Ya solo faltaban unos metros para que John y Catherine llegaran a su casa. Sin embargo, John se detuvo antes de salir del bosque, bajó a la niña y le dio una pistola.
―Si ves que hay problemas dentro de la casa huye, no te quedes a mirar. Y si alguien que no sea yo se acerca, dispárale.
―Lo dices como si no fueras a volver.
―Espero hacerlo. Pero no podemos confiarnos.
―¿Y a dónde voy si hay problemas?
―Huye al bosque y trata de contactar con los elites.
―De acuerdo. Ten cuidado, John ―la preocupación de Catherine era patente en sus palabras.
―Ya sabes como soy.
―Por eso lo digo ―Antes de que el hombre partiera, la pequeña lo llamó―. John...
―¿Si? ―al responder, Catherine hizo algo que él no esperaba, se abrazó a su cuello y lo besó en una mejilla.
―Tienes que volver o Cortana se enojará conmigo por no cuidarte ―él asintió.
John corrió hasta posicionarse en la parte trasera de la casa, observando por si alguien andaba en los alrededores. Para su buena fortuna parecía no haber nadie, por lo que entró aprovechando que aún era de noche. Procurando no hacer mucho ruido, el Spartan caminó hacia el sótano, donde esperaba encontrar el comunicador que necesitaba.
Al entrar y encender la luz pudo ver que alguien ya había estado allí, y la señal más evidente era que parte de la pared estaba quebrada, como si alguien la hubiese golpeado fuertemente. En el suelo encontró la fotografía que debió ocupar el lugar donde estaba el golpe. La fotografía estaba maltratada pero no lo suficiente para borrar la imagen plasmada en el papel. John la tomó con cuidado y le quitó el marco, guardó la foto en una bolsa que encontró previamente en la cocina y siguió buscando.
Pronto encontró el aparato que necesitaba y echándolo a la bolsa, decidió abastecerse de más municiones por si en algún momento tenía que enfrentarse a las fuerzas de Serin.
Mientras guardaba las municiones, John pensaba en lo descuidado que había sido al confiarse. Sabía que en cualquier momento UNSC los encontraría, pero aún así, solo se dedicó a pasar tiempo con Cortana, a trabajar y a... vivir. Cosas que no había hecho jamás y que de hecho, se le habían negado toda su vida. Se lamentaba por no darse cuenta del peligro. Quizás ya estaba demasiado viejo para eso.
Alejó aquellos pensamientos de su mente al recordar que Cortana había sido capturada por Serin y que en ese momento ella estaba en la Infinity. Tenía que idear un plan para rescatarla o de lo contrario jamás volvería a verla. Odiaba pensar en que nunca más la tendría a su lado.
Se dio media vuelta para retirarse del lugar aprovechando que nadie estaba vigilando. Estaba a punto de salir del sótano cuando escuchó dos voces, mas no las reconoció. Tratando de hacer el menor ruido posible, el supersoldado intentó salir de la casa antes de que los recién llegados lo vieran. Tratando de distribuir su peso para no quebrar la madera que componía el piso de la casa, John comenzó su retirada. Jamás contó con que en ese momento, otra persona entraba por la puerta trasera.
Las dos personas que entraron por el frente y la otras que llegó por atrás, eran oficiales de policía de Rose Valley, quienes habían sido asignados para vigilar los alrededores para evitar que la vivienda fuera saqueada y mantener alguna posible fuente de evidencia. Lo que ciertamente no era el procedimiento estándar, pero la situación provocada por Serin había impedido que se hicieran los peritajes pertinentes.
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Halo: Humanidad
FanfictionAntes de iniciar con la publicación de esta historia. Debo aclarar que primero la publiqué en fanfiction.net allá por 2013 bajo el mismo nombre de usuario que utilizo aquí. Sin embargo, fue hasta hace muy poco que me enteré de la existencia de este...