Izuku & Katsuki

La nota

La última vez que Deku ve a Katsuki es en el día cuarenta y tres del segundo curso.

Katsuki es su vecino y amigo. Nacieron en el mismo hospital el mismo día: el siete de julio; 7/7. Piensa que tiene mucha suerte de tener un amigo que viva justo al lado y de compartir con él su cumpleaños. Puede visitarlo cuando quiera, pero no todo el tiempo, porque a veces Katsuki se va a la casa de su papá los fines de semana. Se divierten, dice Katsuki, pizza y helado y cosas por el estilo. A veces, películas. Deku piensa que tal vez tener papás divorciados no es tan malo, no si eso significa conseguir helado extra; pero luego, en la noche, cuando su habitación está oscura y escucha ruidos extraños en el armario, que podrían ser monstruos o no, está contenta de que su papá y su mamá todavía estén juntos en el dormitorio al fondo del pasillo.

En esa tarde número cuarenta y tres del segundo curso, su amiga Ochako le entrega a Katsuki una nota cuando la maestra se da vuelta. Deku observa cómo el papel pasa cerca de ella y llega al escritorio de su amigo Tenya, quién suelta a Uraraka una sonrisa escurridiza y luego le pasa la nota a Katsuki. Deku mira a Ochako, que está sonriendo de manera descontrolada. Tienen siete años y esta es la primera de muchas, muchas notas que pasará en clase, pero esta es la primera y más especial que Uraraka va a entregarle a alguien.

Katsuki está en frente de Deku ahora, la cabeza hacia abajo mientras resuelve con dedicación ejercicios de suma en el cuaderno de Matemáticas. Ella ve que la etiqueta de la camiseta sobresale por la parte de atrás; lo que no sabe es que va a recordar esa etiqueta durante años, va a soñar con acercarse a él y acomodarla de vuelta dentro de la camiseta antes de despertarse, la mano preparada en el aire, el sueño tenue escurriéndosele entre los dedos.

En cambio, Deku mira con enojo a su amiga y observa a Katsuki desdoblar la nota y leerla. ¡Podrían meterse en grandes líos por pasar papelitos! Deku le lanza una mirada furiosa a Ochako, quién solo frunce el ceño y le saca la lengua, pero Deku sabe que no está enojada de verdad. Cuando su amiga está realmente enojada, te ignora. Eso es mucho peor.

Katsuki escribe algo en el papel y se lo devuelve a Ochako mientras la maestra explica cómo pedir prestado a las decenas, y Deku empieza a sentir un cosquilleo en la piel, como aquella vez que se bronceó demasiado en la playa. Uraraka solo le sonríe, y Deku vuelve a bajar la cabeza y se lleva un número en la suma.

Después de la escuela, Ochako corre hasta alcanzar a Deku y le muestra la nota.

- ¡Mira! – grita. El papel está tan doblado que se siente tan suave como el algodón, y Deku lo abre. Dice: ¿TE GUSTA DEKU? ¿¿¿SÍ O NO??? Y la palabra Sí está redondeada tres veces.

Deku sostiene el papel y busca a Katsuki con la mirada, pero sus mamás y papás están esperando para buscarlos; Katsuki ya está corriendo hacia su papá. Él ahora conduce un auto deportivo. Es taaaan genial. Eso es lo que dice Katsuki.

- ¡Katsuki! –grita Deku-. ¡Tengo que hacerte una pregunta!

Pero él ya está adelante, corriendo hacia el auto deportivo y hacia su papá.

- ¡Katsuki! –exclama-. ¡Katsuki, espera!

Pero es demasiado tarde. Katsuki ya está en el auto.

Y desaparece.

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Introducción con dedicación a  Charles.