<25> no matter what was said

17 2 1
                                    

— No me importa lo que tú hayas dicho antes.

— ¿Que?

— Así es, no me importa que seas cruel conmigo o que casi me hayas hecho llorar hace unos días. Tu indiferencia no me interesa en lo más mínimo.

— Me pasó una mano por el cabello para luego mirarlo. – Eres increíble. — Me levanto de mi asiento con dirección hacia la salida. —

— ¿A donde vas?

— A casa, ya tuve mucho, James.

— Pero yo no e tenido suficiente de Scarlett. — Me gira para encararlo. — Nunca voy a tener suficiente de ella, sin ti, yo no sé vivir.

Sus labios se unieron con los míos, en un beso profundo que no pude detener, quería odiarlo, pero no podía, era más grande el amor que yo sentía por el.
Puso sus manos en mi cintura profundizando el beso.
las luces y la musica hacían el contraste perfecto.
Se separó de mi escasos segundos, para mirar esos ojos perfectos que alguna vez me enamoraron.
Estaban embelesados con algo, tal vez conmigo, eso me provocó una felicidad infinita.
Sólo tuve un momento para tomar una calada de aire, porque sus labios volvieron a chocar con los míos.
Tomo mi cabello en su mano empuñandolo, apegandome lo más que pudo a sus labios de una manera brusca, que me hizo gemir en su boca, que para el fue un grito de esperanza.
Acaricio mi mejilla un poco fuerte, mientras seguía movimiendo sus labios contra los míos, lo escuché jadear y eso fue lo último que necesite para intentar devorarlo con mis labios.
Todo se puso más intenso para entonces.
Mi mano recorría cada parte de su rostro.
Las de el estaban jugueteando con mi cintura, bajando a mi trasero, apretándolo hacia el pegandome contra su ereccion.
Gemi al sentirlo y volvió a besarme.
La música cambio pronto, era un tono menos sensual y romántico, era más animado.
Nos hizo separarnos lentamente para después sentirme tan avergonzada y salir corriendo al sanitario. Me mire con las mejillas muy enrojecidas. Me moje la cara y deje salir un gran suspiro para después verme en el espejo, aún muy apenada con la situación.
Era la de antes y el era el chico que que tocaba a una virgen por primera vez.
Después de estar ahí unos momentos intentando recuperar el valor, finalmente salgo, con la intención de escabullire a la salida sin que el se de cuenta.

— Scarlett.

Su voz hace que de un salto del susto.
Lo miro y el tiene una cara de gracia mientras está recargado en el muro con un cigarro entré los labios.

— ¿Que haces aquí?

— Esperándote, seguramente pensarás  abandonarme.

— ¿Desde cuando fumas?

— Desdé que me di cuenta de que debía de tener otro vició además de ti.

— De modo que es mi culpa.

— Tira el cigarro a la mitad y lo apaga con su zapato. – Si, pero puedo perdonarte si tu accedes a que terminemos la fiesta en mi hogar.

— Mi esposo puede llegar.

— Tu esposo me importa una mierda, yo sabré hacer mejores cosas de las que ya sabe.

Me hace reír, asiento y después de un trago más, nos vamos en su auto a su casa.
Un tanto silencioso disfrutando de la música que se encuentra en el radio, mientras yo lo observo de vez en vez mientras conduce.
Se nota pensativo.

— Se que me estás mirando. – Finalmente sonríe. –

Le puse una mala cara, sólo para tratar de encubrir lo avergonzada que me sentía con el hecho de que me haya pillado mirándole.
Me cruce de brazos, me quedé de ese modo hasta que llegamos a su hogar.
Me abrió la puerta y intente no sonreír por el acto.

— No tienes que fingir.

— No lo estoy haciendo.

— No olvides que yo te conozco de hace mucho Scarlett.

Sonríe y me abre la puerta de su hogar, para después encender la luz.
Este tenía un aspecto de un lugar sólo para un soltero.
Hasta el momento me había dado cuenta de eso, ya que el sólo consigue despistarme cada vez que estoy aquí.

— Ponte cómoda, yo iré por algo de beber. – Dice susurrándome en el oído. –

Hace que un escalofrío recorra toda mi espina dorsal, me siento molesta por lo que provoca, pero para el, esto debe de ser muy bueno.

Me siento en su sofá negro y noto muchos olores que solia respirar a diario cuando vivía conmigo.
El olor de su colonia es uno de ellos, cuando esté entra en mis pulmones me hace regresar a todos esos momentos que siempre ocurrían de improviso.
Regresa con las bebidas, me entrega las mía sentándose a mi lado.

— ¿A cuentas te has follado aquí?

— A muy pocas.

— Y tienes el descaro de decírmelo.

— Bueno, me di cuenta de que una de las cosas en las que falle fue en ser honesto.

— No creo que te sirva de mucho ahora.

— Te equivocas. — Me quita el vaso de la mano y deja el suyo en la mesa.–

Pronto se acerca a mi con la intención de besarme, pero yo no alejo poniendo las manos en sus hombros, no lo suficiente, ya que lo sigo teniendo tentativamente cerca de mi.

— ¿Que haces?

— Te dije que nunca es tarde para corregir un error.

— James, no deberíamos estar haciendo esto.

— Claro que si, estamos tardando mucho, tal vez no haya otro momento más que este, y quiero escribir este último verso antes de terminar esta página.

Me besa y yo le correspondo, lo que dice y en la manera en la que lo dice me hace simplemente perder la cabeza.
Nos quedamos así por un largo tiempo, nuestros movimientos son perfectos y nuestros labios se unen como dos piezas perfectas.
Nos separamos cuando el aire es insuficiente.
El se aleja y luego vuelve con su guitarra, es la misma con la que lo e visto en muchas fotografías.
Me sonríe y tocar, una pequeña melodía. Y finalmente su angelical voz.

Estoy segura de que muchas chicas envidiarán esto.

Home now, end of the night
It's colder to turn on your side
And I know you're up in two hours
But we didn't get tonight, we don't have tomorrow
So don't ruin now.

How we gonna move together? Just come closer
If we don't move together, just come closer
How we gonna breathe? How we gonna be together?
Just keeping the peace between the sheets

— Sonrió. — No cantes una canción que es para tu amente.

Se detiene y deja su guitarra aún lado, acercandose a mi, tomando mi mejilla.

— Si fuera para mi amente no estaría cantando para ti.
Eres la inspiración de todo lo que yo hago Scarlett.
No acabes con mi inspiración.

Me besa y lo correspondo

Stay - James Bay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora