<14> It will not happen again

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Desperté, un poco desorientada, con un fuerte dolor de cabeza, y no dejaba de punzar. Junto con los recuerdos que comenzaban a atacarme lentamente, viendo como rápidos destellos de luz.
Lo niego una y otra vez, rogando porque sea una terrible mentira, realmente quiero que sea un sueño.
Me preciono los ojos con los dedos y respiro profundo, tratando de que un poco de calma venga a mi lentamente, que me inflame la calma.
Me giro lentamente y la imagen que veo me aterriza.
El durmiendo a mi lado, tan profundo como cuando éramos jóvenes. Y debo admitir que hace un par de años era la mejor imagen que yo podía ver.
Pero ahora... ahora no se que es lo que debo pensar ni sentir, pero en este preciso momento no se siente nada bien, es como si alguien me hubiera apuñalado hasta dejarme sin aire.

Me recuesto cubriéndome con las mantas, queriendo que está realidad no sea la correcta, esperando a que me quite las sábanas y que el no esté aquí, que sea una maldita ilusión.

No se cuanto tiempo he permanecido así, intacta por el miedo. Lo escucho levantarse y aprovechó para hacerlo también, sentándome en la orilla de la cama, con las lágrimas corriendo sobre mis mejillas, dándome pequeños golpes en la frente.

Lo escucho salir, tras un segundo de silencio lo veo inclinado frente a mi con un rostro de angustia y preocupación que reflejan sus ojos, no es tan agradable ver a la persona que tu quieres de éste modo.

— ¿Que sucede Scarlett?

— Alejate de mi, James. — Digo un poco bajo. —

— Scarlett.

— Alejate.

Lo hace enseguida mientras yo intento no desmoronarme me más de lo que ya estoy, no frente a él, no quiero que sigo siendo tan vulnerable como solía serlo.

— James, dime... dime. ¿Porque carajo estamos haciendo esto?

— ¿Desde cuando es malo que las personas que se aman se demuestren lo que sienten?

— ¡No seas absurdo! Por Dios, James. — Me pongo de pie. — No somos los mismos. ¿Que no lo entiendes? Por favor, sabes,  que no podemos hacer esta clase de estupideces James, tenemos un hijo de por medio y creo que eso es lo único que nos mantiene unidos, pero de otra forma tu y yo no nos volveríamos a ver la cara.

— ¿Como puedes ser tan cruel?

— ¿Es lo mismo que yo me preguntaba de ti a diario, James, era lo que hacía, y aún así yo daba la vida entera por ti.

Me metí a la ducha, sintiendo que me estaba ahogando, pues nunca creí decir tal cosa a James, porque realmente dolía, y siempre lo he sabido, yo no puedo ser tan despiadada como el.

Dejó que el agua inunde cada parte de mi ser, que se encuentre un arullo en ella, que se lleve mis lágrimas.
Término rápidamente y me pongo la ropa, me miro al espejo, conteniendo la respiración y dejándola ir nuevamente, para volver a navegar.
Salgo del baño y el no está presente, así que me siento en el sofá de la suite, cubriendo mi rostro con mis manos, tomando un breve descanso hasta que la tormenta decida volver y me empape de ella.

Escucho un ruido, levanto la mirada y me lo topo poniéndose el sombrero, en un momento nuestras miradas se juntan y no quieren separarse, pero la obligó.

— Carraspea. — Scarlett, creo que deberíamos hablar, no podemos dejarlo de este modo .

— Sólo quiero volver a casa James, quiero estar con mi hijo, Andy debe de estar esperándome.

El se nota tan extrañando cuando mencione el nombre de Ander de una manera cariñosa.
Suspira un poco de decepción se filtra en sus ojos color avellana, se me parte el alma, pero no me permito bajar la guardia.

El solo suspira y Asiente, me abre la puerta para que yo salga primero, y no vuelvo a verlo a la cara.
Entra un poco después que yo y me dedica una mirada rápida antes de encender el auto, lo hace y los dos vamos cada uno suspendido en sus pensamientos, en lo mucho que nos duele haber fallado a este amor que apostaba por mi y por el, contra el mundo.

Llegamos y mi hijo me recibe con un gran abrazo que pido a gritos, es tan reconfortante cuando lo hace.
Y besa mi mejilla, dirijo mi mirada hacia enfrente y noto a Ander mirándome desde la  entrada de la casa.

— Ve a saludar a papi anda.

El no lo duda ni por un segundo y yo me dirijo adentro.

— Es un poco tarde.

— Lo Sé.

— ¿Donde estabas?

— Con el Congreso.

Lo ebado y corro arriba por un suéter, lo que menos necesito ahora es otra pelea.
Cuando bajo Ander ya no se encuentra en la puerta y James está despiendose del pequeño.

— Iré con papá Andy mami.

Asiento con una sonrisa la cual cambia cuando vuelvo a ver a James , lo acompañó hasta su auto y cuando el se sube me está mirando un tanto desafiante.

— Mañana vendré por el, le prometí un paseo.

— Asiento. — El te estará esperando.

— Sonríe levemente, un poco indeciso pero al final vuelve a retomar la confianza sobre si mismo. — Gracias por la noche de ayer Scarlett.

— No pasará otra vez James.

— Eso es algo que ya veremos Scarlett... Hasta pronto.

Vuelve ese rostro tan decidido y vuelve esa chica que siempre estaba en la boca del lobo.

Stay - James Bay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora