después. Nos tomó otra hora llegar hasta Knoxville donde vivíamos.

Todo se veía tan diferente. Cada lugar por el que pasábamos estaba lleno de recuerdos y a la vez tan vacíos. Todos los recuerdos que aparecían en mi mente, eran con Jacob o con su familia. No lograba recordar ninguno con mi mamá... o papá.

—¿Quieres ir al hotel primero o...? —Preguntó Jacob.

—No. Quiero hacer primero lo que vine a hacer a Tennessee.

Jacob asintió con la cabeza y le indicó la dirección de nuestra antigua casa al chofer del taxi. Los nervios cada vez aumentaban.

Demonios estaba yendo a ver a mi madre después de años. ¿Y si ella no quería verme? ¿Y si ella ya no estaba aquí?

Jacob tomó mi mano delicadamente y me dio un suave apretón seguido de una sonrisa de oreja a oreja.

—Estoy aquí —Susurró en mi oído.

Eso era verdad. Él estaba conmigo.

{...}

Mi casa no se veía como mi hogar. Y me pregunté si alguna vez se sintió como mi hogar. Se veía tan diferente y a la vez no había cambiado en nada.

Supongo que me estoy volviendo un poco emocional. Jacob y Tyler estaban detrás de mí, ambos habían insistido en venir conmigo. No era lo suficientemente valiente como para venir sola.

Toqué la puerta dos veces. Y esperé respuestas. Al pasar cinco minutos enteros. Volví a tocar sin obtener respuesta.

—Creo que no hay nadie —Anuncié.